Venezuela: aciertos y desaciertos de la revolución Bolivariana

Martes, 16/02/2021 12:55 PM

El año 2021 será el año de un proceso de profundización de la Revolución Bolivariana y Chavista en su lógico caminar hacia la evolución perfectible, obligante y necesaria, tal como lo viene expresando y reiterando el conductor y líder del proceso político-revolucionario, Nicolás Maduro Moros, en el marco temporal-referente de la etapa de la Historia revolucionaria en Venezuela que comenzara con el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías.

La etapa-2021 en su curso intrínseco contiene su propia dinámica comparativa con las precedentes cual por ser evolutiva-perfectible es diferente sin negar la continuidad de la misma referida expresando, para clarificar, que no es ni negación de lo anterior ni un "salto adelante" en lo conceptual. Es decir, tiene su propia dinámica cuando los factores externos están influyendo en su máxima profundidad para llevar a cabo tanto una reingeniería del "Golpe-Suave" hacia convertirlo en un continuo proceso de violencia doméstica en la consecución de los objetivos geoestratégicos obligantes a los cuales está sometido el imperio norteamericano tanto como conceptualmente "imperio" como por las propias dinámicas a las cuales se ve sometido por la crisis estructural-económica además de profunda del propio sistema capitalista tanto mundial-global como en lo interno-nacional norteamericano.

El actual proceso-2021en su carácter revolucionario-venezolano se sostiene en la dinámica de su propia historia continua con diferentes estadios bien definidos tanto por Chávez Frías como por Maduro Moros comenzando por la precisión de lo inacabado del proceso desarrollado e impulsado por Simón Bolívar y Antonio José de Sucre entre otros líderes históricos. Será durante el siglo próximo pasado cuando, en el marco de la modernidad, se fue expresando un proceso nacional de continuos cambios necesarios, por lógica histórica, cuando lo sistémico mundial se internó en lo nacional impactando lo tradicional del siglo XIX. Dicho siglo precedente, siglo XX, contuvo sus propios desarrollos estructurales cuales se vieron continuamente afectados por la denominada Dependencia cual, a su vez, iría desarrollando un proceso de conciencia revolucionaria en las juventudes correspondientes en sus temporalidades como, a título de referencia, la denominada "Generación del 28" sin dejar en el tintero sus participantes precedentes. Sería en esa etapa en mención cuando se conjugaron tanto las influencias filosóficas mundialmente en disputa como las necesidades del imperio norteamericano en asentar consolidando sus presencias y pertenencias en la Patria venezolana.

En ese proceso se desarrollarían, particularmente en Venezuela, en las juventudes comprometidas, las contradicciones político-filosóficas en las ideas y sus propuestas conceptuales de la "Democracia" según la Segunda y Tercera Internacional con una muy ligera presencia de los seguidores de la Encíclica "Rerum Novarum". Ese proceso, en su praxis, tuvo sus momentos políticos como la denominada "Revolución de Octubre" y el triunfo electoral del representante de la tendencia de la Segunda Internacional en lo que consideramos su ala izquierda. Esos momentos históricos se vieron de frente con el proceso en desarrollo de las expresiones políticas internacionales cuales aunque no tuvieron un impacto fundamental en lo interno si en la geopolítica internacional por motivos petroleros. Es, en nuestra opinión, que ese proceso que abarcó desde el "octubrismo" hasta el "Golpe contra Gallegos", se desarrollaría una etapa necesaria por obligante para la formación de un escenario político-ideológico donde sus participantes tuvieron roles políticos fundamentales para el propio desarrollo del proceso revolucionario venezolano.

La etapa dictatorial perezjimenista la consideramos como catalizadora de la realidad política hacia la consolidación de la modernidad liberal democrática que impulsaban los políticos adscritos a las tesis de la Segunda Internacional. Pero los factores internacionales tuvieron sus importantes influencias en lo interno-nacional venezolano cuando las ideologías se confrontaron de manera radical con reflejos lógicos en lo nacional; es decir, la conclusión del proceso bélico tanto en Europa como en Asia afectaron la geopolítica mundial con sus lógicas estructuraciones geoestratégicas con un importante impacto en la confrontación de dos ideologías de por sí mismo confrontadas: capitalismo versus socialismo soviético que llevó a la praxis de la denominada "Guerra Fría". Esta etapa tuvo su impacto importante en el propio proceso revolucionario venezolano que se manifestaría en la década de los años 60, fundamentalmente, y en los años 70 con las lógicas diferencias temporal-objetivas.

La etapa de la política liberal-democrática serviría para el proceso revolucionario venezolano de profunda reflexión político-histórica y político-conceptual-ideológico-histórica con profundos análisis de proyecciones teóricas de los posibles crecimientos sistémico-capitalistas tanto nacionales como los internacionales. La necesidad de la objetivación de realidades inevitables requería de un diseño de un proceso revolucionario cuando las contradicciones en lo real-estructural se desarrollaran con fuertes impactos en lo real-super-estructural para expresarlo en términos marxistas. A ello le era necesario objetivar tanto lo histórico-bolivariano como lo histórico-militar del proceso político-nacional-militar. Es decir, la aparición (sic) de Chávez Frías en el escenario de lo militar con ascendencia en lo real-político sería un proceso inevitable del propio proceso revolucionario venezolano; ello no significa que Chávez Frías haya sido un proceso de laboratorio sino sería su propia calidad de líder innato-telúrico venezolano lo que lo "arrastró" la Historia de la Revolución venezolana hacia sus obligaciones como conductor sin negar su perseverancia a su formación personal.

