"Es necesario visualizar la necesidad de legislar para darle mayor fortaleza a la participación del pueblo, al poder popular que está en marcha".
Hugo Rafael Chávez Frías (Aló Presidente N.244, Miraflores 15 de enero de 2006)
A pesar de la pandemia del Coronavirus que azota a la humanidad y crece exponencialmente en nuestro país, principalmente por el retorno de un gran número de connacionales quienes regresan a nuestro suelo patrio por las fronteras de Brasil y Colombia, la actividad política en Venezuela no se detiene.
Luego de haber superado el traumático escollo de la elección de un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE) - después de una larga espera – por fin se decidió en el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) con la elección de una nueva junta directiva presidida por la doctora Indira Alfonzo, quien anunció elecciones parlamentarias para el próximo 6 de diciembre.
Bajo un enrarecido ambiente político y económico en nuestro país, sometido a los más duros ataques por parte de enemigos externos e internos, el debate político continúa y ahora nos adentramos en una nueva etapa electoral de la cual ya están definidas sus coordenadas.
En este sentido la nueva presidenta del CNE Indira Alfonzo señaló que "el total de cargos públicos a elegir pasarán de los actuales 167 diputados a 277, un aumento que representa 66 % del total anterior" - lo cual según la funcionaria - busca generar una mayor proporcionalidad en la adjudicación de los cargos a disputar.
De igual manera el nuevo CNE cambia la fórmula con la que se elegirá a los diputados. De acuerdo con la normativa aprobada, 52 % se elegirá de forma lista y 48 % por voto nominal.
En total se elegirán 133 cargos por voto nominal (incluye los tres votos indígenas) y 144 por voto lista el cual se separará en 96 por listas regionales y 48 por una lista de adjudicación nacional.
Mientras institucionalmente se despeja el camino para la próxima elección de la Asamblea Nacional, en los diferentes estados del país la situación arroja indicadores alarmantes - en todos los órdenes - comenzando con la pandemia, la cual ya refleja un promedio diario superior a los mil contagios por Covid-19 y una cifra cercana a un total de los 200 fallecidos a nivel nacional.
Los venezolanos recordamos el frustrante panorama que caracterizó la pasada elección de los diputados de la Asamblea Nacional.
La mayoría provenía de una campaña denigrante que explotó las famosas colas para conseguir alimentos y las cuales permitieron, una elección de farsantes y filibusteros quienes llevaron a nuestro país a un desastre total, del cual todavía hoy somos víctimas.
El desastre provocado por una oposición insensata y lacaya, representada por traficantes y anti patrias se le ha querido endosar al Gobierno revolucionario y tuvo su mayor expresión, en la elección de un impostor como Juan Guaidó.
Este engendro, parido gracias a un acuerdo detrás de las cortinas entre los más nefastos y oscuros intereses atados al imperio norteamericano, lo llevó a autoproclamarse como "presidente interino"; es decir, el mayor descaro que jamás Venezuela haya tenido en toda su historia.
Luego de superar este camino tortuoso, el pueblo venezolano que ha soportado las peores calamidades de su historia se prepara para un nuevo escenario electoral, en el camino de una democracia participativa y protagónica.
Si bien el proceso revolucionario ha tenido que superar todos los embates de una jauría sumisa y mercenaria, al servicio de los más oscuros intereses del imperio norteamericano y de sus mezquinos propósitos; hoy muchos de ellos se ven apartados del camino, pero aún buscan desesperados capitalizar el caos y el descontento.
Ante este nuevo panorama al cual se enfrenta la Revolución Bolivariana y quienes todavía somos fieles seguidores del legado del Comandante Hugo Chávez y a su Plan de la Patria, deseamos que la dirigencia del PSUV, también golpeada por la pandemia y con algunas bajas en sus filas, sepa interpretar su papel histórico en esta nueva batalla electoral.
Por ningún concepto nos debemos apartar del llamado del Comandante Supremo Hugo Chávez de "Unidad, lucha, batalla y victoria" y también de su sentencia "Comuna o Nada".
Estas no son frases vacías, son expresiones que condensan el espíritu de la doctrina que sembró las bases de la Revolución Bolivariana y que hoy son los pilares a defender por el Gobierno del Presidente Nicolás Maduro Moros, legítimo heredero del legado de Hugo Chávez y de quien jamás se debe apartar.
Las próximas elecciones parlamentarias deben marcar la pauta de un proceso libre de todos los vicios arrastrados del pasado y de conductas antidemocráticas y contrarrevolucionarias.
Los candidatos a representar al pueblo chavista y no chavista, por encima de intereses mezquinos y divisionistas, deben abandonar las agallas de quienes han hecho de la política un negocio y no un auténtico espíritu de servicio.
Lejos del amiguismo, del arribismo, del jalabolismo y de todos los "ismos", quienes nos representen en las próximas elecciones de la AN deben provenir de las bases y de la auténtica lucha cotidiana.
Los nuevos diputados no deben ser paridos en listas de cenáculos o en casas de amigos de la cúpula del partido de la Revolución; como lo hacen los oposicionistas y los herederos de prácticas amañadas o mafiosas de la IV República, que tanto daño le han hecho al país.
La Revolución Bolivariana saldrá fortalecida si el caudal revolucionario - venido de las bases -, encuentra su cauce y puede fluir libre y sin ataduras a sus puestos, como legítimos representantes del pueblo en la Asamblea Nacional.
Debemos estar atentos porque las condiciones están siendo creadas por un enemigo invisible, por una mano peluda del imperio como la de Eliot Abrams, quien junto a sus mercenarios en nuestro país, atacan desde dentro y desde fuera.
Las colas ahora proliferan pero para adquirir gasolina y si bien abundan los alimentos, los bolsillos de los venezolanos tiemblan ante los precios de los especuladores.
En los sectores populares y ciudades del interior del país no funcionan los servicios públicos. No hay agua, luz, gas, teléfonos, transporte y tampoco hay medicinas en los hospitales.
Los contrarrevolucionarios roban descaradamente, mientras los parlamentarios de la Asamblea Nacional Constituyente y de la Asamblea Nacional, rojos rojitos, jamás han vuelto a aparecer para defender al pueblo y nunca se les volvió a ver la cara en la calle o en los barrios. ¡Por Dios! que no aparezcan en tiempos de elecciones.
¡Por favor! es urgente y necesario elegir el 6 de diciembre a los auténticos líderes de la base y a quienes se han ganado en la lucha cotidiana su derecho a representarnos.
Este criterio también es válido para los aspirantes de la oposición; porque los venezolanos no queremos gallos tapados ni candidatos del amiguismo en la próxima Asamblea Nacional.
¡Amanecerá y veremos!