Ya no asombra, aunque es necesario decírselo una y otra vez, la actitud de “famosos” comunicadores sociales “anclas” de la TV, que persisten en justificar lo injustificable, temerosos de la vindicta pública donde está en juego su moral informativa, al anteponer a los hechos reales en su justo accionar, el deseo de sacar, expulsar, culminar o desaparecer como sea, el período antiimperialista revolucionario socialista iniciado en Venezuela el 2 de Febrero 1999.
Para estos “maromeros de la palabra” lo único que parece guiarlos y es comprobable al verlos y oírlos, son las necesidades de satisfacer intenciones politiqueras de sus anunciantes, sin negar lo profesionales y efectivos que son en materia publicitaria. Lo que preocupa es esa especie de venta de conciencia “para que no se me caigan los clientes”. Tal comportamiento desdibuja la conducta profesional del comunicador social y deja ver una presunta “normalidad” que llega a lo amoral.
El patetismo argumental les envuelve al calificar de “enchufado” a quien defienda en la opinión pública escrita y en medios de comunicación audiovisuales privados y públicos, las bondades populares o los aciertos de la revolución socialista bolivariana chavista, seguida por el primer presidente de la república “hijo de Chávez”. A medida que pasa el tiempo los atrapa peor el “disimulómetro” noticioso al borde o dentro de los FAKE NEWS, NACIONAL E INTERNACIONALMENTE.
Los fracasos concentracionales de factores opositores evidentemente minusválido su poder de convocatoria, es consecuencia de errores, por divididos y desconcertados líderes de la oposición fracturada y eventualmente acomplejada, que solo sacia su derrota popular, arropándose en inexistentes interinatos. El oportunismo y arribismo sin brújula, los obliga a esa genuflexión miserable y traidora, apropiándose de bienes de la nación, obedeciendo órdenes de intereses extranjeros.
En este Carnaval 2021 dan pena ajena los maromeros comunicacionales que buscan como desprestigiar a quienes se desplazan en busca de algo distinto a las obligaciones por la pandemia Covid 19, y mal que bien ir cumpliendo el esfuerzo oficial venezolano que mantiene con bioseguridad a la nación bolivariana en privilegiado lugar de satisfacción, reconocido por la OMS –Organización Mundial de la Salud-, en cuanto al aplanamiento en defensa a la población, conteniendo contagios y evitando decesos por el coronavirus, gracias a medidas de sanidad pública y flexibilización o control, sin lugar a dudas exitosos.