Mejor ser objetivo que subjetivo

Martes, 25/05/2021 12:52 PM

"En la crítica seré valiente, severo y absolutamente justo con amigos y enemigos. Nada cambiará este propósito": Edgar Allan Poe

Objetividad

La objetividad es un sustantivo que significa la falta de sesgo, juicio o prejuicio. El mantenimiento de la propia objetividad es el trabajo más importante de un juez. El significado del término objetividad es fácil de recordar, cuando se ve la palabra "objeto" incrustada en su interior. Si bien puede ser difícil demostrar la objetividad sobre las personas o los animales domésticos, es fácil ser más "objetivo" con los objetos. Puedo demostrar objetividad con una caja de piedras; es mucho más difícil demostrarla con mi perro [1].

Lo contrario de la objetividad es la subjetividad, que implica un prejuicio personal u opinión.

Subjetividad

La subjetividad se refiere a cómo el juicio de una persona está determinado por las opiniones y los sentimientos personales en lugar de por las influencias externas. La subjetividad es parcialmente responsable de por qué a una persona le gusta una pintura abstracta, mientras que otra persona la odia. Puesto que un sujeto es una persona, la subjetividad se refiere a la forma en que la singularidad de una persona influye en sus percepciones. La subjetividad es una forma de sesgo e individualidad. La subjetividad es lo contrario de la objetividad, que se basa exclusivamente en los hechos y no es personal. Esperamos que los jueces dejen de lado su subjetividad y tomen decisiones basadas en la objetividad [2].

EL PAPEL DE LOS GOBIERNOS POPULARES COMUNALES Y SUS LIDERAZGOS

Hay que recordar que la política es un asunto de ciudadanos y los gobiernos son simplemente agentes ejecutores. La política empieza con las necesidades de los ciudadanos y termina al proveerlos con los beneficios que necesitan.

Esto es lo que hemos pretendido que entiendan los líderes sociales y la dirigencia vecinal. Tenemos el deber de exponer las cosas como son, no como deberían ser.

Los gobiernos populares comunales juegan un papel decisivo en identificar las necesidades de su población y brindar una política más receptiva. No podemos esperar a que un gobierno nacional, regional o municipal provea todas las respuestas, lineamientos y recursos...

Primero que todo, los dirigentes vecinales deben ser residentes en el territorio; lo mismo que los Coordinadores de UBCH, los Jefes de Comunidad y los Jefes de Calle, que conozcan a fondo la problemática social; que se identifiquen plenamente con los dolores del sector, ya que esto le da mayor fortaleza a los objetivos planteados en la respectiva localidad.

Decía Neira (Andrea Longarela, escritora española) que "el dolor es propio, único y subjetivo, y que nadie tiene derecho a juzgarlo, porque, si duele, ya es importante y merece ser respetado".

Los dirigentes vecinales no deberían ser funcionarios públicos atados a las políticas gubernamentales nefastas contra los intereses comunales; esto dificultaría la auténtica separación de poderes. Hay que obtener opiniones correctas acerca del desarrollo de la vida comunal y aprender a ver el mundo en su verdadera dimensión, en su verdadera luz.

La dirigencia popular comunal no debe dejarse absorber por el poder constituido porque pierde toda objetividad. Los Consejos Comunales y las Comunas no pueden ser un apéndice de una Alcaldía, Gobernación o Ministerio, legado de Chávez.

Los Jefes de Comunidad deben ser dirigentes aceptados y queridos por los vecinos. La compleja crisis sanitaria global no hizo más que acelerar un proceso que ya estaba en plena marcha. El mundo comunal está cambiando rápidamente y, desde las posiciones de liderazgo, es preciso tener los reflejos atentos y predisposición a adaptarse para no quedar fuera de competencia.

Los objetivos de los líderes deberían estar enfocados en el éxito de la organización, y en este punto el ego puede jugar una mala pasada, como está sucediendo en Los Nuevos Teques. Sería preciso tomar consciencia de que no se trata de uno mismo, de que es necesario dedicar los esfuerzos y energías en trazar un rumbo exitoso para la organización y sus proyectos, ante los nuevos contextos futuros.

Me contaba, un dirigente amateur en estas cosas vecinales, -y que tomaba estas responsabilidades recientemente, que a partir de ahora las cosas iban a ser diferentes, que va a impulsar el poder popular; pero cuando fue absorbido por el poder constituido sus pensamientos se han diluido en esta lucha social.

