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Chávez y Bolívar, anclados en el pasado, el neoliberalismo en el BCV

Sábado, 09/01/2021 01:21 PM

Las divisiones partidistas han traído consecuencias negativas al país, al igual que sus tendencias en las disputas entre el ejército y los civiles en la época colonial. Es que todo se viene reflejando en un sabotaje económico hasta llegar a un nivel de crisis consecutivas que solo refleja los intereses hegemónicos de los empresarios, industriales, comerciantes y bodegueros vinculantes al eleccionismo y el constitucionalismo. Cada proyecto de transformación del país se traduce en una contienda masiva que ahora, hasta las organizaciones protestantes desean participar para obtener beneficios personales.

Aquí, no es asunto de insurgencia armada, es asunto de la razón y las Asambleas Constituyentes nombradas son asuntos de un enjambre de diretes que en lo absoluto le han traído beneficios al país.

Mi admiración por Cuba, por sostener desde un principio criterios antiimperialistas y colonialistas, este criterio lo llevan a tener una economía mixta y un sistema electoral pluralista combinado con elementos de la estructura democrática directa. Sus influencias ideológicas provienen del marxismo- leninismo a la socialdemocracia internacional y la teología de la liberación. Esto, nos lleva a Nicaragua, que, sumado a lo anterior, recopilo un esfuerzo con el sector privado y un sistema pluralista a nivel político- ideológico.

En Venezuela, los intereses capitalistas sobrepasan los valores patrióticos, esta controlada por una banda de desalmados que se apropiaron del Banco Central de Venezuela, Fuerzas Armadas y un sector llano del pueblo para cometer sus felonías contra el pueblo y hoy, lo engluten en la miseria y olvido social. Lograron cerrar todos los puestos de ventas del gobierno a nivel popular y reforzaron sus campañas en contra del Bolívar soberano, rompiendo, como exprese, con todos los proyectos mercantiles del Estado.

Otro asunto, los consejos comunales se han constituido en agentes del delito, porque en vez de ayudar al desarrollo alternativo, se han agraciado con los dueños del gran capital y vienen acompañando a un sector económico en la destrucción de nuestra economía.

.necesitamos crear una nueva estructura productiva, porque Castro Soteldo solo acompaña a los grandes factores del enriquecimiento ilícito en el Estado Bolivariano de Venezuela, creando y fomentando un caos en los centros de distribución de alimentos y ya, debemos olvidarnos del Petro- estafa, ese valor no existe en los mercados foráneos de capitalización y solo funciona en subastas entre los miembros de un club afecto al gobierno central, aquí, todo lo corrompen por carencia de autoridad por que no tenemos un ejército y un componente civil capaz de resguardar los intereses republicanos.

Estos declives económicos han derivado que tenemos una carencia de autonomía en las zonas urbanas con carencia de servicios y bienes públicos, porque la mayoría del campesinado se ha trasladado a los centros neurálgicos del Estado porque el campo esta abandonado de infraestructura de bienestar social y, los proyectos implementados por el comandante Chávez se encuentran abandonados y este acontecer, no les toca a los directores corporativos, al reducido grupo de agricultores que permanecen en el campo. Lo que indica que necesitamos un nuevo liderazgo económico.

Se tiene que tener una visión estructuralista de la realidad. Y excesivamente esquemática del proceso político que vive Venezuela y EEUU, nos recuerda al florecimiento de la izquierda latina, sumado al éxito en un principio, luego vino la debacle por la ignorancia de quienes anclados en el despotismo y la palanca forjaron un puesto en el dinamismo del Estado Bolivariano y, se apartaron del libro azul.

Necesitamos planificar en el campo económico y detener este caos que nos envuelve.

Todos nuestros acuerdos –políticos y mercantiles- cargan su peso sobre la renta del petróleo, pero satisfacen la avaricia de quien captura renta por privilegio de una nomenclatura y burocracia política, militar y mercantil que dirige un Estado con un gasto insostenible que para alimentarlo requeriría un precio del petróleo –léase un breakeven fiscal- a 250 dólares el barril y unos 3 millones de barriles día.

Ninguna de esas cosas es posible, se producen solo 2.4 millones diarios de acuerdo a fuentes independientes contratadas por OPEP, no creemos en la data del gobierno, porque la mentira es el envolvente de las políticas públicas del actual gobierno; y el precio ya está en los 24-30 60- $ el barril. La diferencia, entre ambos escenarios es el del tamaño del hueco fiscal, digamos que 28- 60% en términos del PIB, una representación grotesca de un Estado y sus empresas endeudados en más de 125 mil millones de dólares, y en deuda que no genera un céntimo de renta

La primera ley de Murphy, del sentido común, dice que todo lo que puede salir mal, sale mal. Y eso es precisamente lo que está ocurriendo con Venezuela, EEUU y el petróleo, -que me ha inducido a titular, con petróleo sin petróleo-, causado, causado en estos diez años, por desconocimiento, impericia, desinformación, todo en marcado por exacerbados intereses políticos que privaron sobre una proyección histórica de un país que no pudo resolver el conundrum de tener recursos disponibles – no con fundir con riqueza- pero desafortunadamente en manos del Estado, del gobierno, de la Republica.

En el año 2000 la nueva constitución trajo el cambio de las reglas que regían la industria petrolera, el petróleo un recurso en manos del Estado, como renta ya convertido en commodities, es propiedad de la república, y como tal es un ingreso fiscal. Se rompió así con la vieja asimetría – que trajo la devaluación del bolívar para incrementar los bolívares por cada dólar petrolero, a cambio de inflación para la calle- de una empresa a la que se le pedía eficiencia, pero generando renta fiscal, fenómeno que fue racionalizado en la ecuación política que emergió de los nuevos poderes constituidos en el 2000, donde el negocio petrolero seria monopolio del Estado/Gobierno.

Esas nuevas reglas vinieron en la LOH y con ella la expropiación y nacionalización de los proyectos asociaciones estratégicas en la FPO, proyectos establecidos con las mayores empresas petroleras del mundo, con bolsillo profundo y tecnología, a cambio de unas empresas mixtas establecidas con esperezas estatales –y algunas privadas- de otros países, empresas sin capital ni tecnología que continuaran el desarrollo de la FPO. Nada de eso ocurrió, la producción de extra pesados en la FPO se estancó y retrocedió unos diez años, lo suficiente como para que hoy a los precios del petróleo en el mercado los grandes agentes y corporaciones gubernamentales y multilaterales hayan puesto en duda el futuro de esos petróleos.

Y allí pese a que los costos de producir esos petróleos extra pesados puedan ser menores nominalmente, nunca son menores que los de lutitas y las arenas Canadienses, y otros extra- presados en el mundo, porque el nuestro tiene el costo de un país que perdió el activo fundamental, TRUST, y además no respeta los contratos, y los violenta, con lo cual los costos de transacción que habría que pagar por el extra pesado venezolano seria mayor que los costos de los petróleos que competirían con el: los de lulitas y las arenas canadienses, para solo nombrar dos recursos.

Así la presión fiscal sobre la industria petrolera, se le amarraron las razones políticas de una revolución que sería financiada con el ingreso fiscal, fenómeno que toma cuerpo con el incremento de los precios del petróleo desde 2004. La expansión fiscal era concomitante al requerimiento político, así el gasto publico crecía en estos años más del 100% hasta alcanzar un 56% en términos del PIB para la fecha, un volumen o tamaño del Estados imposible de ser financiado con la renta futura del petróleo futura. La economía se fue estatizando, empresas, fincas, privadas nacionales e internacionales, incluido petroleras fueron estatizadas y nacionalizadas, comunicaciones, electricidad, cementos, oro, y otros. Todo lo cual fue montando –además- una deuda contingente colosal que alcanza hoy los 25.000 millones de dólares, que eventualmente habrá que cancelar.

Los malos comunistas necesitan penetrar el mercado estadounidense a través de Joe Biden y el acompañamiento de Obama y Hillary Clinton. Ya la mina de oro de su hermano, no da para más, desean más riquezas, lo que no lograron en el triángulo Libia, Irán Irak.

Trump, descubrió esta estrategia de los chinos, de ser un artificio de los países latinos y el Foro de Sao Paulo., lo importante es que descubrió que el sistema democrático estadounidense es arcaico y prestado al fraude electoral, su recurso de reclamo no fue exitoso, porque, simplemente no es un político, menos un ideólogo, . Simplemente un empresario, pero a la larga le daremos una razón, el sistema comunista fue tomado por bandas legalizadas amparadas en el oro, gas y el petróleo, una bombona de gas cuesta la chica un promedio de veinte dólares. Un ejemplo, el sector 9 y 9 de La Isabelica, ahora los guarimberos manejan dólares por ventas de mercancías en sus casas sin cancelar patentes y pagan vacunas. Es la mediocridad económica a que estamos sometidos.

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