Un mundo sin religiones ni nacionalismos

Viernes, 23/10/2020 01:42 PM

Para los mortales como yo, quienes desconocemos los secretos de la antropología, ciencia que estudia al ser humano en su forma integral, nos cuesta entender que los seres humanos somos producto de la evolución. Partimos de organismos unicelulares hasta llegar a lo que somos miles de millones de años después. Hay que tener presente que evolución no quiere decir perfección, sino cambio en el tiempo, transformación gradual de algo, incluyendo mutación genética. Fue, por alguna razón egocéntrica de algún estudioso del tema quien llegó a la conclusión que dicha metamorfosis nos llevó a convertirnos en los animales superiores. Más bien, debió concluir en animales depredadores, los más feroces del reino animal.

No cabe duda, en este proceso evolutivo partimos del organismo unicelular, hasta llegar, millones de años después, a los cuadrúpedos, culminando después al homo erectus, es decir al bípedo. Indudablemente, tal mutación no ha parado. El período, cuando dejamos de usar los cuatro miembros, los delanteros se convirtieron en brazos y manos, los traseros en piernas y pies. Esto no pasó en veinte, ni cien años, pasaron miles de miles de años para que nos apartáramos del tronco común. Una rama fue a parar a la diversidad de monos y la otra a la variedad seres bípedos para alcanzar a lo que se conoce como humano, el mal llamado "ser superior".

El medio ambiente, el clima, las necesidades, las relaciones entre ellos y otras vicisitudes obligaron a los bípedos a desarrollar mecanismos dentro del cerebro que les va a servir, posteriormente, para comunicarse entre ellos, hasta llegar a lo que hoy se conoce como idioma o lengua. Es decir, un sistema de signos que utiliza la comunidad para comunicarse entre si, en un principio en forma oral y pasado miles de años en forma escrita. La aparición de tales signos, que consintió al ser humano asociar un objeto con una palabra, ayudó a desarrollar lo que hoy se conoce como pensamiento o razón, es decir la conformación de una idea.

Esta razón es la capacidad del ser humano para establecer relaciones entre ideas (objetos identificado con palabras) o conceptos, obtener conclusiones o formar juicios. A esto quería llegar. La razón permitió al humano formular ideas algunas concretas y también, concebir objetos abstractos, es decir, objetos que no poseen materia, pero sobre los cuales se pueden establecer cualidades, tales como la belleza, la bondad, la ira, el amor y muchos otros, pero me interesa uno en especial "dios". Es cuando el ser humano comienza a realizar una operación mental destinada a aislar una propiedad o función concreta de una idea respecto a un objeto real o abstracto.

Fue entonces cuando algún ser humano muy sagaz e inteligente, ante los embates que azotaban a los antiguos utilizó la idea de un ser abstracto, Dios. A este lo hizo responsable de todos estos males (truenos, lluvia, sequía, huracanes, terremotos, la noche…) y se declaró representante de la deidad en la tierra para subyugar a los vecinos. Aquí comenzó todo el vainero.

Como este negocio dio resultado aparecieron el dios de la lluvia, el de los truenos, el dios sol, la diosa luna, el dios de la oscuridad, entre tantos y después se inventaron otras abstracciones para infundir miedo para manipular, como es el infierno, el cielo, el diablo, el alma, los espíritus, los ángeles, entre tantos seres abstractos que dieron lugar a la conformación de la teleología. Una disciplina que estudia la naturaleza de dios y sus atributos, así como el conocimiento que tiene el ser humano sobre la divinidad. En la medida que el mundo cambiaba parecieron diferentes dioses y diosas como Hércules, Neptuno, Poseidón, Yahvé, Alá, ghanesa, Atenea, Zeus, Afrodita, Hera, Perséfone, Juno…y sus respectivos representantes en la Tierra convertidos en sacerdotes y sacerdotisas. Estos vicarios recibían las dádivas de sus congéneres para supuestamente mantener a Dios en la raya y así evitar que su ira se desatara sobre los vecinos.