Es una equivocación garrafal el sentar teorías y realidades antes de disponer de todos los elementos de juicio, porque así es como éste se tuerce en un determinado sentido. Por ejemplo: en la Urbanización Los Nuevos Teques se proyectó dentro de su urbanismo, un espacio territorial destinado para su seguridad y protección.

La inseguridad es uno de los ejes del debate político vecinal. Su incremento se vincula a la pérdida de espacios públicos, un comportamiento social más individualista y una creciente sensación de angustia y temor. En este contexto, el territorio ha ido perdiendo su capacidad socializadora, para convertirse en un campo de batalla. Aunque la función de control de la seguridad está a cargo de los gobiernos nacionales, estadales o municipales, en cuya órbita se encuentran las fuerzas policiales, las gestiones locales son, sin duda, las más adecuadas para trabajar en la prevención del delito. Para ello deben dejar de lado los planteos simplificadores y desarrollar políticas de largo plazo que impliquen el compromiso de la comunidad.

La seguridad ciudadana ha sido frágil a través del tiempo; y la comunidad ha tenido que auto protegerse instalando garitas de control vehicular y peatonal en la Ruta 2, Ruta 3 y Ruta 4; y contratando servicios privados de vigilancia en todos sus veinte edificios y en los sectores de la Ruta 3 (65 casas y quintas) y Ruta 4 (85 casas y quintas).

Si nos ponemos a cuantificar el gasto anual por concepto de seguridad ciudadana es una millonada.

En época de las famosas guarimbas los residentes se sentían completamente inseguros por falta de apoyo policial. La tendencia política se imponía sobre el deber de los cuerpos policiales.

Los cuerpos de policía son órganos o entes de seguridad ciudadana encargados de ejercer el servicio de policía en su espacio territorial y ámbito de competencia, primordialmente orientados hacia actividades preventivas y control del delito, con estricta sujeción a los principios y lineamientos establecidos en la Ley Orgánica, sus reglamentos y los lineamientos de coordinación dictados por el ministerio con competencia en materia de seguridad ciudadana.

Esto es una realidad que no se puede ocultar. Jack Welch Jr. manifestaba que se debe enfrentar la realidad tal como es, no como era o como deseamos que fuera.

Cuentan los vecinos, que una vez vinieron motorizados y asesinaron al ciudadano Carlos Eduardo Peraza, vigilante de la garita de la Ruta 2, el día 08-04-2015, en las horas cercana a la 4:00 a.m. Los vecinos llamaron al Centro de Coordinación Policial Nº 1, situado a unos 100 metros del lugar de los hechos para la atención del caso, quienes dieron una vuelta por la zona, y al ver la garita cerrada, pensaron que el vigilante había huido de la escena. Posteriormente lo encontraron muerto en el baño de la caseta de vigilancia [4,5].

Ante todas estas situaciones, existen corrientes de vecinos que opinan que este centro policial no ofrece ninguna ventaja competitiva para el sector y proponen que se debe eliminar; otras corrientes más tolerantes opinan lo contrario, y que muy a pesar de la deficiencia del servicio, la presencia policial es importante, es garantía de protección para eventos futuros y debe permanecer ahí y otra corriente considera que la labor policial dentro del sector ha sido relativamente buena y ha cumplido con los estándares de seguridad.

En los momentos actuales, los cuerpos policiales parecen estar tomando el rumbo correcto, como debe ser.

Nos decía José Antonio Marina que "aprender a ver y a valorar lo que se tiene —lo bueno y lo malo— es una regla imprescindible para tomar decisiones adecuadas".

Algunos autores, como Leandro Kabakian piensan que "la subjetividad es la auto-estafa más grande que puede uno hacerse a sí mismo".

Por otra parte Benito Quinquela Martín concluye que "lo subjetivo y lo objetivo se complementan en el acto de la creación".

Para terminar, todas estas experiencias no tienen un valor subjetivo que se fija en el momento temporal en que ocurren, sino que se reconfiguran permanentemente como momento de la reconfiguración subjetiva que se produce en los diferentes momentos del desarrollo del sujeto. La historia humana no tiene una significación subjetiva.

REFERENCIAS

1.- https://www.mundifrases.com/tema/objetividad/

2.- htps://www.mundifrases.com/tema/subjetividad/

3.- https://www.redalyc.org/pdf/414/41431644004.pdf

4.- https://diarioavance.com/acribillan-a-vigilante-dentro-de-su-garita/

5.- https://diariolaregion.net/2015/04/08/hallan-muerto-a-vigilante-en-los-nuevos-teques/

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