La IV y la V Repúblicas, las morochas. Una novela de amor y odio fraternal

Lunes, 05/04/2021 03:45 PM

Mi amiga Beltrana, carupanera, de cumpleaños ese día, llamó por teléfono, a su hermana morocha, que vivía en Rio Caribe y le dijo con extremada alegría:

- ¡Buen día, hermana de mi alma! ¿Cómo amaneciste? Supongo que, con la misma alegría mía, por este cumpleaños. ¡Felicitaciones hermana!

La hermana, que había amanecido con la misma euforia, contestó:

- "Gracias hermana por haberte acordado de mi tan temprano. Eres la primera que me llama, pues ninguno de mis hijos hasta ahorita lo ha hecho".

Y Continuó la hermana morocha de Beltrana:

- "A propósito Beltrana, para que no se me olvide y pagarte con la misma moneda, recuérdame, ¿cuándo cumples año tú?"

Los morochos, en la especie humana, dicho así para no invadir espacios que desconozco, generalmente nacen uno detrás del otro. Primero sale uno y luego el otro. Siempre suele hablarse de uno mayor que el otro y preguntarle a los morochos, "¿cuál de ustedes dos nació primero?"

Y, en buena medida, los morochos se parecen en lo que uno puede observar con mayor facilidad, los rasgos físicos, lo externo y por demás evidente.

La IV, como es obvio, es la morocha que nació primero, tanto que, no el mismo día, sino unos cuantos años antes, porque el proceso histórico es de esa manera, digamos que singular. La barriga es más grande, lo demás también y las contracciones más distanciadas, hasta mucho más de lo que cree mucho ortodoxo. Por eso, ella y la V se parecen, pese haya quien porque uno diga esto se moleste y nos manifieste con rudeza, "no te pongas pepito", como dijo un carajito, quien, acompañado de su madre, abordó un taxi, al conductor mientras le mostraba una pistola, y agregó, "porque, si te pones pepito, te meto cuatro plomazos. Entrégame todos los reales que tengas y coge pa` donde te voy a decí".

Y dijo cuatro, no dos ni tres, pues los orientales, en estos casos, suelen escoger el cuatro, no sé porque, aunque podría ser para ponerle música y ritmo haciendo alusión al instrumento tan de uso y fabricación en la región.

Entonces, la V sería la hermana morocha, como la hermana de Beltrana o ella misma que nació varios años después de la IV y por eso suelen no reconocerse. Cada una dice por su lado, con tono de certeza:

- "No parece mi hermana morocha. Es más, creo que no lo es porque en nada nos parecemos".

Pero pese ellas se nieguen y hasta rechacen una a otra, no sólo son morochas, sino que por demás se parecen, lo que no significa sean iguales, porque eso es imposible.

Veamos por qué decimos esto. Esa vaina que llaman cooptación que se metió en los estatutos del PSUV, como una opción emergente, para que la dirección tuviese como encarar alguna contingencia, como algún acuerdo forzoso pero necesario en el manejo de la unidad y política de aliados e incluso, garantizar que, aquella gente de la que suele haber, con mucho que aportar pero de poca figuración, sin carisma, atractivo para la multitud, puedan acceder a los cargos directivos y participativos y hasta protagónicos, mediante ese procedimiento, se ha convertido en ese partido en lo habitual y hasta casi única forma de escoger dirigencia y representación. Sólo basta que lo decida el "presidente" del partido, amparado este en el Congreso del mismo, escogido mediante el igual procedimiento. Es decir, el Congreso escogido sus integrantes, uno a uno, por decisión del presidente, a su vez a este autoriza para designe por cooptación a todo el funcionariado del partido, la representación parlamentaria y quienes opten por cargos de gobernadores, alcaldes, diputados. ¿Eso es nuevo y original? ¿No lo hacía antes la otra morocha y lo siguen haciendo los partidos inherentes a esta?

Pero lo más triste de todo no es eso, sino haya quienes, no sé si por "comodidad", entendida la palabra en toda su extensión, o ignorancia, eso salga a explicar, justificar y exhibir como sabia y democrática decisión, con lo que sin saber declaran, "al carajo lo participativo y protagónico" y hasta aquello que solía decir Chávez, "hasta que las piedras hablen".

Y esto no es nuevo y en consecuencia original, es una copia exacta de lo que hacían en la IV República y lo que los demás partidos hacen.

