Abandonado el camino al socialismo, ahora viene la cayapa del capitalismo

Sábado, 27/02/2021 01:13 PM

En un solo día han aparecido titulares de prensa que nos indican que hemos vuelto al pasado de la cuarta república, sus protagonistas son Consecomercio y Fedecámaras, demandando como siempre menos controles, dinero, endeudamientos que pagaría el Estado por ellos, manteniendo a raya la acción del gobierno en ese punto y pidiendo plata, plata, plata.

Nuestros capitalista coloniales saben que el nuevo modelo económico de Maduro consiste en construir la casa, empezando por el techo, que es lo que ellos quieren. El "comunista burgués", el economista Jesús Farías, propone comenzar a construir la nueva casa de la sociedad, hacer la revolución, colocando primero el techo, pero se les cae, lo vuelven a colocar y se les cae, vuelven a "promover la producción a manos de los capitalistas" y se les cae otra vez su plan, de estimular las fuerzas productivas capitalistas para que sean éstas los que nivelen los desequilibrios sociales más urgentes, mientras tanto ellos hace "como si…", el parapeto de que están haciendo una revolución con bolsas de comida mala y bonos limosnas para comprar cambures. Estos sabios, como intelectuales solo tienen el mérito de la fe y la terquedad de ir a contracorriente de la física y la lógica, en este caso, de la lógica del capital, la cual nos dice que por el camino del capitalismo nunca se puede llegar al socialismo (a la justicia social, a la igualdad social). El fundamento espiritual de la acumulación de capital es la codicia (la mayoría de ellos lo saben), el egoísmo mezquino que carga consigo la traición y la mentira (la demagogia); y la estupidez del éxito social en base al dinero que el gobierno mismo ha inculcado en las personas, en una sociedad de timoratos; un éxito que para un mortal en estas condiciones representará poca cosa.

Cuando se abandona la revolución socialista los controles adecos de Maduro solo encienden el motor de la vieja democracia. Comienzan las clásicas amenazas de controles de precios, al estilo adeco, simbólicas, solo para ganar votos y no tener que adelantar ninguna revolución: "Farmatodo deberá bajar precios de 742 productos y dar vuelto en divisas: Ministra Eneida Laya". Pero lo que se repite más, después de cada fracaso, son las promesas, como las de reactivar la economía, siempre, "para el año próximo"; los reimpulsos, y los reimpulsos de los reimpulsos: "Maduro: Estoy comprometido a recuperar el salario y las pensiones «fortalecer la producción nacional» e «impulsar las exportaciones», (lo dice) sin revelar más detalles."; "El Aissami le juró a Maduro que producción de Pdvsa será de 1,5 mbd para final de año". Sin embargo no hay revolución, lo que llaman revolución es el equivalente a la revolución que uno escucha en el himno de Acción Democrática, ¡pura paja! Maduro quiere impulsar las exportaciones de un país donde su población, la que trabaja, no cuenta con un verdadero mercado dentro, nada adentro, ni alimentos ni, medicinas, ni siquiera gasolina: un país exportador y un pueblo muerto de hambre y necesidades. Y ni siquiera se molesta en explicar cómo y por qué van a exportar lo que no tenemos; solo lo promete y ya, ¡magia!

Al restaurarse la vieja democracia se es libre de tomar decisiones "democráticas", "sin complejos", como las privatizaciones: "HispanoPost: Molvinet habría sido comprada por el magnate Carlos Slim"; "Transfirieron Agropatria, Lácteos Los Andes y otras empresas expropiadas a inversores privados: Bloomberg", y comienza todo de nuevo. Los empresarios intentan cercar al gobiernito de turno para que haga los que ellos quieren: "Consecomercio: El 7+7 no logró su cometido porque el comercio se paralizó hasta en un 90%"; "Capozzolo, a ND(Noticiero Digital): Las fiscalizaciones son normales, pero no para obligar a los comercios a fijar precios"; "Volver al control de precios nos llevará a la escasez de años anteriores: Luis Bárcenas"; "Socías López, a ND: La medida contra Farmatodo es demagógica e ineficiente, pero no afectará la apertura"; "La última vez que obligaron a una empresa a bajar precios "ni acetaminofén encontrábamos": Luis Oliveros"; "Fedecámaras pide a Maduro concesiones para operar gasolineras e importar": "Fedecámaras Carabobo denuncia que empresarios están "asfixiados" por aumento de impuestos a más de 350%", como si no hubiera pasado el tiempo de la cuarta.

En la democracia económica que ellos quieren reponer – y que quieren reinstalar estados unidos y Europa – la economía es manipulada como herramienta de poder y control. Mientras no esté totalmente en manos privadas el gobiernito de turno no tendrá respiro por sus demandas y ataques en base al chantaje de la producción. Cuando por fin sean los privados quienes decidan, se retoma, con rostro democrático, la hegemonía de una sola clase, esa cosa tan natural que ahora llama Maduro "guerra económica", que es lo mismo, pero en la "guerra económica" de maduro el gobierno como Estado no participa, solo pide que le den una tajada de la renta, y por carambolas, sus altos funcionarios, o sea, que hablan de una "guerra económica" porque los ricos no quieren que ellos, el gobierno, les administren lo que consideran suyo. La democracia económica donde "todos cabemos" es la forma clásica con la cual los ricos expropian al resto de la sociedad, mediante la mentira, la demagogia, el chantaje de sus leyes… y la ignorancia (la disociación, por ejemplo, un gerente enfermo y muerto de hambre de una agencia de banco va creer, a lo largo de su existencia, que ha sido afortunado).

"Según el Banco Central: Venezuela cerró el 2020 con una inflación de 2.960%" | febrero 12, 2021 Esto le da esperanzas a la mente indescifrable de Jesús Farías. Mediante el "método liberal", mediante el pragmatismo del "comunista burgués" llamado Jesús Farías, si realmente confiamos en que la codicia pueda llegar a convertirse en altruismo y en justicia social, para cuando la inflación en Venezuela sea del 05% (entregados al buen corazón de los capitalistas), mediante tal método de dejar hacer a los capitalistas lo que les da la gana, podríamos convertirnos en otro país, más fuerte (económicamente hablando), pero OTRO país, con otro nombre o sin nombre, con otros habitantes, otra "estirpe"; estaremos en otro siglo. Para cuando la inflación tenga dos dígitos, con el "método liberal" de estimular la producción entregándoles todas las ventajas a los más ricos, de aquí a allá varias generaciones de venezolanos habrán muerto de mengua; eso nos dice el sentido común, no hay que ser marxista para darse cuenta.

La promesa de desarrollar las fuerzas productivas en un país colonizado, física y espiritualmente, el cual practica un capitalismo retrasado, colonial, parásito de la renta del Estado, es un reto para el que la hace y para el sentido común, el cual nos dice que sin independencia de la codicia capitalista no hay fuerzas productivas que valgan, solo robo y hambre para los que menos tienen o no tienen nada, por un grupito que impone sus reglas y conductas, explotando y corrompiendo a la sociedad, física y espiritualmente.

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