"Hay muertos que mueren para morirse,
pero hay muertos que reviven y que son inmortales"
RB. Hombres y villanos.
Hemos venido conversando sobre el discurso político que vienen expresando las derechas venezolanas en su más amplio expectro social, sin distingo de clases, con una supuesta ideología de derechas que busca abarcar un muy amplio abanico de pensamientos filosóficos que transitan desde el liberalismo más pristino hasta el fascismo radicalizado en perfecta alienación capitalista. Es decir, no es que no haya una oposición de derechas, todo lo contrario, existen, están presentes, son reales y demostrables en el análisis sino que como son dependientes en todo el sentido conceptual-político e ideológico del término "dependencia" no pueden proponer absolutamente nada, es decir, no tienen un programa-proyecto propio para Venezuela porque son vasallos del actual imperio en curso, Washington, por lo que deben comportarse, realizar y expresar el discurso ideológico del Otro siendo el Otro la realidad representada por no solo los Estados Unidos de Norteamérica sino lo que representa dicho país en su realidad continental, en su ideología de dominación, Doctrina Monroe, en su sistema socio-económico, el capitalismo, y su dominación como expresión histórico-temporal como es ser imperio.
En ese orden consideramos que debemos sentar unas referencias cuales podríamos ubicarlas en el significado de lo que representó para Venezuela la 4ta. República. Ello implicaría que se comenzaría a utilizar el vocablo-concepto de derechas tardíamente; no estamos negando que no estuvieran presentes en esa temporalidad histórica de la Patria, Venezuela, sino que, inteligentemente, se le evitó su denominación en mención para poder así no tener que dialogar sobre el "bueno y el malo"; es decir, mientras que se utilizó durante toda esa referida república el concepto-en-vocablo de las "izquierdas" en el marco de la "Guerra Fría" en su praxis político-militar, a las derechas se les denominó "demócratas".
Debemos reconocer que el periodo histórico por el cual transitó la 4ta. República tuvo y contuvo varias etapas profundamente diferentes entre si cuales son necesarias precisarlas aunque sea solo mencionarlas para nuestros intentos de demostrar porque consideramos que las derechas venezolanas son obsoletas y al serlo, en consecuencia, no tienen un discurso político menos aún una propuesta programática en el marco referente de sus ideologías de derechas independiente de las capacidades intelectuales de sus voceros aunque no de sus representantes políticos. Ello se demuestra con sencillez solo con conocer las actuaciones legislativas de sus actuales representantes en lo significado de una írrita Asamblea con sus permanentes torpezas incluso ideológicas.
Los periodos por los cuales transitó la 4ta. República durante su espacio histórico de presencia republicana son de alto interés para cualquier curioso analista que trate de comprender el porqué de la presencia de Hugo Rafael Chávez Frías en la Política venezolana más cuando representaba, en todo su significado, la antítesis que lograra imponer Rómulo Betancourt como instalador y conductor de un concepto de república que estuviera alejada de lo que significó el tránsito de la presencia militar en el Ejecutivo histórico de Venezuela. Curiosidades no solo políticas sino históricas.
Podríamos significar el gobierno de Rómulo Betancourt de ser el comienzo de la instalación de un concepto de república adscrito a los intereses de Washington en toda su significación. Nos explicamos.
Cierto y demostrado es que la finalización de la Segunda Guerra Mundial significó la instalación plena de la consolidación de los EEUU de Norteamérica como "potencia mundial e imperial" pero con un concepto "imperial" profundamente diferente al tradicional-europeo y completamente asimétrico al concepto imperio chino e imperio japonés. Ese proceso en toda su significación, como fueron Bretton-Woods y las Naciones Unidas, ésta en su novedoso concepto de "gobierno único pero colegiado", Consejo de Seguridad, significaba una etapa superior del anti-comunismo en su conceptualición de "Guerra Fría" sustentada dicha tesis en el análisis de "Mister X" como confrontación necesaria a desarrollar en contra del significado de lo que representaba la URSS.
En ese línea de pensamiento dos hechos históricos con respecto a Venezuela se deben considerar. El primero lo que fue y representó el Gobierno de don Rómulo Gallegos y el consecuente golpe de estado acompañado con los discursos de Rómulo Betancourt en Bogotá durante el proceso de institucionalización de la Organización de Estados Américanos (1948). La segunda realidad se encuentra íntimamente relacionada con las temporalidades de los primeros momentos del gobierno de Betancourt (1959-1962). Alcanza la Presidencia de la República, Rómulo Betancourt, por medio de elecciones directas, las terceras celebradas en Venezuela (Rómulo Gallegos, Marcos Evangelista Pérez Jiménez); adscribe su gobierno a las normas suscritas de la OEA en lo referido a gobiernos dictatoriales-no-democráticos y a las tesis, en su marco ideológico, de la Doctrina Monroe, no solo por aquello de la dependencia sino por la presencia extranjera en aguas caribeñas lo que nos lleva a una tercera realidad americana como sería el significado del triunfo de la revolución en Cuba con su representación fundamental en la figura del Comandante Fidel Castro Ruz, "el Caballo".
Aquel gobierno de Rómulo Betancourt sentó las bases del anticomunismo venezolano cual se irrigó sobre todos los países al sur del río Bravo y la península de la Florida. Sería durante el gobierno de Raúl Leoni cuando se daría el preciso puntillazo al proceso revolucionario guerrillero venezolano convirtiéndose, dicha praxis, en una "escuela de las Américas" con expresiones tácticas durante la "Guerra de Vietnam". A este gobierno lo heredó la política de Rafeal Caldera Rodríguez con el comienzo de un intento de nuevo modelo de gobernanza tratando de mantener el proceso socio-económico sustentado en los contenidos del Pacto de Funtofijo. La variable "precios petroleros" le permitió al siguiente gobierno presidido por Carlos Andrés Pérez tratar de introducir una esquirla en el mantanuaje tradicional creando los denominados "12 Apóstoles". Era una apuesta a un modelo económico diferente y diferenciado que se auto-suicidó con y por la variable "corrupción" permitiendo esa incidencia impactar en la vida nacional junto con la variable ideológica expresada en el "mayamerismo" en un alejamiento del eurocentrismo al tiempo que un acercamiento a los paradigmas político-ideológicos y económicos dictados desde Washington como se expresaría finalmente en el segundo gobierno de CAP.
Los otros dos gobiernos que se expresaron entre ambos gobiernos de CAP, uno copeyano, Luis Herrera Campins, y el otro adeco, Jaime Lusinchi, serían bases fundamentales para el desarrollo de una matriz de opinión que se manifestaría en todas sus intensidades con el "27 de febrero" y el "4 de febrero". El primer acto, el pueblo, no la sociedad, el pueblo, expresó todas sus "rabias contenidas" lo que produjo el comienzo del resquebrajamiento de la institucionalidad militar; mientras que el segundo "hecho histórico", sería la "rabia contenida" de un sector militar por dos variables: la corrupción y el nacionalismo bolivariano conjugándose ambos en lo real-sicosocial venezolano en su inconsciente colectivo del "gendarme necesario", aspiración de toda la sociedad venezolana por realidad objetiva e histórica tradicional.
¿Qué han aprendido las derechas venezolanas de las experiencias arriba descritas? Lo que nos lleva a preguntarnos sí, en base a esas experiencias descritas, son, actual y políticamente, esas derechas, independientes; es decir, sí tienen un proyecto nacional propio dentro, incluso, del modelo del capitalismo venezolano cuando esas mismas derechas gritaban, a los cuatro vientos, en rechazo vehemente, sobre la "economía rentista" como base fundamental de un modelo de Estado rentista. Centrémosno.
