Diario de una Cuarentena: Capítulo Doscientos Quince

Debemos plantearnos los venideros comicios de noviembre como unos verdaderos actos revolucionarios

Viernes, 28/05/2021 12:52 PM

Además de permitirme un necesario receso desde la casa de mi familia en Ciudad Guayana, estoy de manera virtual colaborando en la implementación de un curso que se ha denominado "Socialismo Bolivariano para camaradas", cuyo creador es el profesor, Comandante y camarada William Enrique Izarra Caldera, hombre estudioso de la ideología y uno de mis primeros formadores políticos.

Aprovecho una pequeña disgreción para felicitar al Comandante Izarra por su reciente designación por parte del parlamento nacional como embajador de la República Bolivariana de Venezuela ante la República Democrática Popular de Corea (Corea del Norte) deseándole de antemano éxitos en la responsabilidad encomendada. Los que le conocemos no sólo sabemos de su calidad y compromiso revolucionario, además que sus cualidades humanas signan de éxitos las nuevas responsabilidades que sin duda lo conducirán por nuevos derroteros y que redundarán en dejar el nombre de nuestro país bien en alto.

Pero, volviendo al tema que nos ocupa, este curso, debido a la realidad que nos impone la contingencia producto de la pandemia de la Covid 19, ha hecho que estos conocimientos sean socializados a través de plataformas como google meet y el whatsapp, y ha sido una experiencia rica e interesante, sobre todo con los participantes que han estado en el mismo.

Es pues, en ese sentido, que esa experiencia me ha inspirado a escribir la presente entrega de esta columna muy seguida por muchísima gente.

He planteado en las ediciones anteriores sobre el ciclo definitorio y decisivo en el que ha entrado la Revolución Bolivariana, a partir del ciclo electoral y la agenda político-electoral y mediática en la que hemos entrado desde el 6 de diciembre de 2.020. También he indicado sobre como ya algunos medios buscan posicionar el tema del referendo revocatorio contra Nicolás Maduro, no en aras de promover el referido mecanismo constitucional, sino como una manera de crear una falsa expectativa en las bases opositoras de que saldrán de "Maduro Ya", y no en base a realidades. Y con ello, justificar los desenlaces violentos, las salidas de fuerza.

Las oposiciones en el país andan develando sus cartas y sus planes, y nosotros asomar los nuestros.

El compañero Diosdado Cabello Rondón, primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) ha señalado que la referida organización política, al igual y como lo hizo en el año 2.020, se prepara para ganar las elecciones regionales y municipales del próximo 21 de noviembre.

Y esa victoria no solamente se prepara con la afinación de la maquinaria electoral que de por sí tiene el PSUV; no sólo se prepara el triunfo con la construcción de una alianza perfecta con movimientos políticos y sociales que confluyen en el Congreso Bicentenario de los Pueblos cuyo saldo organizativo espera ser la conformación de ese Bloque Histórico Revolucionario y Socialista que conduzca realmente la Revolución hacia la senda de la irreversibilidad y del no retorno. Es en ese sentido, que el PSUV ha decidido prácticamente que el método de selección de sus candidatos y candidatas que competirán en los comicios estadales y locales de noviembre, sería la elección primaria o por la base.

Esto no sería más que la concreción de lo contenido en el artículo 67 del texto constitucional, que hemos mencionado en anteriores escritos, donde se consagra la libertad de la población de asociarse con fines políticos y mediante métodos democráticos de participación, por lo que sus órganos de dirección y sus candidatos y candidatas serán electos mediante esos mismos métodos democráticos y participativos como expresión del nuevo modelo democrático que estamos construyendo desde el proceso constituyente de 1.999.

Pero no sólo bastará la realización de esas elecciones por la base, con la correspondiente asistencia del CNE lo que se requerirá no sólo para ganar las elecciones de noviembre, sino realmente ideologizar el debate electoral y trascender como lo dijo Chávez, el mero "carnaval electoral".

Acá de lo que se trata, es de concretar uno de los planteamientos ideológicos formulados el Comandante Izarra, que tiene que ver con la conversión del acto electoral de noviembre en verdaderamente revolucionario. Trascender lo meramente burocrático para verdaderamente pasar al estadio revolucionario.

Si bien es cierto que en estos momentos el chavismo cuenta con 20 gobernaciones de 23 y 308 alcaldías de 335, sin contar las 4/5 parte de la AN con las que contamos, esto no pasa de ser meramente un reflejo de la estructura burocrática que aún tenemos, y de cómo ese potencial podemos convertirlo en actos verdaderamente revolucionarios traducidos en el cambio de estructura y de conciencia de nuestro pueblo, además de la solución a las necesidades materiales de la ciudadanía.

De allí cuando en los cursos de socialismo bolivariano para camaradas nos planteamos las diferencias entre Reforma y Revolución. La Reforma es buscar alcanzar el poder, pero para mantener la misma estructura burocrática y capitalista, que en el caso del chavismo no debe ser así. Hacer la Revolución implica tomar el poder pero para democratizarlo y sea el Poder Popular quien ejerza verdaderamente la toma de decisiones de los grandes asuntos del país. Estos fueron temas planteados en su momento durante la gestión de Hugo Chávez y que deben ser objeto de las discusiones y de las propuestas del chavismo de cara a conservar los espacios conquistados durante los años precedentes.

Sabemos muy bien que cada vez que estamos en una coyuntura electoral, y en esta oportunidad, nuestras gestiones serán sometidas a una muy dura evaluación por parte de nuestro pueblo, que tiene mucho malestar y descontento y tiene elementos por los cuales quejarse. Las situaciones que padece no son exclusivas de la estrategia del cerco y asfixia económica y financiera promovida desde EEUU sino también por el bruocratismo, la indolencia, la corrupción, la ineficiencia y la ineficacia de algunas de nuestras autoridades, además de la falta de voluntad y claridad política e ideológica.

Por ello, como se nos viene planteando desde el año de 1.998, cuando el entonces Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 debió convertirse en MVR (Movimiento V República) y se hizo este planteamiento de convertir las elecciones en acto revolucionario, pues nuevamente en la encrucijada de caminos que se nos presenta tenemos ante nosotros y nosotras nuevamente este dilema: hacer la Revolución o mantener la Reforma.

Tarea pendiente que no podemos postergar más, desde mi modesto punto de vista.

Ahí se las dejo

¡Bolívar y Chávez Viven! ¡Y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!

¡Independencia y Patria Socialista!

¡Viviremos y Venceremos!

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