Jorge Rodríguez y Maduro son como tú

Sábado, 06/02/2021 01:36 PM

Según las palabras de Jorge Rodríguez, en defensa de la república – y frente a la supuesta traición de Oscar Figuera, por no aprobar un documento hipócrita, reducido a deseos y mentiras sobre lo que inspiró la rebelión del 4F –, ¡nosotros somos como él, y él es como tú! Personalmente me encuentro del lado de los traidores a la república, porque, a voluntad, conscientemente jamás sería como Jorge Rodríguez, así me torture (sé que este comentario es una incitación).

Jorge Rodríguez tiene la tarea de manipular con la sintaxis, con la lógica, un discurso que nos responsabiliza a todos del desastre del gobierno de Maduro y su traición al legado de Chávez. Reduciendo una frase de Elliot Abrahams que habla de "hacerle una autopsia al régimen de Maduro" a la persona de Maduro (justo lo que no hicieron con el asesinato de Chávez, tramado desde el imperio, el cual nunca se investigó para facilitar los negocios con el imperio), y remata con su chantaje preferido, "o se está con la patria o no se está con la patria". De aquí se deduce (para seguir dentro de su lógica) que Maduro es la patria, cosa que está muy lejos de ser verdad… Y que sería una amenaza contraproducente para ellos, si ponen a la gente a elegir entre Maduro o no-maduro, porque seguro gana la segunda opción, el resultado de las elecciones del 6D habla por sí mismo. Creo que, en su arrebato por defender al gobierno, Jorge Rodríguez no sabe lo que dice… Y le tiene miedo a Figuera y a las siglas del PCV.

Este gobierno delirante, este "hervidero de aprovechadores y cómplices", no puede responsabilizar al chavismo (el que cree y creyó en Chávez) del país injusto que ellos mismos han organizado con tanta eficiencia, con ricos y más ricos por arriba, llenos de bodegones y lujos importados, y por abajo un resto de pobres pasando necesidades y hambre. Este es el país a que nos llevó Maduro, Jorge… y Abrahams (¡hipócrita Jorge Rodríguez!, como si nunca se hubieran reunido en secreto con el Elliot Abrahams)

El otro asunto delicado son las amenazas de Maduro a Rafael Ramírez, y cómo se está alimentando un odio letal en su contra a través de chismes, calumnias y de medias verdades. Ahora más que nunca estoy convencido (hubo un tiempo en que no me pareció así) de que la vida de Rafael Ramírez corre peligro, dentro y hasta fuera del país. Maduro no tiene idea de la justicia, ni pretende hacer justicia con nadie, a menos que se trate de algún aliado político o comercial de ocasión. Nuestro gran Leviatán acaba de sentenciar a Aryenis Torrealba y Alfredo Chirinos a 5 años de cárcel por el delito de "divulgación, reserva o suministro de información", ¡una ridiculez!, cuando todo el mundo sabe que agencias como Bloomberg cuenta con mucho más información sobre el negocio petrolero en Venezuela que Venezuela. Persigue a Ramírez y mantiene presos a media PDVSA, entre técnicos y ex directivos. Acaba de denunciar y poner preso a un joven funcionario acusado de corrupto que él mismo colocó detrás del negocio del Gas comunal, ridículamente señalado de ser cómplice de Ramírez (hay que advertir que sería fácil que el gobierno negocie la libertad de este joven a cambio de implicar a Ramírez en su fechoría; por lo menos así lo haría Fouché)

En defensa de Rafael Ramírez. En defensa de Rafael Ramírez puedo decir que sus críticos y acusadores arrastran solo hechos y chismes desvinculados de los propósitos, de la voluntad y el espíritu que imbuye a la acción humana, y esa voluntad se pierde de vista detrás de los prejuicios, la envidia, la petulancia de los que juzgan. Detrás de muchos de estos escritos hay mezquindad y envidia, que son atributos psicológicos, no méritos científicos, o instinto histórico, o sentido de justicia; ética.

