Lenin: "Todo debe ser transformado"

Lunes, 01/06/2020 10:14 AM

Vladimir Illich Ulianov Lenin nació en la ciudad de Simbirsk, después Ulianovsk, (hoy Novosibirsk, capital de Siberia Occidental) 1870-1924. A fines de 1893 trasládase a San Petersburgo, donde dos años más tarde unifica los círculos obreros marxistas que existían en la ciudad, fundando con ellos la organización "Unión y lucha por la emancipación de la clase obrera". En este mismo año prodújose en San Petersburgo una formidable huelga de los obreros textiles, en la que tomaron parte más de 35.000 huelguistas. El movimiento había sido organizado y dirigido por Lenin a través de la "Unión y luchas por la emancipación de la clase obrera". Desde ese momento, Lenin, frente a las posiciones de la socialdemocracia reformista, con Plejanov, aparece ante el movimiento obrero internacional como la figura marxista más relevante del partido socialdemócrata Ruso. Lenin toma una parte activa en los congresos internacionales y conferencias celebrados por la II Internacional en la etapa de 1900 a 1916.

Discípulo de Marx y Engels. Comienza su carrera evolucionaria en la Universidad, de la cual fué excluido por agitador. Propagador incansable del marxismo revolucionario, combate implacablemente toda clase de oportunismos. Creó el partido bolchevique. Vivió deportado en Siberia. Exilado en Inglaterra, en Francia y en Suiza, desde donde dirige el Partido Bolchevique. Toma parte en los congresos de la II Internacional y en la Conferencia de Zimmerwald. Denunció la quiebra de la II Internacional en 1914 y la traición de la inmensa mayoría de los jefes de la socialdemocracia. Preparó la Revolución de Octubre de 1917. Entró en Rusia y condujo al proletariado a la conquista del poder. "El leninismo —dice Stalin— es el marxismo de la época del imperialismo y de la revolución proletaria o, más exactamente, es la teoría y la tácticas de la revolución proletaria en general, la teoría y la práctica de la dictadura del proletariado en particular…"

La aparición de Lenin en el momento obrero internacional coincide co la muerte de Engels. Nadie habría sospechado en esa fecha la misión trascental que cumpliría en el movimiento obrero internacional. En 1895, Lenin sólo cuenta veinticinco años y ya se revela, por su vigoroso pensamiento, como uno de los más fieles intérpretes de las teorías del marxismo, luchando abiertamente contra todos sus mixtificadores. Si el período de la historia del movimiento obrero de 1850 a 1900 es inseparable de Marx y Engels, el que le sigue lo es de Lenin.

Lenin, el realizador, el que, por primera vez, conduce al proletariado a la conquista del poder y a la edificación del socialismo. Lenin echó los cimientos de esa sociedad; de la nueva civilización del socialismo que habría de abolir las clases, la explotación del hombre por el hombre. Si Marx y Engels fueron gigantes del pensamiento, Lenin lo fue del pensamiento y de la realización. En el hilo rojo de la historia del movimiento obrero socialista y revolucionario, del Manifiesto del Partido Comunista, Marx tiene su continuidad en Engels; Engels, en Lenin, y Lenin en Stalin. Ellos representan los cuatro pilares sobre los que levanta el mundo socialista.

La obra inconmensurable de Lenin y Stalin registrase con toda su grandeza y trascendencia histórica en el período de 1900 a 1950 y con la máxima exaltación histórica a partir de la victoria de la gloriosa Revolución de Octubre de 1917.

Los poderes, al parecer inconmovibles, que se asentaban en su patria: los zares, la Iglesia y la propiedad. Desde que este hombre genial descubrió la falla de los cimientos de nuestra civilización, es decir, que todo nuestro social no descansa en la fraternidad, sino en la brutalidad y en el dominio de unos hombres sobre los otros, dirigió en seguida y durante su vida todo su furor dialectico, toda su enorme potencia ética, en redoblados ataques, contra el orden social, fuerza destructora en Rusia y, fue dinamita social, fuerza destructora, representante de misión social rusa.

Estos conceptos de Marx y de Engels los ha hecho suyos en nuestros días todo el proletariado en lucha por su emancipación. A la sazón había muchos hombres de talento y sin talento, honrados y sin honradez, que, en el ardor de la lucha por la libertad política, en la lucha contra la autocracia de los zares, de la policía y del clero, no percibían el antagonismo existente entre los intereses de la burguesía y los del proletariado. Estos hombres ni siquiera admitían la idea de que los obreros actuasen como una fuerza social independiente. Por otra parte, ha habido muchos soñadores, algunas veces geniales, que creían que bastaba tan sólo convencer a los gobernantes y a las clases dominantes de la injusticia del régimen social existente para que resultara fácil implantar en el mundo la paz y el bienestar general.

He aquí por qué Lenin y Stalin su vida deben ser conocidos de todos los pueblos; he aquí el motivo de que insertemos en nuestra recopilación, que, como todo lo que editamos, tiene por objeto despertar la conciencia de clase del pueblo venezolano, un esbozo sobre la vida y actividad de Lenin y Stalin, que es los grandes maestros del mundo contemporáneo.

La fe de Hegel en la razón humana y en los derechos de ésta y la tesis fundamental de la filosofía hegeliana, según la cual en el mundo existe un proceso constante de cambios y desarrollo, indujeron a los discípulos del profesor berlinés, que no querían conciliarse con la realidad, a la idea de que también la lucha contra la realidad, la lucha contra la injusticia existente y el mal reinante tienen sus raíces en la ley universal del desarrollo perpetuo. Si todo en el mundo se desarrolla, si unas instituciones sustituyen a otras, ¿por qué han de perdurar eternamente la autocracia del zar ruso, el enriquecimiento de una minoría insignificante a expensas de la enorme mayoría, el dominio de la burguesía sobre el pueblo? La filosofía de Hegel hablaba del desarrollo del espíritu y de las ideas: era una filosofía idealista.

El movimiento político de la clase obrera llevará ineludiblemente a los trabajadores a la conciencia de que no les queda otra salida que el socialismo. Por otra parte, el socialismo tan sólo se transformará en una fuerza cuando se convierta en el objetivo de la lucha política de la clase obrera. Estas son las ideas fundamentales de la obra de Lenin y Stalin sobre la situación de la clase obrera ideas aceptadas ahora por todo el proletariado que piensa y lucha, pero que entonces eran completamente nuevas.

—El movimiento obrero, a finales del siglo XIX, proyectase en flecha amenazante hacia el futuro, encarado con el siglo XX, dispuesto a desarrollar sus líneas de combate: acción política, acción sindical, lucha por la paz y en contra de la guerra; organización de la mujer y de la juventud, acción cooperativa, acción parlamentaria y municipal. En la Rusia zarista cuajábase un poderoso movimiento obrero sabiamente dirigido que presagiaba granes tormentas revolucionarias. La primera estalló en 1905. La segunda, en 1917, y cambió el rumbo del mundo. Con perspectivas formidables cerróse el siglo XIX y asomóse al siglo XX el socialismo y, tras él, el movimiento obrero.

¡La Lucha sigue!

Nota leída aproximadamente 1245 veces.

Las noticias más leídas: