Lula y Cardoso se acercan por Bolsonaro. Amigo Juan Veroes, no se encierre en un falso dilema

Sábado, 22/05/2021 02:42 PM

Este asunto brasileño me viene al pelo. Era algo que andaba como buscando, para responder a las dudas, porque son eso, dudas, no hay seguridad, certeza, difícil que pudiera haberla en él, un hombre como el Juan Veroes, que creo conocer, en estos momentos de la historia nacional que son dramáticos. Y lo son porque, un volver a las viejas políticas neoliberales, al entreguismo desmedido de nuestros recursos, es tan nocivo como mantenernos anclado donde estamos, que hasta parece más bien que fuésemos en retroceso a la Venezuela de los tiempos de la Guerra Federal, donde el feudalismo y el esclavismo todavía mantenían sus huellas. Sí, es muy malo que la vieja política retorne, pareciera que también lo es seguir en lo que estamos, en un trágico momento que quienes gobiernan parecen no saber qué hacer.

Juan, por su trayectoria, su vida, merece respeto y uno está obligado a eso y saber usar las palabras y manejar las ideas, al momento de rebatirlo. A un hombre de sus méritos y fortaleza moral hay que cuidarlo y cuidar su amistad.

Por cierto, antes de seguir, como Juan dice, siempre ha estado en el mismo campo de batalla desde joven y ahora tiene 81años, le digo lo mismo, salvo que yo tengo 83.

Y digo que creo que en Juan no hay certeza, porque sabiendo uno lo que piensa, ha sido, no concibe que frente a la actual coyuntura se plantee el asunto como si estuviésemos sometidos al fatalismo que el describe. No concibo que no vea en el escenario nacional, en el verdadero y amplio paisaje que tenemos al frente, sino esa visión derrotista y estrecha que nos pinta, una como que, al parecer, no tenemos "para dónde coger". Un coge o lo dejas.

Pero mi amigo dice "debo confesar que me jacto de saber él porque está sucediendo lo que sucede, o sea el origen o causas de los hechos que estamos viviendo y las consecuencias o efectos que sobre nosotros tienen y seguirán teniendo de no cambiar las causas que los originan."

Sí, Juan bien lo sabe y sabe la versión completa. Como que hay un enemigo que acosa, pone sanciones, conspira, desata una guerra sobre Venezuela en distintas versiones y hasta ya nos tiene agarrados por el cuello. Eso él lo sabe y nosotros también. Pero los dos sabemos, pues bien sé que él lo sabe, que como en toda guerra, en la nuestra hay dos combatientes y digamos, hay uno que agrede sistemáticamente y lo viene haciendo con persistencia y saña, desde hace 20 años.

Quien a lo interior ataca, apoyado por el imperialismo y toda su parafernalia, y que además hasta roba descaradamente recursos nacionales, actúa como a la libre, pero el agredido como que no sabe, no quiere o no puede defenderse. Y lo que es peor, se distancia y distancia a quienes con él coinciden en mucho más que lo que imagina. Sólo que, su sectarismo, pequeñez y deseo de favorecer a cúpulas y engreimientos, no le deja mirar más allá de sus narices. Y siendo así, como el mismo Juan dice, las cosas seguirán "de no cambiar las causas que los originan."

El interés nacional, eso que incluye todo, lo material, la poesía, el himno "gloria al bravo pueblo", la historia, los héroes de verdad como Bolívar y Sucre, la bandera con todas las estrellas que debería tener para que en ella esté el país todo de ahora, no es inherente sólo a un pequeño grupo, a una ronda que se concibe como los únicos dignos de hacer patria y derrotar al gran enemigo. Hay mucha más gente de lo que habitualmente los sectarios creen.

Por eso, a mi amigo Juan Veroes, le digo que, no se trata de entregarse al pasado o volver a él, tampoco lanzarse en brazos de quienes eso representan, ni "venderse al imperialismo", como que quienes no asumimos al gobierno de ahora tal como él es, el pertinente para seguir liberando este combate, somos agentes de la CIA y el imperialismo, que es serlo hasta reclamar que a los trabajadores todos, empezando por educadores de distintos niveles, entre quienes está él y estoy yo, nos paguen salarios dignos y no tengamos que pasar el hambre que pasamos.

