En Venezolana de Televisión deben conservar la grabación de una conversación telefónica entre el ex Presidente Carlos Andrés Pérez, y Carlos Ortega, ex Presidente de la CTV, Confederación de Trabajadores de Venezuela, siempre presidida por adecos. CAP estaba en Nueva York y afirmó "En Venezuela se necesitan 100 mil a 200 mil muertos para salir del chavismo". Se cumple el 2020 la cifra pavorosa de CAP, pero los fallecmientos ocurren en la nación donde murió el dos veces Presidente electo, y no son venezolanos, son víctimas allá del Covid 19.
Desde los USA vaticinan oficialmente los decesos, el responsable del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas Anthony Fauci, predijo que millones de personas pueden infectarse con el coronavirus, el número de muertes puede llegar entre 100 mil y 200 mil en EE UU. Al enterarme busque un libro en el cual su autor, brasileño famoso a quien he citado otras veces, afirma "cuidado con el dolor que puedes causarte a ti mismo, si dejas que un corazón cobarde y vil forme parte de ti"
CAP, dos veces Presidente electo en Venezuela con la anuencia de sus amos del norte, colaboró con la CIA gringa desde sus tiempos de Ministro de Relaciones Interiores en el gobierno de Rómulo Betancourt. La muerte de CAP fue en Nueva York y su sepelio se demoró por pleitos familiares acerca de la herencia, moralmente no es con admiración que se recuerda a CAP, caracterizado por ser peón de los intereses estadounidenses, que en este siglo XXI van directo a su debacle internacional, permitiéndonos observar la reconcentrada maldad capitalista salvaje, ya sin tapujos.
Los gobiernos derechistas pitiyanquis de la "democracia representativa" internacionalmente se van hundiendo en desaciertos por complacer a sus guías empresariales, que aconsejan el tinglado político de dos partidos para alternarse en el poder, y culminan en peores condiciónes donde gobiernan. Nuestra historia política en la falsa democracia representativa pitiyanqui, se insultaba al despedir admistraciones quinquenales, se acusaban de "encuentro un país en la carraplana", o "recibo un país hipotecado", los presidentes adecos o copeyanos gobernaban sin alterar la dependencia humillante al capitalismo depredador, quinquenio tras quinquenio prosternados a Washington, luego de gobiernos de corrupción sin castigo.
Solicito a usted con total respeto que más allá de derrotas o victorias políticas pasajeras, roguemos por el entendimiento frente a la calamidad del Covid 19. Con fe y esperanza en el bien de la humanidad quedémonos en casa, la emergencia es en todo el globo terráqueo. Sintámonos orgullosos porque Venezuela está siendo vista país ejemplar en las medidas oportunas de cuarentena social, con habilidad e inteligencia el pueblo las entiende y las acata, salvo excepciones a las que el colectivo repudia sin violencia.