En los andes venezolanos, como bien se sabe, elaboran eso que en oriente le decimos merienda, según tengo entendido, en base a la gelatina de la res, llamada templón. Y en oriente, le damos por nombre cuca a la que los centrales llaman catalina.
Esa particular migración originada por la existencia de la ULA, desde mucho antes que le llamasen "Mama Ula", por la generosa administración del rector Pedro "Perucho" Rincón Gutierrez y antes también de la fundación de la UDO, que atrajo hacia allá, como que subió hasta la sierra, oleadas de estudiantes orientales tras sus sueños y con su juego de truco, originó aquel como original palabreo, especie de sincretismo y hasta oferta doblemente pedestre, jocosa, pero atractiva, de "te doy un templón por tu cuca", más si ella era hecha a una joven dama.
En todo caso, se trataba de una oferta pertinente, un dando y dando, como debería serlo este asunto de pedir posponer las elecciones. Pido, pero ofrezco y hasta estoy dispuesto a dar. Nada de propuestas engañosas para terminar dejando todo como estaba. Sí, te doy mi templón. Pero me das a cambio tu cuca.
El camino al cielo está plagado de espinas y ofertas engañosas. Y en cada curva, al caminante, le sobresaltan las tentaciones y hasta los asaltantes mismos. Quienes no tienen como meta el cielo, porque allí no hay cabida para ellos, suelen quedarse en las veredas, curvas del camino, antes de tomar el rumbo que les queda, el que les fue asignado por la sabiduría y certeza del Creador, pues él no se hizo así mismo para pecar de incauto, esperan hallarse a alguien a quien engañar y llevárselo con fines utilitarios y hasta pecaminosos, a lo mejor hasta lo cambian por otra cosa. Saben que, al llegar allá, donde ellos, los mal calificados, están obligados a ir, no les queda otra opción, a quienes lleven por engaño no rechazarán porque bastante gente o almas le hacen falta. Pues los malos, gracias al señor, cuidadoso de mantener el equilibrio, siempre estarán, al final,en minoría. Son esos traficantes como Caronte, con barca y todo.
Hay solicitudes provenientes de espacios diferentes y hasta con fines también distintos, donde no faltan las engañosas, de prorrogar las elecciones programadas para diciembre. Y también hay aquellas, ya habituales en el bando de la oposición extremista, sólo para alargar los procesos, consistentes en proponer y siéndole aceptadas, entonces se desdicen, incumplen, sin respeto por sí mismos y se levantan de la mesa.
En concreto, ahora se solicita se les posponga para el primer trimestre del año venidero. Según ellos, los solicitantes, eso le daría más credibilidad al acto; aunque en verdad están solicitando tiempo para incorporarse en buenas condiciones o intentando hacer trampa, como jugar gallo "guindao". Depende de quién se trate.
Pareciera haber sectores que habiendo estado dudando, por estar metidos todavía dentro del forcep que significa y es la postura de Trump y su agente Guaidó, la del golpe o el derrumbe inesperado del gobierno, porque hasta esa infantilada han acariciado, no tuvieron tiempo de organizarse y hacer todos los trámites previos inherentes a la participación en una contienda electoral, piden "time" y un nuevo aire.
La UE, invitada a participar en la observación del proceso electoral, se ha excusado alegando no tener tiempo para hacer las designaciones y hasta precisiones en detalles que a ellos les garanticen que las elecciones tendrían márgen de credibilidad, pese que buena parte de la oposición, salvo el pequeño grupo de Guaido y quienes como ya dijimos no tuvieron tiempo de botar el lastre y decidir, pero quieren participar, le han dado su visto bueno a la contienda. Es decir, la UE ha pedido un plazo, una posposición. De ella, uno no sabe exactamente a qué juega, pero vale la pena averiguar y hasta correr el riesgo.
Si la UE actúa de buena fe, se deslinda de las imposiciones de Trump y su posición de oponerse a troche y moche a todo acto electoral en Venezuela, sabiendo que cualquiera sea los resultados que ellos arrojen, nunca estarían en sintonía con sus planes, sería un aval necesario para el gobierno y la tranquilidad de los venezolanos, como también sería bueno para terminar dándole una estocada necesaria al grupo de Guaidó y el asidero de Trump. Por lo que uno escucha, hay sectores que piden la posposición de buena fe, porque quieren espacio y tiempo para participar, dada que la confrontación dentro de la oposición no fue resuelta con el tiempo necesario. ¡Sólo piden tiempo!