Es un falso dilema eso que, continuamos exactamente como vamos o nos entregamos al imperialismo y la derecha. Hay otras opciones. En el país sobra espacio para que gente del gobierno y hasta el gobierno mismo, halle con quien acordarse, en el diseño de una política que excluya a los sectarios, corruptos y falsos revolucionarios que defienden sus parcelas. Es elemental que, de los antiimperialistas, partidarios de un gobierno popular, democrático, donde predomine lo participativo y protagónico, que reconozca el derecho de la gente a opinar, destruya los cogollos y las tribus, que ponga énfasis en el rescate de nuestra economía desde una perspectiva nacionalista, hay en el gobierno y bastante más allá. Lo es la mayoría. Como es elemental que, en esos dos espacios, también abundan quienes defienden lo contrario, tanto que privilegian sus estrictos intereses personales y presionan para que todo siga como viene. Lo de "Lácteos los Andes", a manera de ejemplo, no es una estrella solitaria en el amplio cielo.

No estamos inexorablemente condenamos, como parece creer mi buen amigo Juan Veroes, a escoger entre el imperialismo, el neoliberalismo y sus partidos y grupos de derecha, que lo están aquí y allá, y la forma como se ha venido gobernando y la conformación de ese gobierno y sus alianzas. Hay otras posibilidades y habiéndolas, porque eso es sin duda verdadero, nuestro esfuerzo debe estar dedicado a impulsar un nuevo acomodo, justo como se intenta en Brasil, para salir de Bolsonaro. En nuestro caso, se trataría de arrinconar a quienes intentar subastar al país y quieren comprarlo muy barato y contra una política o no política, que pareciera muy bien decir está como con los brazos cruzados esperando que el ánima bendita venga a ayudarnos.

Está como demasiado claro que, no es asunto sólo de ganar elecciones, las que el gobierno ha ganado y pudiera volver a ganar, dadas las dificultades en el mundo opositor y la magnitud de la amenaza de abstención, sino de una política y la configuración de una fuerza que impulse los cambios y obligue al enemigo a retroceder.

Esto que se mueve en Brasil, debe servirnos de guía y hasta orientación.

Según la periodista brasileña Flávia Marreiro, en nota que le publica el diario madrileño "El País", "Los expresidentes de Brasil sostienen una reunión sin precedentes en democracia, con la mira puesta en las elecciones del año próximo". Se refiere a una reunión sostenida en Luis Ignacio Da Silva "Lula" y Fernando Henrique Cardoso, apenas ayer viernes.

Cardoso fue presidente de Brasil entre el 1° de enero de 1995 hasta el 31 de diciembre de 2002. Como gobernante, igual que en casi todo nuestro espacio en su tiempo, lideró una política neoliberal que, entre otras cosas, puso énfasis en la privatización de empresas públicas, particularmente en el sector de la energía eléctrica y las comunicaciones.

Coherente con lo que había sido, Cardoso se abstuvo de apoyar en las pasadas elecciones que ganó Bolsonaro, al candidato del PT, Fernando Haddad, pero ahora se ha manifestado en disposición de apoyar a Lula, en la segunda vuelta contra el actual presidente en las elecciones del año venidero.

La manifestación de Cardoso está sujeta a que su partido lanzaría candidato para la primera vuelta, pero dados las encuestas y los antecedentes, sabiendo que, de haber una segunda, casi seguramente la habrá, entre Lula y Bolsonaro, él apoyaría al primero y presionaría para que su partido lo haga oficialmente.

Como hemos dicho y ya es del dominio público, los dos expresidentes se han reunido y coincidido en el peligro y malestar que representa para el pueblo brasileño la continuidad de Bolsonaro en el poder. Y la importancia de esto se mide, al tomar en cuenta que, ha sido el enfrentamiento entre Cardoso, un político centrista y como ya dijimos, quien aplica bajo su gobierno una política de tinte neoliberal, y Lula, sindicalista de la izquierda, lo que caracterizó la vida política brasileña entre 1995 y 2002.

Según las encuestas, Lula mantiene una ligera ventaja sobre Bolsonaro y en medio de esa pugna, cuando el primero, habiendo recuperado sus derechos civiles está desplegándose virtualmente en campaña y en medio de esa pugna, Fernando Henrique Cardoso ha dicho "No sé si [Lula] representa el futuro de Brasil, pero Bolsonaro representa un futuro que no me entusiasma. Si no hay una tercera vía, estoy con Lula."

Lula no se ha declarado oficialmente candidato, pero no hay duda que anda en campaña, como Cardoso, ante la emergencia de deshacerse de Bolsonaro y, en las últimas semanas ha intensificado sus contactos con dirigentes de izquierda y de centro, por eso ha dicho "Si [en 2022] soy el mejor colocado para ganar y estoy con buena salud, entonces sí, no lo dudaré".

https://www.jornada.com.mx/notas/2021/05/21/mundo/ex-presidentes-de-brasil-preocupados-por-negligencia-de-bolsonaro/

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