Y se prendió el aquelarre

Jueves, 09/07/2020 02:50 PM

Un día, en nuestro cotidiano y fraterno debate de ideas, el sano equilibrio se interrumpió de repente; las voces acaloradas y los cuerpos tensos de Fernando y Ernesto presagiaron que algo violento estaba a punto de ocurrir; siempre habían sido los más apasionados y radicales polemistas.

Calma, arguyó Ezequiel, no tiene sentido perder la perspectiva; la hermandad y el respeto debe privar entre todos y todas. Nos urge sumar argumentos y así fragmentar la unanimidad y el silencio que nos impusieron los profanadores del palacio de Misia Jacinta.

Ciertamente, dijo Frida. ¡Quebrantemos la monotonía de esta cuarta república, la de la "burguesía revolucionaria". Los hijastros –y alguna hijastra coleada- prostituyeron lo más preciado que nos legó el Comandante, la genuinidad de su legado socialista anticapitalista!

Vamos, retomemos el debate donde quedamos, precisó Inesa. ¿Qué cosa es esa que tantos llaman "chavismo"? ¿Una moda, quizás, o una válvula de escape para evadir lo substancial? ¿De cuántos toletes estamos hablando: que si el chavismo bolivariano, que si el chavismo chavista, que si el chavismo sin Chávez, que si el chavismo radical, que si el chavismo auténtico, peor aún, que si el chavismo madurista? Con el respeto de todos y todas, fijo posición: Me adhiero a la opinión del Comandante, el chavismo como factor vinculante, no existe; lo que nos une y nos separa es mucho más profundo y trascendental.

De repente, un sonido los interrumpió; degustaban una humeante taza de café para apaciguar los ánimos. El sudor frío los congeló, las miradas silenciosas se interrogaban: ¿Quién puede ser? ¿Quizás los enmascarados que descubrieron nuestra guarida? ¡Listo, nos jodimos; nos van a encanar quién sabe dónde! Pasaron los segundos, casi una eternidad cuando una sonora risa los conmovió: ¡JAJAJAJA! No se me acobarden. SOY YO, EL MISMO DE SIEMPRE. Si tienen alguna duda, como Tomás con Jesús, acérquense y corroboren la huella indeleble de mi frente. Y fue así que, en un abrazo sublime, profundo, mezclado con lágrimas y risas, celebraron su incorporación al Colectivo Aurora de la Patria.

¿Cómo podría perderme este candente debate?, dijo el Comandante. Ustedes son irreverentes en la discusión, leales en la acción. Los he acompañado en tremenda hazaña por preservar y divulgar mi pensamiento, en su historicidad y evolución. Siempre supimos que los y las flojas flojitas se acobardarían; hicieron caso omiso de las instrucciones que les impartí, y mis seguidores también, el 8 de diciembre; los treinta denarios siempre brillan más que las ideas. Pero no perdamos tiempo en nulidades, la historia se encargará de ajustar cuentas. Explíquenme algo, ¿cómo es que ustedes se están dispersando en esa banal diatriba?; su misión es otra, urgente y necesaria.

Necesitamos asirnos de algo, Comandante, ya que tú no estás entre nosotros y si alguna vez hubo vanguardia, no aparece por ninguna parte, replicó Fernando. En el corazón de los humildes reverbera el amor y la devoción por ti y creemos que aglutinándolos como "chavistas" podemos despertar las conciencias adormecidas.

Quizás. Tú participaste en ese debate por allá, creo, en junio de 2009 cuando unos eruditos de salón esgrimieron la tesis del "chavismo sin Chávez"; yo la rebatí y finalmente se comprobó en la práctica. Pero, ¿quién puede definir el chavismo si yo descarté de plano esa expresión, como otrora hizo Marx con el "marxismo"? Nuestra revolución, la teoría que la inspiró, "el nuevo bolivarianismo" y la praxis resultante fue algo tan hermoso que encasillarla le restaría libertad, sería como mutilar a la Mariposa Amarilla definitivamente. Esos son inventos de quienes bucean en las orillas del acantilado y no en la profundidad de las ideas, de izquierdistas trasnochados que eluden los compromisos profundos, de bolivarianos atascados en las veredas de lo improbable.

Comandante, te suscribo plenamente, le dijo Inesa. La hilaridad de tu palabra es auténtica y desde muy niño y su resguardo es tarea de historiadores, eso sí, para nada oficialistas. La sabana explayó tu mente y tu alma y aunque tu cuerpo fue asesinado vil y cobardemente, siempre vivirás en nosotros; eso nada ni nadie lo podrá profanar.

