En el mundo, el odio se ha hecho más virulento y existe un todos contra todos. El está en todas partes, cualquiera lo adopta en cualquier situación y contra cualquier persona. El odio está en la familia, en la política, en la iglesia, en fin, en todo. Hay quienes no pierden tiempo en demostrarlo. A continuación, se muestra la opinión sobre el odio que tienen los siguientes personajes:
Plutarco: El odio es una tendencia a aprovechar todas las ocasiones para perjudicar a los demás.
Lucio Accio: Que me odien con tal de que me teman
Marco Poncio Catón: Cuídate de que nadie te odie con razón
Jacinto Benavente: Más se unen los hombres para compartir un mismo odio que un mismo amor.
Santiago Posteguillo: Él sabía bien de odios, pues el que odia con tenacidad sabe reconocer bien ese mismo sentimiento en otros y sabe apreciar cuándo una animadversión es ya definitiva e irreversible
Alphonse Daudet: El odio es la cólera de los débiles.
François de La Rochefoucauld: Cuando nuestro odio es demasiado profundo, nos coloca por debajo de aquellos a quienes odiamos.
Víctor Hugo: Cuanto más pequeño es el corazón, más odio alberga
Jean Paul Sartre: Basta con que un hombre odie a otro para que el odio vaya corriendo hasta la humanidad entera.
Graham Greene: El odio no es más que carencia de imaginación
Hermann Hesse: Cuando odiamos a alguien, odiamos en su imagen algo que está dentro de nosotros
Friedrich Nietzsche: El amor y el odio no son ciegos, sino que están cegados por el fuego que llevan dentro
George Bernard Shaw: El odio es la venganza de un cobarde intimidado
Alessandro Manzini: Poder odiar y ser odiado sin conocerse es una de las ventajas de este mundo.
Bertrand Russell: Pocas personas consiguen ser felices sin odiar a otra persona, nación o credo.
Ugo Foscolo: El odio es la cadena más abominable con la que una persona puede obligar a otras
William Shakespeare: Si las masas pueden amar sin saber por qué, también pueden odiar sin mayor fundamento.
Tennessee William: Creo que el odio es un sentimiento que sólo puede existir en ausencia de toda inteligencia.
¡Para reflexionar en estos tiempos difíciles y duros!