Diario de una Cuarentena: Capítulo Ciento Noventa y Seis

En homenaje a Edgar Márquez y Diego Olivera

Martes, 20/04/2021 01:22 PM

En esta entrega, quiero rendir homenaje a dos grandes camaradas a los cuales he tenido el honor de conocer. Uno ya partió a la eternidad, como lo es el camarada Edgar Márquez, de los colectivos de camaradas y compatriotas que fueron víctimas del acribillamiento y de las balas asesinas de la PM de Peña durante el zarpazo del 11 de abril de 2002 contra nuestro Comandante Hugo Chávez; y el otro, un hermano de la Patria Grande, me refiero al Director-Editor del portal Barómetro Internacional, me refiero al camarada Diego Olivera.

Creo que a ambos aplica lo que Bertolt Brecht señaló en algún poema que leí por ahí: "Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que lucha un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: Esos son los imprescindibles".

Edgar Márquez, quien era colega abogado, resultó herido gravemente en uno de sus brazos producto de la salvaje represión de la entonces Policía Metropolitana durante el Golpe de Estado contra el Comandante Hugo Chávez. Durante años debió ajustar un dispositivo clínico (tutor) en pro de sanar la extremidad afectada durante ese terrible día.

Pese su estado de salud, Edgar presidió el Comité de Víctimas de Puente Llaguno, en la que pudo acompañar a compatriotas en diferentes latitudes en las que denunció el atentado contra la institucionalidad durante ese día.

Pero lo que más debo resaltar de Edgar, era su don de gente y su sencillez. Tuve la oportunidad de conocerlo, la fecha como tal no la recuerdo, pero si sé que fue en alguna convocatoria realizada por la entonces Asamblea Popular de Caracas (APORREA) en la que coincidimos muchas veces.

Edgar era uno de mis más fieles lectores y siempre estuve atento a sus consejos, críticas y recomendaciones en cuanto a los modestos aportes en mis artículos. Incluso en una ocasión intercambiamos números de teléfono para mantenernos en contacto con respecto a algunas actuaciones en materia de Derechos Humanos, por coincidir no sólo en la rama del Derecho sino en ese activismo en particular.

Siento que, a casi a una semana de su partida física, le debía unas líneas y rendir tributo a un gran camarada, amigo y compañero.

Deseo que vuele alto, y que desde donde esté nos siga iluminando y guiando en nuestro camino y diario andar.

Pero también soy de los que cree que no todos los homenajes y consideraciones debemos darlos a los afectos cuando fallecen, sino aprovechar también cuando viven para que sepan el lugar especial que ocupan en nuestro corazón. Y es ahí donde tributo y dedicó también estas sentidas líneas al camarada Diego Olivera.

Recientemente, recibí en mi correo una carta de Sylvia Ubal, una de las editoras del portal Barómetro Internacional, en la que nos informa que el compañero Diego Olivera, quien se encuentra en su país de origen, la República Oriental del Uruguay, en la que informa sobre su delicado estado de salud producto de una enfermedad que ha deteriorado de manera considerable su salud en las últimas semanas y en especial en los últimos 8 días.

Asimismo nos indica Sylvia que Diego se encuentra hospitalizado para lograr estabilizarlo y lograr que pronto pueda ser dado de alta, para continuar con su tratamiento y recuperación a domicilio. Todo ello demandando y demandará a nivel familiar un cambio radical a la gestión del portal Barómetro Internacional, proyecto gestionado por Diego, su esposa y en su momento por Miguel Guaglianone (ya fallecido).

Tanto a Diego, a Miguel y a Sylvia los conocí en estos tantos encuentros de lucha popular y que los caminos van haciendo que vayamos convergiendo y encontrándonos. Gracias a ellos, varios de mis modestos aportes han salido publicados a nivel suramericano y llegado a varios países y correos a través de Barómetro Internacional.

Y es en ese sentido que agradezco todo el apoyo prestado por Diego Olivera Evia, hago votos porque se recupere y acompaño desde la distancia a su esposa Sylvia Ubal.

Por eso es que he señalado que esta columna en ocasiones estará cargada de humanidad. Porque antes que analistas, somos primeramente seres humanos, y antes que seres pensantes y conscientes, somos seres sintientes.

Y también como me lo indicó recientemente un buen amigo, que también sigue mucho estas líneas, que ante estos tiempos de pandemia, me dejo el siguiente consejo y reflexión que me quiero permitir compartir con todas y todos ustedes: "Cuídate Hermano, Cuídate mucho. Son demasiados los dolores cercanos en estos últimos treinta días".

Y vaya que los dolores y los golpes han sido duros y demasiados, pero no hay de otra, debemos seguir adelante.

¡Bolívar y Chávez Viven! ¡Y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!

¡Independencia y Patria Socialista!

¡Viviremos y Venceremos!

 

 

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