Está bien, dijo Ernesto, inquieto por preguntarle al Comandante. Entonces, ¿cuál debe ser nuestro referente aglutinador? Las masas se extraviaron, la memoria histórica que alimentaste se diluyó, el sentimiento pervive, las derechas retomaron sus espacios, las izquierdas deambulan sin perspectivas. En el Foro de Sao Paulo, en el 2005, nos propusiste un debate, irreverente para entonces: O CONSTRUIAMOS EL SOCIALISMO O EL CAPITALISMO NOS DEVORARÍA INELUDIBLEMENTE. Y ese debate se sigue posponiendo.

La "izquierda" es así, sigue apoltronada en los curules de la Asamblea Constituyente de la Francia revolucionaria, deshojando margaritas. Uf, cuánto tiempo invertí en reuniones con quienes después no se presentaron el 4F. Cuánto me descalificaron por el mundo entero: putchista, dictadorzuelo y no sé cuántas cosas más. Un día les propuse congregáramos la Quinta Internacional y tomaron el camino de villa diego. En fin, el debate sobre el Socialismo Bolivariano es asunto pendiente.

Esa ha sido nuestra tarea, Comandante, comentaron Ezequiel y Frida. Desde que te fuiste rastreamos tu palabra en testigos vivientes y documentos y la multiplicamos entre quienes no están alucinados; tememos la desaparezcan definitivamente quienes hoy se atornillan en el Palacio de Misia Jacinta.

La investigación sobre tu asesinato sigue en lista de espera, no conviene dilucidarlo políticamente, adujo Antonio. La falsificación y distorsión de tu Plan de la Patria se consumó, vía exprés, en la Asamblea Nacional en diciembre 2013 y nadie se inmutó, el silencio ha sido ensordecedor y así ha sido con tu vasta obra revolucionaria. Esos son los referentes de nuestros debates, textos y publicaciones. Nadie nos va a acorralar y doblegar, aunque los enmascarados persigan nuestros pasos.

Concretemos, dijo Chávez, el tiempo apremia y debo volver donde los míos; somos Quijotes majaderos empeñados en enderezar entuertos. Las derechas ocuparon los espacios que no supimos defender, el capitalismo se enseñoreó de nuestras debilidades y aunque boquee, con virus y todo, no va a morir tan fácilmente. Repasemos el objetivo dos del Plan de la Patria que presenté ante el CNE en junio 2012, no las falsificaciones y distorsiones ulteriores, cuando afirmé, enfáticamente: "En el año 2004, la Revolución Bolivariana proclamó su carácter antiimperialista y en el 2006 se definió como socialista. La prédica de la Revolución ha sido continua: no queremos permanecer en el ámbito del capitalismo, es indispensable que en Venezuela encarne el socialismo como el ancho y abierto camino hacia la suprema felicidad social. Combatimos por una sociedad donde se realicen plenamente los grandes valores del cristianismo. En el próximo período del Gobierno bolivariano y socialista seguiremos moldeando un sistema de relaciones sociales de producción sustentado en los valores del saber y el trabajo, al servicio de la satisfacción plena de las necesidades humanas de nuestro pueblo (…) Para ello es determinante el desarrollo de la propiedad social sobre los factores y medios de producción básicos y estratégicos que permita que todas las familias y los ciudadanos y ciudadanas venezolanas ejerzan el pleno goce de sus derechos económicos, sociales, políticos y culturales, logrando el vivir bien. Vamos pues, en el próximo período a lograr el segundo gran objetivo histórico: seguir construyendo y cimentando las bases del socialismo bolivariano del siglo XXI para desmontar el inhumano, depredador y belicista sistema de acumulación capitalista y trascender la lógica del capital que lo sustenta". (Propuesta del candidato de la Patria para la Gestión Bolivariana Socialista 2013-2019; Portuguesa, Comando de Campaña Carabobo, 11 de junio de 2012, pp. 27-28). ESTE ES MI TESTAMENTO POLÍTICO.

Y EL NUESTRO TAMBIÉN, COMANDANTE.

Vayan, entonces, congréguense como SOCIALISTAS BOLIVARIANOS Y PUNTO, alimenten a mi pueblo con ese sentimiento y con las ideas que les legué. Rieguen mí legado socialista anticapitalista como semillas de maíz que crecen y se multiplican con facilidad. Que nada ni nadie los detenga y amilane, que las diatribas estériles no los desvíe de lo substancial; los pueblos siempre despiertan a pesar de los siglos. Desde ahora los designo como los apóstoles del Socialismo Bolivariano del siglo XXI. ¿Lo juran?

TE LO JURAMOS, COMANDANTE CHÁVEZ.

Y dicha la última palabra, un ruido ensordecedor quebrantó los cielos nuevamente como aquella tarde de la lluvia milagrosa. Un abrazo jubiloso selló el compromiso eterno.

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