Orgullosamente venezolana

Miércoles, 30/06/2021 03:06 PM

Aún si no tengo en mi sangre los genes de esos Libertadores que hoy me hacen vibrar las fibras más íntimas del alma. Sin embargo, casualmente supe que mi tatarabuelo francés, luchó junto a las tropas de Giuseppe Garibaldi.

Pero soy muy venezolana porque nací en este país, en la misma ciudad que Simón Bolívar. Orgullosa porque he podido ser testigo de que la Patria y la soberanía siguen siendo defendidas, a capa y espada. Porque hace veinte años comenzó Hugo Chávez como Presidente de Venezuela, hombre valiente, guerrero, claro, muy capacitado y lúcido en su papel de reconquistar la libertad y la independencia que nos dejaron los héroes, doscientos años atrás. Chávez sí tenía esos genes, siendo incluso descendiente de Maisanta, como aseguraba. Llevando en el color de su piel y en sus facciones todos los rasgos de los antepasados negros, indios, y hasta de los españoles insanos que describe magistralmente Francisco Herrera Luque y que llegaron a "conquistarnos".

Orgullosa porque conocí a Chávez. Sólo lo vi de lejitos en el Teatro Teresa Carreño, y en el Poliedro y no puedo presumir una foto con él como sí una querida amiga, también ella muy orgullosa. Pero es indudable que estuvimos en el mismo espacio de tiempo y lugar, yo sintonizada con su energía, su vitalidad, todo su valor y coraje para rescatar a Venezuela, el mismo país donde ambos nacimos. Y quiero pensar que algún día Chávez pudo leer algún artículo mío publicado en el Correo del Orinoco, ese periódico creado por Simón Bolívar un 27 de junio de 1918 y refundado precisamente por Chávez en 2009. Como aquel que titulé "No se puede tapar el sol con un dedo", apenas unos días antes de las elecciones presidenciales del 2012.

Y ahora, cuando el país todo celebra el Bicentenario de nuestra gloria y libertad, se mantiene firme mi orgullo de ser venezolana y de luchar, aunque sea con estas modestas líneas que tengo el atrevimiento de sacar a la luz, defendiendo siempre a la Revolución, y al Presidente Constitucional, nuestro Nicolás Maduro.

Y lo conveniente, al menos en este medio de opinión, sería despotricar contra el sucesor de Chávez, pues por donde miro y volteo, si los articulistas no son opositores escuálidos que lo insultan, entonces son chavistas, de los de antes, que se dicen disidentes, que denigran del Presidente y de sus políticas, no siempre fáciles de comprender, de aceptar, sin tener presente todo el contexto que nos rodea.

Pero estoy segura que Nicolás Maduro es firmemente leal a la Revolución que nos trajo Chávez con un grupo de hombres, y que se manifestó inicialmente un 4 de febrero de 1992. Ayer lo miraba, también él, nuestro Presidente, orgullosamente venezolano, feliz y conmovido por el excepcional espectáculo realizado en los espacios de la Academia Militar, como homenaje al Bicentenario de Carabobo y particularmente, a la llegada triunfal de Simón Bolívar a Caracas, un 29 de junio de 1821. Y sintiendo sobre sus anchos hombros toda la inmensa responsabilidad y compromiso que heredó de su padre político.

Una orquesta de jóvenes músicos en verdad excepcional, interpretando piezas importantes de nuestra venezolanidad. Grupos de danzas, bailarines, folclor, todo lo que representamos. Y al final, la exitosísima canción para celebrar el aniversario de este importante Bicentenario, del grupo de músicos que siempre nos retratan la realidad puntual de esta revolución, y nos recuerdan con cada letra, cada nota musical, que debemos avanzar, continuar resistiendo, recordar los sacrificios del pasado de nuestros mártires, y seguir luchando y luchando para dar ejemplo al mundo entero, de una Venezuela que no se rinde, de un país que dio Libertadores, que seguirá en batalla, y vencerá.

Y yo, apreciados lectores, a pesar de los pesares, muy feliz seguiré bailando con Nicolás al ritmo de su son, esperando poder darle, algún día, un fuerte abrazo.

¡INVICTOS E INVENCIBLES!

Nota leída aproximadamente 2004 veces.

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