Diario de una Cuarentena: Capítulo Ciento Noventa y Cinco

Análisis del nuevo cuadro geopolítico en Suramérica

Lunes, 19/04/2021 12:44 PM

Para el momento en que escribo estas líneas, estamos conmemorando los 211 años del primer amanecer de libertad que vivimos en Venezuela. No fue como tal un grito de independencia, pero fue el primer germen que se fue inoculando para ir generando las condiciones más propicias para lo que ocurrió un año después en el marco del primer congreso de Venezuela, como lo fue la posterior Declaratoria de Independencia.

No en balde, nuestro inolvidable Comandante Hugo Chávez en su testamento político, en su Plan de la Patria, planteó que el primer objetivo histórico del mismo debía ser defender y expandir el bien más preciado que hemos conquistado durante estos últimos 200 años y que no es más que la independencia nacional.

Es así, puesto que podemos perder muchísimas cosas, pero si perdemos la independencia, una nueva forma de esclavitud le legaremos a las futuras generaciones a la posteridad, y esto no nos lo perdonarán.

Reflexiones estas que me permito realizar en este día especial para las venezolanas y los venezolanos, pero que hago extensivas a nuestra vecindad más cercana.

Tenía pendiente en esta columna formular un conjunto de reflexiones a raíz de los recientes resultados electorales en Bolivia, Ecuador y Perú mucho más profundas que la mera evaluación superficial que hice con los datos disponibles en ese momento. No obstante, y gracias a unos excelentes aportes del poeta Héctor López, creo que podré dar en el mero centro de lo que pretendo transmitir en estas líneas.

Y esas reflexiones van por este tenor.

Así como en el Ecuador le llegó la hora, le tocó el turno a Lasso; así se aproxima la hora de la Keiko Fujimori. Eso ocurre porque dentro de las estructuras de poder siempre funcionan las jerarquías y se respetan los roles. Al fin y al cabo son estructuras empresariales y se reparten el trabajo. Es por ello más factible y controlable la hija del ex presidente peruano que el advenedizo candidato radical de la izquierda. La enseñanza la aprendieron y seguro la asimilaron con Hugo Chávez.

De esa forma vendrán en el Perú un ciclo de arduas y candentes negociaciones tanto en lo domestico como en el panorama regional.

Con Keiko como candidata de la derecha radical, será factible redimensionar las relaciones comerciales y de producción con China y sostener el denominado Grupo de Lima. Detendrían de esa forma los posibles focos de reorganización y articulación de los movimientos progresistas, mucho ojo con esto, que algunos no hemos querido entender esto en el marco de los nuevos conflictos políticos que se avecinan, y más con la pandemia de la Covid 19.

Esta postura nos abre una interrogante. Entonces, ¿qué pasó en Argentina y México? ¿Será que el desprestigio y deterioro de todas las estructuras de producción, económicas y del Estado estaban en tal punto que anunciaban cambios radicales’. Frente a eso y con una organización y estructura del Estado desmontada y traspasado el espacio de comercialización y seguridad a la parapolitica y bacrim?

Es realmente muy poco y por tanto insignificante lo que pueden hacer u adelantar las temporales autoridades. Sus roles se concreta en ser administradores y lograr la contención de estallidos sociales.

Al tiempo que cubren con un manto de impunidad y olvido a los flamantes ex mandatarios. Casos como el Temer, Fox, Peña Nieto y el más vulgar de todos: Macri.

Les queda el problema o molestia de Honduras con su presidente y Paraguay porque las fuerzas sociales está afirmando dinámicas y estructuras de Estado y producción que les resta a la hegemonía para la política que domina al continente.

Y como siempre, los movimientos de izquierda reducen y dividen bajo diferencias teóricas o de criterios. Es así como México quedó en manos de las bacrim y los paramilitares mientras el Ejército Zapatista se dio el lujo de abstenerse en unas elecciones y eso le costó mucho más que décadas de retroceso en los procesos sociales, sino que costo muchas vidas. Igual historia se repite bajo la traición del ecuatoriano Yaku Pérez.

La pequeñez y falta de visión como proyecto a largo plazo, la falta de verdadero liderazgo, la ceguera en el análisis y el no cumplimiento de los proyectos le permite a los poderes de la explotación y la muerte sostenerse en el poder e instaurar su reino de injusticias y explotación.

Reflexiones estas que espero puedan servir para no seguir cometiendo algunos errores y lograr, en estas tierras de los libertadores de América, nuestra segunda y definitiva independencia.

¡Bolívar y Chávez Viven! ¡Y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!

¡Independencia y Patria Socialista!

¡Viviremos y Venceremos!

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