Es posible que la UE, eso uno pudiera presumirlo, más no tiene la certeza, como otros grupos, hasta Guaidó, pide tiempo, con la finalidad que ese tiempo sea el necesario para que los efectos de las sanciones y la mala administración del gobierno, maduren lo necesario para que se produzca un deslave o se genere una inconformidad mayor como para que las fuerzas opositoras salgan gananciosas. Por ejemplo, es por demás sabido, se apuesta a una desaparición total de la gasolina del mercado y los efectos colaterales que eso desataría.
Entonces, llegado aquí, y tomando en cuenta que el gobierno, al margen de los resultados, aunque ellos le sean sumamente ventajosos, necesita de esa credibilidad para fundamentar sus reclamos y rescatar relaciones que, aunque no lo admita, le hacen por demás falta y para que se traduzca en paz y tranquilidad interna, pudiera decir como allá en la sierra andina, "te doy un templón por tu cuca". El templón del gobierno sería entonces posponer el acto electoral para fecha temprana, prudencial y la cuca que espera, la solicitud y hasta suspensión de las sanciones.
De inmediato, vamos a percibir la reacción de quienes sean objeto de esa propuesta iracunda. De antemano, se puede garantizar que, así como hay sectores opositores democráticos, ya dispuestos a participar en las elecciones programadas, que se han manifestado en contra de las sanciones, habrá de las nuevas manifestaciones de inconformidad contra la política de Trump y Guaidó, quienes se incorporen al reclamo contra las sanciones. Eso va a permitir una ampliación del campo democrático y una mayor reducción de los opositores a ultranza y partidarios de la guerra y la violencia.
De esta manera lograría el gobierno ampliar el universo opuesto a las sanciones y a las políticas injerencista de Trump, lo que sería de por sí un éxito y meta importante para las luchas por venir.
La UE misma se vería obligada a definirse y optar por las elecciones en Venezuela o continuar atada a las imposiciones del presidente de Estados Unidos. La opción, no es fatal, pues en ella hay como en todo, contradicciones, grandes y pequeñas, sobre las cuales se debe actuar. Algo hay que hacer para intentar profundizar las contradicciones del contrario.
El gobierno español, por intermedio de su canciller, hoy mismo ha dicho, "Si en Venezuela hay un espacio, por pequeño que sea, para que las elecciones tengan condiciones democráticas, España lo apoyará, pero es fundamental que tengan lugar con garantías democráticas acordadas entre los propios venezolanos".
Por supuesto, Trump y quienes a él le sirven, optarán por buscar otra excusa, para no suspender las sanciones y continuar en lo mismo, quedando de manera definitiva en evidencia y más reducidos adentro, en Venezuela y posiblemente en el mundo.
Ahora mismo, el gobierno de Trump llama, a la oposición que controla, a mantener lo que llama la "unidad" y ratifica su disposición a continuar con las sanciones. https://www.aporrea.org/tiburon/n358814.html
Este cuadro, sería favorable al gobierno; pues demuestra la injusticia y crueldad de Trump y sus aliados internos contra el pueblo venezolano; aunque los efectos continúen avanzando, habría dado una última y definitiva prueba de estar en disposición de hallar un punto de encuentro con los venezolanos todos y la opinión mundial. Pero al mismo tiempo, daría un rudo golpe a quienes continúan manejando la idea de desatar una guerra, un vacío de poder que deje al Estado y los venezolanos todos sin sustento y para que fuerzas extrañas y hasta enemigas alcancen la oportunidad de deshacer la nación, por el apetito salvaje que despiertan sus riquezas enterradas en la madre tierra.
No hay duda que, manejado el asunto de esa manera, la mayoría de los venezolanos acudirían a votar por opciones favorables a la nación venezolana, la paz, unidad y en contra de quienes se asocien a fuerzas extrañas a nosotros, como las que representa Trump con sus oscuros propósitos. El gobierno de Maduro tomaría un nuevo aire, pero además, esto es lo importante, se ampliaría el universo contrario a la violencia, la injerencia y partidario a buscar salidas a la crisis que nos perturba.
El objetivo inteligente del gobierno no debe ser mantener mayoría absoluta en las cámaras, pues ahora la tiene en la ANC y eso de nada le sirve. Este debe ser ayudar a conformar un frente nacional y nacionalista contra las sanciones, las agresiones de Trump, la injerecia de factores extraños y la sumisión de factores internos.Y además, de alguna manera, debilitar el apoyo del cual aquellos factores han gozado en el campo internacional.
¡Dando y dando! ¡No tendría duda, dadas las circunstancias, en darle, a la UE, un templón por su cuca!