La forma vertiginosa como están ocurriendo varios hechos, tanto en el país como allende los mares, no debe hacernos perder la perspectiva sobre la importancia de algunos eventos que ocurren aquí, sobretodo los relacionados con ciertas tendencias en la izquierda venezolana, sea Chavista o no.
Si lo que ha estado ocurriendo en esta caótica oposición venezolana, es decir las luchas intestinas por el control total del fascismo oposicionista, aparte de los millonarios recursos que reciben, no nos sirve de ejemplo, estamos perdidos y habremos tirado a un pozo sin fondo, este magnífico Proyecto Revolucionario Bolivariano, tan caro al Comandante Hugo Chávez.
Ya basta de pecar de una ingenuidad simplona, al pretender creer que un Proyecto de la envergadura del planteado en esta Revolución, va a transitar como en un lecho de rosas, sin zancadillas, traiciones, sabotajes desde adentro y afuera, corrupción y enriquecimiento criminal, desidia, desdén por las necesidades de las grandes mayorías y una lista larga de trapisondas, cuyo objetivo es hacer fracasar dicho Proyecto a como dé lugar.
Como se puede estar tan ciego al no reconocer que un enfrentamiento entre diversos sectores progresistas, va inexorablemente a debilitar el Proceso. La base Chavista de esta Revolución ve con suma preocupación estas negativas tendencias antagónicas. No han hecho conciencia, que si la derecha y la ultraderecha de este país acceden al poder, vamos a pagar bien caro semejante ceguera política.
La ultraderecha apuesta al exterminio de todo lo que huela a izquierda y los tildará de comunistas, para generar terror. Si esa ultraderecha fascista y terrorista llegara a gobernar en nuestro país, se necesitarían por lo menos 100 años para sacarla. No puede ser, que los Proyectos personales y grupales estén por encima de los intereses de todo un pueblo, que aspira a vivir dignamente de su trabajo, con la seguridad de su protección social y económica, donde la inclusión y la justicia sean el norte.
Hay que profundizar el diálogo y calmar cualquier pretensión de fracturar la izquierda venezolana, lo cual insisto, sería la perdición. Próximamente habrá elecciones para gobernadores y alcaldías, una gran prueba de fuego para medir el progreso y la estabilidad del Proceso Revolucionario. No olvidemos que los sectores contrarios, con apoyo sustancial de nuestros enemigos externos, están las 24 horas de cada día acechando para golpear sin piedad nuestra Revolución. Recordemos el viejo dicho popular: "Después del ojo afuera, no vale Santa Lucía", pero es que tampoco va a valer ni ella ni todos los Santos disponibles.
Históricamente, los sectores burgueses y el poder económico, han estimulado por diferentes vías la atomización y la división de los sectores de izquierda, alimentando sus egos y sembrando dudas y recelos, para reducirlos y lograr mantenerse en el poder. Hay muchos ejemplos en América del Sur y América Central que ilustran esas consecuencias.
Finalmente, hago un sincero llamado a la cordura y al entendimiento, respetando las diferencias, para buscar las coincidencias e ir tras la búsqueda de un objetivo superior, del cual somos todos responsables. Hay que luchar y resistir sin cesar, pues es demasiado lo que está en juego. Para luego puede ser muy tarde, los enemigos están revoloteando desde hace un buen rato!