Las elecciones burguesas nos dividen

Lunes, 28/06/2021 02:38 PM

Lo he vivido desde hace 50 años.

Yo postulo, a ti no te gusta. Tú postulas, no me gusta tu postulado. Estamos en la misma cooperativa, en la misma asociación, en el mismo grupo cultural o deportivo, y nos dividimos, nos peleamos.

No es como la sabrosa división entre magallaneros y caraquistas. Ni como las riñas entre niños. No, esta es una división que deja heridas sangrantes que no cierran. Vecinos peleados, compadres disgustados, hermanos separados.

Las elecciones burguesas se hacen en la individualidad. Yo escojo el que me conviene a mí, a mi familia. Tras un biombo, en secreto. El cómo yo vote no tiene por qué corresponder con lo que digo o hago. Simplemente lo que en mi secreto me conviene.

Bajo la lógica burguesa, las elecciones individuales, secretas, se venden como muy democráticas. Pero no lo son. Se nos dice que el secretismo protege al ciudadano de las presiones de las élites. Pero es lo contrario, las élites presionan a una mayoría difusa más fácilmente uno a uno, en el voto secreto. Una mayoría unida no se deja amilanar en una Asamblea. En la elección burguesa se trata de vender un producto, en este caso el candidato, y cada quien, en forma individualista, escoge el que más le conviene.

En Venezuela, nuestras elecciones siguen entrampadas en el modelo burgués en buena medida. Hace falta un cambio de paradigma.

Las elecciones socialistas son comunales. En asamblea se postulan personas, se dan argumentos, se debate. Hasta allí, lo estamos haciendo así en Venezuela. Sólo hasta allí, en parte. Porque veo que muchos llegan a la Asamblea ya con la línea, no con la idea de conocer las posiciones y aprender.

Yo pienso que el postulado, que debería estar presente en la Asamblea, debe aceptar o no en ese mismo momento, expone sus argumentos. No es mejor el que más postulaciones tenga, en varias UBChs; ese, tal vez, sea el más enchufado, el de la línea, el de la maquinaria. Allí estamos fallando mucho. Con que, si una UBCh postula a un a camarada para gobernadora, por ejemplo, ya está postulada, no necesita una maquinaria tras de sí. Tal vez se pueda pedir que la secunde otra UBCh, y ya.

Pero eso requiere que las UBChs sean democráticas. Y eso no está sucediendo en muchos casos. Sólo se activan en épocas de elecciones y en bastantes casos para seguir líneas, bajo el mando de un "jefe".

En unas elecciones socialistas, si las elecciones son locales, la misma Asamblea decide, elige entre los diferentes postulados, al vocero, al Parlamentario de la Comuna, al juez de paz.

Si las elecciones van más allá de lo local, entonces los postulados pasan por una Comisión Electoral de la ciudad, del municipio, de la región, del país, según sea el caso, y una vez completada la lista de postulados, se llama a elecciones. Pero no individuales, secretas, tras un biombo, sino en Asambleas locales. Se vota levantando la mano, se da la cara. Cada Asamblea decide, se levanta un acta. Y de allí en adelante, ya sabemos hacerlo muy bien en Venezuela.

Ese tipo de elecciones comunales no divide. Habrá la inevitable confrontación en el momento de la Asamblea, pero se deben dar argumentos. Y se toma la decisión entre todos. Y ya, el candidato pasa a ser de todos.

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