El Dogmatismo, es la tendencia de sumir ciertos principios o doctrinas de un modo absoluto y tajante, sin admitir cuestionamiento. Dogmatismo es algo indiscutible, fidedigno. Innegable, que no admite réplica o cuestionamiento. Marx y Engels decían siempre que "nuestra doctrina no es un dogma, sino una guía para la acción". Lenin y Stalin lucharon resueltamente contra la vulgarización dogmática del marxismo emprendida por los oportunistas de toda calaña, empeñados en embotar el filo crítico y revolucionario de esta arma teórica del proletariado. El marxismo auténticamente revolucionario es un marxismo creador, que de las actitudes y comportamientos sectarios son extraordinariamente variados. Los enriquece sin cesar la teoría con los nuevos datos del desarrollo social y de la práctica revolucionaria de las masas. El sectarismo es la intolerancia, discriminación , exclusión y odio que surgen de las diferencias percibidas entre diferentes grupos sociales, políticos o religiosos, Las bases ideológicas partidarios de una determinada tendencia pueden creer que para lograr sus proyectos políticos o religiosos los opositores deben ser purgados.
Recordando a MAO TSE TUNG, la fuerza que dirige nuestra causa es el partido. La base teórica que guía nuestro pensamiento es el Marxismo Leninismo. Para hacer la revolución, se necesita un partido revolucionario. Sin un partido revolucionario, sin un partido construido conforme a la teoría revolucionaria Marxista leninista y al estilo revolucionario Marxista Leninista, es imposible conducir a la clase obrera y a las amplias masas populares a la victoria sobre el imperialismo y sus lacayos. El 24 de marzo de 2007, en el escenario de la construcción del PSUV, el Presidente Chávez advertía que el nacimiento PSUV debía ser un partido controlado por el pueblo, no al contrario. Agregaba: "Debe ser capaz de diluirse en la masa superior que es el pueblo, no imponerse al pueblo, subordinarse al pueblo".
En la actualidad Venezuela, es doblemente asediada por la: agresión imperial y sus aliados y la pandemia denominada coronavirus, los venezolanos tenemos doble tarea que cumplir, estimo que para enfrentar el momento especial que vivimos necesitamos un mínimo de unidad nacional y organización. Todas las expresiones de gobierno deben actuar en una sola dirección, con un objetivo único defender la patria, de sus agresores y de la pandemia mundial que azota a todo el planeta donde Venezuela no escapa de tal realidad, además para el gobierno, se hace urgente y necesario contar con un partido que este a la altura del momento que estamos viviendo.
En mi condición de militante del PSUV, considero que en este momento deben desaparecer del seno del partido toda desviación que evite la unidad en el partido, para enfrentar la agresión contra Venezuela y la pandemia mundial. En este momento necesitamos un partido unido. La presencia del dogmatismo y el sectarismo en el seno del partido no ayudan para los efectos de enfrentar la crisis inducida que vivimos. El Presidente Chávez, enfrento con todas sus fuerzas a estas desviaciones en el seno del partido, incluso fue muy fuerte contra esta dos desviaciones cuando la fundación del PSUV, en el año 2007.
Si aceptamos la majestad: de la dialéctica en el funcionamiento del PSUV, no puede haber verdades absolutas impuestas, todo lineamiento que se lleve a ejecución debe ser el resultado de la utilización del centralismo democrático, las minorías reconocen a las mayorías y estas respetan a las minorías, producto de la discusión, no aceptemos el dogmatismo en el seno del PSUV. El sectarismo en un partido revolucionario es un horror, es una vergüenza, es una debilidad, donde las capacidades del dirigente son abatidas por el: odio, la exclusión, las comanditas y por la ignorancia en muchos casos. Las observaciones valen para toda la estructura orgánica de partido. Las desviaciones las podemos identificar en cualquier instancia de la organización.
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