El gobierno de Maduro quiso legitimar lo que para la percepción internacional (la que les importa para sus intereses) se ve como no legítimo. ¿Y qué pasó? Que el resultado de la convocatoria a votar demostró que de verdad verdad, este es un gobierno sin apoyo popular (o sea, ilegítimo). Pero 3 millones son suficientes para someter a 20 millones por la fuerza, el engaño y el chantaje, en un régimen de corte fascista.
El balance político de la asamblea no importa al gobierno, los dos grupos tienen los mismos intereses. Van a proponer una reforma a la Ley de hidrocarburos de Chávez que de seguro será aprobada por aclamación, y su ley antibloqueo es una dicha para los otros arribistas; lo importante era que la gente votara, y no votó.
El chantaje de Diosdado de la comida (¡y lo otro!) fue ignorado, a pesar de que los jefes de calle lo aplicaron. Ahora, vistas a los resultados, esos 3 millones serán de frente 3 millones de posibles delatores, chismosos, perseguidores, amenazando con la comida (que ya no tienen) y las viviendas, etc. ¡A ver cuánto dura esta etapa oscura, incierta, pero oscura!
La pregunta es ¿dónde están los líderes verdaderos? Los primeros análisis de aquellos que participaron ya se olvidaron de la abstención, legitiman los resultados sin pensar que tres cuartas partes del padrón electoral no votó. Se concentran en saber por qué perdió la oposición frente al polo patriótico, y viceversa, ¡ni por casualidad miran las cifras de abstención!, para ellos eso no es su problema, ¡se olvidan descaradamente de la gente!, parece que no tienen vergüenza. ¡La gente que no votó!, la mayoría no votó, está cansada de tanta mentira, solo queda ahí para ser castigada, por el capitalismo, por el desprecio capitalista, una mayoría útil pero despreciable.
Desde la incertidumbre debemos hacer que nuestro futuro no sea oscuro, hay que rescatar la legitimidad del Estado, volver a la constitución y reconstruir el estado de derecho, lanzar a la basura una Asamblea Nacional Constituyente que ahora se sabe que no representa la voluntad del soberano (eso es lo que significa esa 69 % de abstención) Es la hora de los líderes de darle esperanzas a un país ¡Dónde están! Vamos por la junta de gobierno patriótica, reconstruyamos lo que demolió este gobierno irresponsable, con Chávez como guía, con al Plan de la Patria.