Ahora como antes, a las entidades federales, a la gente que en ella vive, le imponen gobernadores, alcaldes y diputados de Caracas. Pasan por alto, muchas cosas, entre ellas una que me dijo Teodoro Petkof, quien nunca fue mi amigo ni gozó de mi apoyo, lo digo por si acaso, cuando por azar, estando él de visita en Barcelona, nos encontramos de frente, los dos sentados en la misma mesa en el Club del Colegio de Periodistas.

- "A la hora de decidir algunas cosas, se refería a esto de las candidaturas, "hay que tomar en cuenta que este país se igualó. En cualquiera de nuestras ciudades, del oriente, centro u occidente, halla usted gente tan valiosa, llena de méritos, como en Caracas".

Y en efecto, así es. Y al no hacerlo, pasarlo por alto, se incurre en un error que se paga muy caro.

Y ese error, lo cometió en abundancia la IV, lo siguen cometiendo los partidos que de ella vienen y lo cometen "los nuevos", los que ofrecieron "cambiar todo lo que sea cambiable".

Recuerdo un muy curioso, por lo exagerado, caso, de un personaje nacido en oriente, donde vivió toda su vida, que estando en aquella alianza MAS-MIR(Moleiro), fue incluido en la plancha de diputados por el Estado Zulia, donde nunca había ido, entre otras cosas "porque eso queda muy lejos", y salió electo. Y fue al Zulia sólo a buscar su carta que lo acreditaba como tal y no volvió más "y ya pa`que", como en estos casos solemos decir por estos lares.

También como Héctor Pérez Marcano, a quien llamaban "El Macho", también del MAS-MIR, nativo de Margarita, pero "navegao" para Caracas desde muchachito, de donde sólo salió por tiempo largo cuando se fue para Cuba a "entrenarse" y regresar en aquella quijotesca operación conocida como "invasión de Machurucuto", para subir al cerro El Bachiller a incorporarse a las guerrillas, se presentó un buen día al Colegio de Abogados de Barcelona a promover su candidatura por Anzoátegui donde nunca había estado, por lo menos, más de tres días. Y también salió electo, lo que fue como si hubiesen puesto en las distintas alcabalas a lo largo de la carretera que conduce de Caracas hasta acá, un aviso estruendoso, "Pérez Marcano a Anzoátegui no se te ocurra venir".

Sé que no es necesario repetirlo, pero aquí y ahora, hacerlo se hace necesario para no darle cuerda a cierta gente, pero diré que eso es lo mismo que hacen ahora en todos los partidos.

¿Y qué me dicen de la regaladera?

Eso de la regaladera no es nuevo, viene de la IV. Antes como ahora regalaban casas y los candidatos a algún cargo, repartían sacos de cemento, planchas de zinc, eso sí, vainas difíciles de "cargá" y había que ir a buscarlas. Ahora no, los de la V regalan mortadela y cosas costosas, pero livianitas y, además, las ponen en la puerta de la casa. La diferencia, motivo para pelear, es que la esta dice que regala más que la IV y lleva la cuenta exacta.

Las expropiaciones de empresas quebradas, pagadas por encima de su valor, como haciéndole un favor al dueño, para cerrarlas, lo que significa asumir el pago de la nómina del personal, las inventaron Carlos Andrés Pérez y Gumersindo Rodríguez, durante aquel "proceso", así le llamaron también, de la "Gran Venezuela", de cuando el Dr. Prieto, de manera jocosa, dijo "sólo falta que Carlos Andrés nacionalice la basura y funde la empresa Basura-Ven".

La gente por las redes se queja y denuncia que la nómina de personal del gobierno está repleta, hasta los tequeteques, por una vaina que llaman nóminas paralelas y chamba juvenil, con gente no inserta en ningún plan productivo, pues quien eso inventó sólo buscaba que fuese el Estado quien pagase eso que, en la jerga partidista, se llama "el funcionariado del partido".

¿Y la corrupción?

¿Y hay algún tonto por allí creyendo que todo eso es nuevo, un invento de la V?

No. Quien eso crea estaría pelando. Todo eso también viene de la IV.

Sin duda son morochas, aunque se tengan mutuamente arrechera, porque quizás por serlo, en un cómo proceso de confusión, se enamoraron del mismo hombre. Y averigüe, jorungue lector y por su propia iniciativa hallará una larga lista de cosas que, ambas morochas, comparten y hasta, para mejor decirlo, que la IV le dejó en herencia a la V.

Y por lo tanto que se han distanciado, no porque una nació primero, hasta con años de por medio, ni porque se hayan dejado de parecer, que demasiado se parecen, sino por haberse antojado del mismo tipo, quien anda ahora apechugado con la V, desde el principio, el mismo día del nacimiento de esta, se cogieron tremenda calentera, una contra otra.

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