El pensamiento de Víctor Hugo, el socialismo mal comprendido y la revolución bolivariana (I)

Martes, 13/10/2020 01:32 PM

Ya hace tiempo que leí a Víctor Hugo, (1802-1885), escritor francés, diputado constituyentista, desterrado por el golpe de estado de 1851. Ahora corresponde sacar lecciones de ello para bien de la revolución y el socialismo bolivariano, hay mucha demagogia sobre el socialismo, muchos discursos en defensa del mismo acríticos, muchos oportunistas que pululan alrededor del poder y el poder mismo discursea sin atender con objetividad y organización popular la solución de los problemas, no ya con el neorentismo petrolero durante la favorable coyuntura que le correspondió vivir, sino ahora, en tiempo de crisis, de pandemia, de adolescencia del socialismo. 

Iniciaremos una serie de artículos leyendo a Victor Hugo y reflexionando día a día, en todas sus dimensiones, evaluando las palabras del poder, tratando de ser objetivo, sin desviarnos de la necesidad de construir una nueva sociedad a tono con el progreso social, la civilización, si bien se hizo mucho para lograr las Metas del Milenio declarada por la ONU, habiendo llegado antes de tiempo, pues bien la contrarevoluciòn se ha ensañado desde la llegada del chavismo al poder, impidiendo por todos los medios pacíficos y violento de de la construcción social del mismo, para justificar empíricamente el fracaso del mismo, de una realidad que ha sido desmantelada, todos los avances sociales y políticos que la sociedad venezolana alcanzó desde la recuperación del paro petrolero hasta la muerte de Chávez.

Iniciemos pues con las palabras de V. Hugo hablemos de la obra que desafía a la humanidad, la Obra de Prometeo, en palabras de un personaje Enjolras habla así: “Ciudadanos ¿adivináis el porvenir cual será el porvenir?. Las calles y ciudades inundadas de luz; ramas verdes en los umbrales; las naciones hermanas, los hombres juntos; los ancianos, bendiciendo a los niños; lo pasado amando lo presente; los pensadores en completa libertad; los creyentes todos iguales entre si…..la conciencia humana convertida en altar, extinguido el odio y pujante la fraternidaddel taller y de la escuela. Por penalidad y recompensa, la notoriedad; el trabajo y el derecho,la paz para todos. ¡No mas sangre vertida!¡No mas guerra!. Las madres felices. El primer paso es sojuzgar la materia; el segundo, realizar el ideal. Reflexionar lo que ha hecho el progreso” (Los Miserables, p. 1046). 

Comenzaremos discerniendo, porque la democracia liberal en el capitalismo no puede alcanzar la Obra de Prometeo como la llama Victor Hugo, me refiero a los desafíos de la humanidad contemporánea, tales como la luz del saber para todos y todas, no para una elite privilegiada en casas de estudios solo para afortunados, calles y ciudades iluminadas para todo el pueblo puesto que los servicios los privatizan y asignan tarifas costosas angustiando al usuario toda vez que hace uso del servicio, las naciones y sus ciudadanos “no pueden ser hermanos”, dentro de la división internacional del trabajo, han llamado países desarrollados y subdesarrollados, incluso del tercer mundo, estos países son saqueados en forma neocolonial, mediante la deuda externa, el intercambio comercial desigual, los precios de las materias primas manipuladas por las grandes corporaciones transnacionales y el imperialismo con sus sistema hegemónico.

Los hombres, las mujeres, los ancianos y ancianas, no pueden dar sus bendiciones a los niños, niñas y adolescentes, la incertidumbre del sistema económico no garantiza las condiciones de vida de felicidad para todos, pese a la abundancia del progreso, la distribución de la riqueza es desigual, se acumula en pocas manos, de manera que lo presente condena el pasado, le pesa como cadenas que aún no se puede romper, el hombre en término genérico no puede ser libre en el capitalismo, la sociedad desigual lo somete a la perspectiva incierta, siente que no tiene porvenir, los pensadores viviendo el presente pero anclados en los problemas del pasado, que no termina de pesar sobre el presente, no deja surgir lo nuevo, mientras las tradiciones, y costumbres  viejas ideas,  atrapa e impide el progreso social, la evolución se convierte en una camisa de fuerza de la conciencia, avivada por el odio de clase de la burguesía ante el empuje del progreso histórico, invoca la violencia para aplastar ya sea por la fuerza del Estado o con el auspicio del imperialismo cualquier intento de revolución, sea pacífica como la Chilena con la llegada del Primer Presidente socialista en Suramérica o como la revolución bolivariana asediada y acosada por las fuerzas contrarrevolucionaria, país vecinos como Brasil, Colombia, Guayana Británica y los Estados Unidos. El capitalismo derrama la sangre de la sociedad.

Sigamos respondiendo, porque la obra de Prometeo como utopía de Victor Hugo es irrealizable en la democracia capitalista, en su base económica se sustenta en la explotación social del trabajo, mal podría reconocer la fraternidad en los talleres, tener valores solidarios en el altar de la conciencia humana, la burguesía y sus clase media odian la igualdad social, el trabajo no es equitativo, tampoco se recompensa en forma justa, riñe el derecho y el trabajo, la injusticia acosa al trabajador, el desempleo, el enajenamiento de los medios nacionales de producción, el trabajo en el capitalismo es un suplicio, trabaja que trabaja y al final de la vida no tiene derecho a ser libre, ni satisfacer todas sus necesidades, eternamente le aplican la ley de bronce, el mínimo de subsistencia, por ello las madres son infelices así como sus padres no pueden ofrecer a sus hijos e hijas un mundo del provenir. 

Pero,¿que hay del socialismo, será utopía, realizar este ideal de democracia socialista, la Obra de Prometeo?, ¿tendrá la capacidad de servirse del progreso técnico y social para someter la naturaleza y la sociedad a los designios humanos?, ¿podrá humanizar el socialismo la naturaleza y la sociedad?, la revolución bolivariana se enfrenta al capitalismo dependiente y atrasado, sus fuerzas productivas no son independientes científicamente hablando, su parque industrial lo delata, su industria energética, agroindustrial, farmacéutica, comunicacional, satelital, etc., el socialismo se enfrenta a una sociedad neocolonial, el progreso no ha hecho mas que encadenar estas sociedades subdesarrolladas a la orbita del capitalismo mundial, de allí las dificultades para enfrentar la mentalidad neocolonial. 

¿Cómo podremos liberarnos de esas penalidades de la dependencia neocolonial, del odio, de la guerra, de las penalidades del trabajo, de la desigualdad social, de la maldiciones del capitalismo, como podremos avizorar el futuro, el progreso, cómo nos engancharemos al porvenir de la humanidad, dejando atrás a una sociedad oscura y tenebrosa que cubre con oprobio la vida social?. Serán objeto de los próximos artículos dedicados a la revolución bolivariana, el socialismo mal comprendido y Victor Hugo.  

Fuente:   

Hugo, Víctor (1962). Los Miserables. Editorial Vergara, Barcelona, España. 

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