El etapismo de la 4ta. República tal como lo hemos propuesto nos señala, dentro del propio modelo de economía capitalista y del ejercicio del Poder en el marco de la Democracia Representativa, de dos modelos bien diferenciados entre si cuales se captaron, en su transparente conflictividad, durante el "corto ejercicio" de la presidencia de Pedro Francisco Carmona Estanga, quizás en aquel día 13 de abril, cuando, estando en el Despacho Presidencial, acompañado, Carmona Estanga, por los Embajadores del Reino de España junto con el de los Estados Unidos de América. Durante aquellas conversas se trataron de confrontar los intereses de dos modelos de dos políticas diferenciadas: aquella eurocéntrica representada por los diseños madrileños acompañado por el aspirado modelo imperial en su praxis a la dependencia total hacia Washington de las todas fuerzas políticas venezolanas. Hecho histórico, poco o nada analizado, en toda su profundidad cuando consideramos que, independiente de lo que los une, Madrid y Washington, los intereses que entonces tenían y que aún tienen, se mantienen.
¿Cómo se expresan esas diferencias en sus cotidianas praxis en el marco de la crisis de la globalidad sistémica en la búsqueda de la necesaria reingeniería del capitalismo en sus dos realidades? Por lo que nos lleva a preguntarnos ¿porqué no hay un programa de derechas así como porqué esas derechas no logran alcanzar un acuerdo político-táctico para tratar de discernir los empedrados caminos que las lleven a Miraflores?
La crisis capitalista de Washington se circunscribe en la realidad significada de ser un imperio contemporáneo enmarcado en la realidad objetiva del imperialismo en toda su significación conceptual-leninista.
Ese escenario se confronta con la nueva geopolítica mundial lo que a su vez significa que Washington debería diseñar una nueva nación-imperial-imperialista en el marco de su permanencia como "poder imperial" aceptando la imposibilidad de permanecer como único "poder unipolar". Es decir, Washington necesita imperiosamente el rescate de la "Doctrina Monroe" aún cuando la estamos consideramos como una política caduca, desfasada e incluso contraproducente para los intereses temporales y objetivos de los EEUU de América como imperio (consejo de gratis). Pero la nueva geopolítica mundial obliga al imperio norteamericano a desempolvar y llevar a su praxis el contenido y los quehaceres de sus aplicaciones aún en el marco de la necesidad de promover y realizar golpes de estado en cualquiera sea su naturaleza, llevar a cabo el asesinato de líderes políticos, imponer políticas económicas y financieras en la búsqueda de "destrozar" las economías locales y, sí ello es necesario, realizar invasiones militares aún con su alto costo real de vidas humanas.
En ese orden de ideas, el eurocentrismo como política imperial de imperios no-existentes pero aspirados por añoranzas se encuentra en un cul-de-sac ante sus propias incapacidades conceptuales. Pero ese sector de las derechas venezolanas adscritas al eurocentrismo se contienen dentro de una adjetivización o sí lo prefieren un apellido como es el sentir judeo-cristiano en tanto y considerando lo histórico de la presencia del Reino de España durante el periodo colonial en la región continental americana. Ellos, ambos paradigmas políticos, nos llevan a comprender y entender tanto las contradicciones que se manifestaron en el Despacho Presidencial más arriba en mención así como los procesos anarco-terroristas del golpismo que se han venido desarrollando desde los comienzos de la Presidencia de Nicolás Maduro Moros.
En sencilla conclusión, las derechas venezolanas, siervas de sus amos y señores, Washington y Madrid, se encuentran en una crisis sico-política e ideológica de dimensiones no contables. Por mucho que Diosdado Cabello Rondón, repita, una y otra vez, en su programa, "Con el mazo dando", sobre la necesidad de una oposición de derechas, siervo es siervo, y, como decía Rómulo Betancourt, son "...cadaver insepulto...", más bien como se menta en el llano venezolano: "...llanero no levanta muerto por el rabo...".
UNIDAD, LUCHA, BATALLA, VICTORIA.