Las elecciones, inútil recurso del fracaso madurista

Viernes, 07/05/2021 05:06 PM

El madurismo se apresuró a excretar un CNE. En medio de esta profunda crisis del país y del descrédito total del gobierno y de la oposición, apelan con desespero a la pócima milagrosa de las elecciones burguesas. Encendieron la pipa del opio, todo está preparado para agüebonear a la masa. Presienten que su salida por la fuerza se hace inevitable, muchos allá adentro la anhelan, sería una manera de evadir una responsabilidad que les quedó grande. 

Convocan a elecciones, ya los oportunistas mueven sus recursos, y los desilusionados buscan aliviaderos en ella. Las elecciones capitalistas, y éstas lo son, tienen varias funciones: son distracción para las masas, le dan una sensación de cambio (cambiar para que la esencia quede igual), inducen una efímera esperanza… De esta manera funcionan como válvula de escape, también les son útiles para repartir prebendas en los cuadros medios, sirven de instrumento clientelar. Aunque, quizá, su mayor utilidad es la conciencia individualista y lúdica que siembran en la población, funcionan como una lotería: si gana un candidato es como un premio a sus seguidores que esperan las prebendas prometidas, puestos, contratos y otras canonjías. 

En resumen, las elecciones son un negocio redondo para el madurismo, sirven de válvula de escape, de instrumento clientelar, y de refugio apaciguador de los antes revolucionarios. Y, además, permite afianzar la base psicológica egoísta del capitalismo. Las elecciones, tal como las plantean los capitalistas-maduristas, son un acto individual, sin visión de sociedad, de colectivo, la decisión es personalísima. 

No se equivoca el madurismo al convocar elecciones, es su última opción, difícilmente le funcione, la crisis es demasiado profunda para el éxito del opio. Las soluciones son de fuerza, el capitalismo para regularizar el país necesita una alto grado de represión, para eso precisa de una dictadura. La otra opción es regresar al camino de Chávez, emocionar al pueblo en la construcción de su futuro, convocar su esfuerzo para salir de la crisis. 

La pregunta que surge es ¿cuál debería ser la posición de los chavistas socialistas en relación a las elecciones? La participación en las elecciones no son un asunto de principios, se debe tomar una decisión considerando la situación de cada elección, las condiciones del campo revolucionario. 

Lo primero que se debe considerar es que las elecciones no se prestan para la acumulación de fuerza de un movimiento revolucionario débil. La participación en frío, en estas condiciones, sería jugar con las reglas del capitalismo, certificar el opio electoral. Se debe participar sólo cuando haya condiciones psicológicas, espirituales, de vencer porque han sido precedidas de una acción que motorice a las masas, las eduque, las despierte hacia rumbos diferentes de la parsimonia electoral capitalista. 

Debe ser una participación en caliente, con las masas estimuladas, motorizadas con la acción, síntesis de la ideología revolucionaria. La acción debe movilizar a las masas, enseñarle en la práctica las intenciones, los fundamentos, de la ideología que mueven al campo revolucionario. La acción es un complemento a la retórica, una certificación a las palabras, un relámpago que anuncia lealtad con lo proclamado.

Entonces hoy, la tarea fundamental del chavismo socialista no es participar en estas elecciones que, claramente, convoca el madurismo con el agua al cuello; es, al contrario, preparar la acción que despierte a las masas, que le enseñe el camino y le muestre el desprendimiento, la valentía, de los ejecutores de la acción. Por supuesto, el camino revolucionario no es cómodo, tiene alto riesgo, pero como diría Argimiro: es el camino. 

¡UNA ACCIÓN, UN RELÁMPAGO QUE CAMBIE LOS COLORES DEL PAISAJE!

 

Nota leída aproximadamente 2334 veces.

Las noticias más leídas: