La historia no es lineal como sugieren los almanaques, gira sobre sí misma, retrocede y avanza. Quizá retroceda al futuro, y tal vez avance hacia el pasado.
La batalla política es una pugna perenne entre las fuerzas que jalonean hacia el pasado y las fuerzas que tiran hacia el futuro. A veces triunfan las fuerzas del pasado derrotando lo que era futuro.
Desde que el Comandante Chávez llegó a la Presidencia se agudizó esta lucha entre el pasado y el futuro. Al principio, la batalla se decidía por las fuerzas del futuro, el avance hacia el Socialismo era un hecho. No obstante, el pasado, siempre tenaz, no estaba erradicado, y con el asesinato de Chávez surge con fuerza y arrasa con la posibilidad socialista. Hoy se puede reconocer que lamentablemente las fuerzas del pasado han triunfado. Veamos.
Si alguien analiza con frialdad la situación actual, la pugna barata entre los partidos, sólo en la anécdota, en lo superficial, el chisme, sin argumentos de pesos, sin proyectos diferentes, con argucias de botiquín, no podrá diferenciarla de la pugna del pasado, de la cuarta. Si analiza la situación de miseria, el maltrato a la educación, la situación de la salud, concluirá que en lo esencial es igual a la cuarta. La represión se le presentará idéntica, los muertos de la cuarta regresaron, las faes tiene un récord de mil doscientos muertos por años sin entregar cuentas, los presos políticos son idénticos pero peor a la cuarta, acá no tienen juicios, ni sol, ni visitas.
Cuando alguien intente buscar al Socialismo no lo encontrará en ninguna parte, cuando analice el discurso de los ministros de la economía encontrará silencio, miedo, mediocridad y teorías impulsoras de las "armas melladas". Cuando intente descifrar el discurso del presidente sólo encontrará retórica, disculpas y capitalismo tan avergonzado cuanto tosco, vanos intento de ocultar su condición de restaurador de la cuarta, seguro puede ocupar un lugar de honor junto a romúlo bentancourt como padre e hijo protectores de la democracia burguesa.
En Venezuela se avanza hacia el pasado, hacia la cuarta, la democracia burguesa que con Chávez habíamos dejado atrás, que como forma de gobierno en este país rentista se había agotado. Ahora regresa, pero viene ya rancia, desgastada, remendada, se agotará muy rápido; ahora más, que ya no hay dinero para la demagogia, la compra de conciencias pilar fundamental del populismo de la cuarta.
¿Y el futuro? El futuro lo conocimos con Chávez, ahora aún vive en este pasado que nos impuso el madurismo. Está sembrado en los humildes que a pesar de todos los esfuerzos de la canalla por deformar su imagen, su recuerdo libertario, rebelde, vive luminoso en sus corazones. Esa es la fuerza del Socialismo que no pueden derrotar.
El futuro regresará, ya los humildes, los desposeídos conocen una nueva manera de vivir, tocaron con sus dedos la nueva relación humana, solidaria, la fraternidad, el vivir en cooperación, en sociedad, enfrentando juntos la vida, creciendo en hermandad, el gozo de tener en el prójimo un hermano y no un enemigo. El futuro se convirtió en leyenda, regresará, y esa posibilidad real no deja dormir tranquilos a los capitalistas, que afinan sus aparatos de manipulación de la psiquis colectiva, de aniquilamiento moral de los posibles líderes. El futuro volverá, esa es la responsabilidad de los líderes chavistas revolucionarios.
¡Chávez vive en el futuro concreto!