Las ambiciones de los seres humanos no tienen límite, por lo tanto, como diversos individuos reconocieron que el asunto de dios era un buen negocio comenzaron a inventar diversas religiones algunas con sus propios dioses, otros compartiendo el mismo dios,pero con ciertas diferencias. Aparecen las religiones politeístas y luego las monoteístas. Y todas tiene algo en común, todos sus sacerdotes reciben pago bien en especies y luego, buena cantidad de dinero por parte de quienes profesan la fe. Fue así como se inician las luchas por el mercado de la fe, cuando dios se convierte en una franquicia de las que todos quieren aprovecharse. Se comienzan con las sectas, las religiones paganas, las religiones idólatras, entre tantas que todas tienen en común que su dios es el verdadero y su doctrina es la única. Así la historia registra cientos de religiones como la católica, la judía, el protestantismo, el islam, el sintoísmo, el zoroastrismo, el budismo, el hinduismo, el budismo, el sijismo, el agnosticismo, entre tantas. Con esto las religiones marcan las diferencias entre los seres humanos, quien no profesa un determinado culto es enemigo del otro.

Toda estas religiones para lo único que han servido es para que los seres humanos se peleen entre si, bien porque cada uno cree que su dioses único, o bien porque considere que su religión es la única y la verdadera. En verdad, la única razón, es que todas las religiones se han peleado por una franquicia, por un ser abstracto, que nadie ha visto, que nunca ha resuelto nada, que su ira ha sido la responsable de múltiples calamidades y sus representantes aquí en la tierra no han hecho nada para evitarlas, simplemente porque son unos farsantes y vulgares comerciantes de la fe.

Si en el mundo no hubiesen existido las religiones se hubiese evitados numerosas guerras, como las cruzadas entre cristianos y católicos que se mantuvieron entre los siglos XI y XIII, las guerras de la Reforma entre católicos y evangélicos, la guerra entre chiitas islámicos y sunitas islámicos, la guerra cristiano-ortodoxo contra la secta pauliciana, primera y segunda guerra de la iconoclastia, la guerra anglo-escocesa entre católico y protestante…se han contabilizado más de 120 guerras de carácter religioso. A pesar que nadie ha visto Dios, tampoco nadie ha conversado de tú a tú con la deidad, todavía hoy el siglo XXI hay fanáticos que se matan por un ser abstracto creado por la mente del hombre.

Algo característico de los seres humanos que lo diferencia de los animales es la creatividad, inventan ideas abstractas para joder a sus semejantes, una de esta es el nacionalismo. Con la aparición de los vuelos hacia el espacio todos los astronautas condicen que, en sus viajes, en las aburridas vueltas que la dan a la Tierra, nunca han visto los puntos y rayas que separan en los mapas a los países. Como no creo en la información de prensa, me puse en contacto vía sky con algunos navegantes espaciales de China, Rusia y EEUU. Todos, en las perspectivas que tienen del planeta desde el espacio sideral, coincidieron en lo mismo, no existen ni los puntos de ni las rayas. Por lo tanto, esto, lo del punto y la raya, tal como Dios, también fue una creación de los seres superiores.

El origen de las naciones data de hace siglos, de la época del feudalismo. Aquellos grades latifundios que se constituyeron con tierras robadas fueron a parar en monarquías y que finalmente se organizaron como reinos. Primero, bajo el dominio de los avaros aristócratas, luego como países o estados administrados por los burgueses y finalmente, por los capitalistas. Quienes les exacerbaron los sentimientos nacionalistas de sus vecinos para que salieran a matar o morir para defender los intereses de los poderosos.

Actualmente los pobladores del globo tienen un solo problema, que es el mismo para todos, salvar a la Tierra de los depredadores capitalista que están matando el planeta. Que dentro de pocos años los pobladores del planeta azul no tendrán aires puro, ni agua dulce, ni bosques, ni animales salvajes, tampoco mares con peces, ni fuentes energéticas no renovables, ni tierras cultivables por lo tanto no habrá alimentos. Solo tendremos un planeta con aire, agua y terrenos contaminados, ambientes infectados con radiactividad, grandes desiertos ocuparán los antiguos bosques, toneladas de basura infectando las calles, un cielo lleno de chatarra espacial, miles de millones de seres humanos sin trabajo, enfermedades producto de la contaminación ambiental, luchas entre los seres humanos peleándose por alimentos…Por todo lo anterior, la única nacionalidad concebible es la planetaria. Los humanos tienen un solo enemigo, los capitalistas, los potentados que está aniquilando al globo, con el único interés de aumentar sus riquezas, es por esto que el futuro de nuestra pacha mama es muy incierto.

Hay que alejarse tanto del fanatismo religioso, como del nacionalismo, ambos fueron un invento de los poderosos para mantener controlado a la mayoría de los pobladores. Por esto Paul Tillich, filósofo germano (1886-1965) afirmó: "La historia ha demostrado que los crímenes más terribles contra el amor se han cometido en nombre de doctrinas fanáticamente defendidas". Lee que algo queda.

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