Es inobjetable que el tránsito hacia lo Eterno de Hugo Rafael Chávez Frías fue contra-histórico sentimental y como líder de la Revolución Bolivariana lo que impactó en el propio proceso evolutivo-perfectible de la revolución venezolana pero su decisión de proponer a Nicolás Maduro Moros como continuador y conductor del mismo ha demostrado el haber sido la decisión precisa para la necesaria continuidad del proceso bolivariano. Cuando analizamos y objetivamos el tránsito hacia la continuidad revolucionaria con Maduro Moros debemos reconocer frente a los dramáticos y trágicos avatares a los cuales han sido sometidas sus responsabilidades no solo como responsable del Estado y el Gobierno venezolanos como director y líder de la Revolución Bolivariana con su adendum-conceptual "chavista", no solo ha evitado la debacle del proceso revolucionario sino que ha diseñado su evolución en el propio proceso evolutivo-perfectible con nuevas ideas en conjugación con las realidades que se han ido expresando tanto en la propia lógica conceptual revolucionaria como confrontando las presiones externas que no solo se han mantenido sino que se han venido profundizado en su lógico desarrollo en el marco de las contradicciones geopolíticas como geoestratégicas internacionales.

La etapa-2021 ha comenzado con una concepción de la Política, con mayúscula, en consonancia ante las realidades internas y externas, ante las cuales se está viendo sometida, en las actuales y objetivas realidades, la Revolución Bolivariana y Chavista, ello sin negar su propio desarrollo conceptual-revolucionario; es decir, el desarrollo dialéctico-conceptual de la revolución como dinámica histórico-precedente en considerando la abstracción como tal.

En ese orden de ideas, la presente etapa-2021 se verá seriamente afectada por dos escenarios cuales consideramos son de importancia vital para el propio proceso revolucionario venezolano y allende fronteras. En este orden, nos consideramos que los factores políticos y sociales de izquierdas deberían asumir tales retos con la más profunda objetividad, claridad político-ideológica, la máxima capacidad de compromiso en las explicaciones conceptuales que significan las directrices político-pragmáticas que se expresen desde el Legislativo, desde el Ejecutivo, como desde las propias realidades reales de "lo militar-nacional". Todo ello en el frente interno-nacional.

Lo inmediato anterior va a estar seriamente sometido a los avatares de la geopolítica internacional según los escenarios que se vayan desarrollando con respecto a los reales y objetivos intereses del imperio norteamericano. El real y objetivo escenario de la geopolítica internacional, como ya lo hemos expresado en anteriores escritos, se viene desarrollando desde la conjugación de dos factores históricos que han impactado profundamente la realidad del imperio norteamericano tanto en lo conceptual-sistémico tanto interno-nacional en lo social e ideológico como en su influencia internacional como sería la denominada "Crisis de Wall Street" como el escenario de las "Torres de Nueva York" y sus consecuencias posteriores aún latentes como, por ejemplo, la reciente crisis de Washington referido al "Asalto al Capitolio" en su significado socio-ideológico con rasgos en el inconsciente colectivo post-Guerra de Corea y subsiguientes conflictos bélicos en los cuales Washington ha sometido al pueblo estadounidense.

La actual geopolítica mundial se encuentra inmersa en una profunda restructuración global con trazos de manifestación a los históricos del desarrollo del capitalismo global que se expresó durante todo el siglo XIX, particularmente, en la Región de Asia-Pacífico. La agresividad imperial, en los actuales escenarios, se está manifestando en el Mar Muerto, Mar Báltico, ambos mares de China, en el estrecho de Ormuz, en la agresividad del Estado de Israel con sus vecinos y en el deshielo del Ártico. Abstrayendo percibimos que, curiosamente, hay una "peligrosa tranquilidad" en el Mar Caribe lo que significa que la tesis de Donald Trump de "América para los americanos", en su nueva reingeniería, continúa vigente con Joe Biden junto con su nuevo (sic) Canciller, émulo de Mike Pompeo. Es decir, la amenaza permanente de Bogotá no solo sigue presente sino por los movimientos políticos decididos en fechas recientes se están profundizando en lo sico-militar-invasivo.

Las izquierdas venezolanas y allende continentales deben asumir el "estado de guerra" que se viene desarrollando en sus profundidades sobre Venezuela cual se está agravando con la crisis del Covid-19 por sus incidencias en las diferentes variables que impactan sobre lo social y otras realidades nacionales cuales son de considerable consideración. El discurso circunscrito, únicamente, a la crisis del empleo, los salarios, crisis familiares por éxodos, las crisis referidas a la corrupción, el burocratismo, la política de calle, ciertamente son importantes variables que están incidiendo, gravemente, en el proceso revolucionario venezolano pero el simple análisis lógico-formal de dichas realidades sin describir las importancias de los "bloqueos" a los cuales se encuentran sometidos Venezuela y Cuba, sin considerar los comportamientos golpistas de las derechas criollas y allende nuestras fronteras históricas, sin considerar los factores y variables globales en la geopolítica mundial con sus impactos en las geo-estrategias de los países influyentes en los escenarios internacionales como sin reflexionar sobre las continuas noticias sobre los desarrollos militares, D&D, nuevos diseños teórico-militares, y movimientos de tropas en permanentes ejercicios todo ello bañado de petróleo, gas y minerales y metales, resumen, bien se dirigen, hacia la necesidad de reflexionar por ciertas izquierdas en las debilidades de sus análisis quizás consecuencias de la ausencia del análisis dialéctico.

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