Para los que gustan de una autoridad intelectual reconocida por encima de la autoridad de las ideas, voy a citar a dos de ellas para expresar un poco mi idea acerca del valor de los hechos. Nietzsche cuando explica su versión de Jesús el Cristo, dice que su interés estuvo en los rasgos psicológicos de su figura histórica, no en los hechos históricos que se cuentan dentro de la biblia. Él sabe que el evangelio de Cristo está infectado de disparates, manipulaciones contradicciones, inventados o interpretados por los relatores de los cuentos orales de sus apóstoles, y que la única manera de que sacara algo en limpio de todo eso fue tomar la figura de Jesús por sus características psicológicas, más relevantes y recurrentes, referidas de sus seguidores más cercanos, que si acaso sabían leer y escribir. Su cristo está lejos de ser aquel que resucitó y subió al cielo, hacedor de milagros fantásticos, pero tampoco fue el otro que guió una rebelión en contra de Roma (su evangelio, dice Nietzsche, fue su propia vida y comunicado a través de su ejemplo, en la tierra, no una promesa de vida en el más allá). Lo mismo hizo Stephan Zweig en su serie de biografías. La de Erasmo de Róterdam, por ejemplo, comienza refiriéndose al retrato que le hiciera Hans Holbein, donde describe una vena inflamada que le cruza el lateral de su frente, señalando con eso un rasgo de carácter, una tensión del personaje, recurrente en toda su vida, la cual resulta más reveladora que la suma de hechos históricos que se puedan coleccionar sobre él… O la sorprendente vida de José Fouché, el "genio tenebroso", una disección psicológica tan verdadera que todavía se siente la frescura de su espíritu dentro del cuerpo de algunos personajes en el teatrino de la política venezolana de hoy. ¡Una cosa es la historia, como herramienta –no como la pretenden reducir los ingleses "científicamente", "positivamente" hacia una verdad incontrovertible – y otra el sentido histórico como método, en todos los casos para la búsqueda de la verdad, la cual siempre yace en la voluntad humana, y en el motor que la impulsa: los ideales!

Elías Jaua, por ejemplo, representa en realidad "la insoportable levedad del ser", representa la evasión, la falta de un compromiso claro con algo o alguien, ¡quiere y no quiere!, representa una voluntad de incomodarse con todo. Maduro, debido a su condición de político oportunista, representa la voluntad de mentir, del que a falta de convicciones no puede vencer la mentira, es la ignorancia por decisión propia, la voluntad de ser ignaro abusando de la soberbia y la petulancia. A Jorge (como a Fouché) lo llaman "el genio tenebroso", esa es su representación; creo que le calza a la perfección, se goza el poder a falta de poder (de poderío, diría Chávez). Aun así cabe la posibilidad de que personalmente sean seres distintos a lo que representan, que Jorge sea sensible y simpático, que Jaua sea –en su entorno íntimo – un apóstol del socialismo, o que en verdad Maduro se trasnocha porque la duda no lo deja dormir, pero sus acciones están marcadas por sus voluntades no por sus discursos pretenciosos y deseos.

De la misma forma, a Ramírez nosotros lo juzgamos por su voluntad de ser, igual como lo hacemos con Chávez (lástima que Aporrea no haya publicado nuestro artículo que habla de los dos personajes respecto al asunto de la responsabilidad). Hay que hacer un esfuerzo psicológico para juzgar las acciones de todos estos personajes. Por ejemplo ¿Por qué, si es verdad que Ramírez trabaja para EEUU y tiene tanta plata como dicen, todavía apoya al Chávez caído, al Plan de la Patria original y habla de socialismo? ¿No sería más fácil para él olvidarse de todo y escribir sus memorias, comprar un título nobiliario para darle razones a su palacete y vivir una vida diletante de príncipe europeo?, lo que, de tanto insistir en esa imagen, pareciera más el sueño y deseo de Maduro que el de Ramírez. La envidia corrompe el alma y enceguece la mente, deberían pensar en eso todos estos resentidos y santurrones.

Nota leída aproximadamente 2943 veces.

Las noticias más leídas: