El deporte en los países industrializados del planeta ha estado al servicio de la alienación; la boracidad de la industria le quitó el valor de competencia sana y lo convirtió en un producto comercial, saqueador de sensibilidad. Lo adaptaron y tecnificaron para adormecer las masas, le quitaron el debate de mostrar condiciones de competencia, para robar sueños a la inocencia creando ídolos falsos sin sensibilidad social ni relación con lo humano: en el fondo debería ser como la cultura; aporte para la formación y estimulo para desarrollar capacidades y no utilizar al atleta como un producto desechable al que le transforman el ego en prepotencia automática; lo convierten en prepotente e insensible, aunque mantiene el interés por la competencia y ganar; pierde el sentido del principio, que lo hace ser mercenarios al servicio de intereses oscuros que se han apoderado del fanático y en vez de competir se convierten en vendedores de mercancía y productores de superficialidad que cambian por ilusiones.
Han habido excepciones; fenómenos consiente de sus capacidades, que la han utilizado para dar ejemplo a la humanidad: pero el monopolio es tan depredador, que los presiona robando la identidad y obligándolo a formar parte de su cofradía; contados caso se han escapado y visto en la obligación de imponer su personalidad, defendiendo con valentía la disciplina por encima de lo comercial para evitar le impongan doctrinas, dónde el ser es desplazado por imposición comercial por encima del deporte y la competencia es utilizada con fines inconfesables, entre ellos la estimulación al consumo de sustancias alucinógenas de capacidades y cualidades física y el atleta al verse sumergido: se distorsiona evadiendo valores para sumergirse en ese mundo de las banalidades.
La excepción de Maradona es un ejemplos que le rompió la forma al sistema; por eso lo degradan a solo un hombre que consumió drogas; odviando que tuvo la valentía de asumir su debilidad con la enfermedad impuesta, levantando el estandarte de la política para defender al PUEBLO, de los que han creado esa dependencia en la mayoría: pero él que tuvo la claridad de pararse al frente para defender, no solo a él, sino al inconsiniente que viene siendo utilizado para un fin distinto al de el deporte en si, lo satanizan.
El D10S humano, no le sirvió a la boracidad del sistema y lo presionaron hasta convertirlo en un rebelde como a todos los verdaderos revolucionarios que no faltan a sus principios y se mantienen por encima de las dificultades diciendo por siempre y para siempre a pesar de la desaparición física, PATRIA O MUERTE VENCEREMOS Y HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.
SIN PATRIA NO QUIERO VIDA.
HAZTE CONCIENCIA