Tres personajes del marxismo: Marx (1818-83), Lenin (1870-1924), Mao Tsetung (1893-1976)
Por: Pedro Echeverría
Lunes, 14/06/2021 07:28 AM
2. Marx vivió 65 años y por expulsiones de gobiernos por lo que escribía, radicó en varios países de Europa, principalmente en Alemania e Inglaterra. No fue un activista pragmático, sino un intelectual profundamente estudioso de la economía, la historia y la filosofía. Fue respetado por los trabajadores quienes recibieron de él un programa: el Manifiesto Comunista, así como decenas de escritos apreciados en la Primera Internacional (1864-76) que fue una organización internacional en la que Inglaterra, Francia, Italia, España, tuvieron mucha presencia; pero también dio lugar a confrontaciones entre marxistas y bakuninista (anarquistas). Bakunin y Marx mantuvieron mucha amistad y respeto mutuo, pero serían sus posiciones políticas las que llevarían a muchas confrontaciones que escindirían a la Internacional.
3. El ruso Lenin (1870-24) tendría sólo 13 años al morir Marx, pero ya a los 20 años en nombre del marxismo, o simplemente de Marx, organizaba –junto al viejo Plejanov- el partido comunista que comenzó llamándose “Socialdemócrata Ruso”. Lenin –podría demostrarse- entregó su vida a la formación del partido. Sólo vivió 54 años, pero casi siempre –aunque escribió varios libros, éstos obedecían a su pragmatismo de militante que los llevaron a persecuciones y a la clandestinidad en algunos países. Lenin, diferente a Marx, sí fue un gran estratega de la política por ello pudo aprovechar la coyuntura de la primera guerra mundial para llamar a los rusos a transformar la guerra en una gran revolución del pueblo. Dirigió el gobierno de 1917 hasta su muerte en 1924. Vino luego una división: Stalin y Trotski.
4. Rusia, país semifeudal y monárquico, así como México despojado por EEUU en 1847, no parecieron del interés del Marx europeísta que sólo pensaba en el desarrollo capitalista, en la lucha de clases y la confrontación del proletariado contra su burguesía, es decir, en países con proletariado desarrollado como Inglaterra, Francia, Alemania. En Rusia correspondía sólo una revolución burguesa y el México semifeudal despojado nada podría hacer contra EEUU capitalista. Lenin insistió en la Revolución aunque en Rusia no había burguesía ni proletariado, sino sólo “intelectuales proletarizados” que en 1917 encabezaron la revolución tratando de forzar las condiciones. Ello llevó a mil problemas que hicieron retroceder la revolución y la llevaron a su burocratización. Ese fue el problema de la confrontación Stalin y Trotski.
5. La revolución China encabezada por el marxista Mao Tsetung o Mao Zedong (1893-1976), es otro problema porque no sólo no fue una revolución proletaria en un país capitalista, sino plenamente campesina en un país semifeudal. Otra vez, como en Rusia, el capitalismo y el proletariado brillaron por su ausencia. ¿Fue Marx el que falló o las revoluciones de Rusia y China nunca debieron llamarse socialistas porque las tareas que cumplían eran las de las revoluciones burguesas? Los mencheviques rusos coincidían en este punto con el marxismo reclamando a Lenin el bautizo de revolución proletaria. ¿Qué fue lo que sucedió? Que se bautizó como socialista lo que nunca fue, tal como se bautiza hoy democracia a todo lo que son elecciones y partidos aunque los ricos millonarios sigan dominando.
6. Mao vivió 83 años repitiendo y reconociéndosele que fue un gran marxista y sucede lo mismo con los dirigentes chinos actuales (desde 1978) que todo lo hacen en nombre de Marx, Mao y Deng Xiaoping. El gran teórico Marx perdurará por lo menos otro siglo; Lenin y Mao, a pesar de haber encabezado sus revoluciones, se han tornado secundarios; Stalin, que gobernó la URSS de 1924 a 1953, ha sido mandado al basurero de la historia y Trotski ha sido reivindicado por sus seguidores. Gramsci, Rosa Luxemburgo, el mismo Fidel Castro que encabezó la Revolución Cubana- que también fueron seguidores o militaron dentro del marxismo- estuvieron en otro plano. Sin embargo de manera paralela, muchas veces en la crítica y la oposición estuvieron los compañeros anarquistas que jamás podrían dejar de luchar en esas revoluciones.