La electoralitis... mal de muchos, consuelo de pocos

Viernes, 16/07/2021 04:21 PM

"Derribar y destruir es muy fácil. Los héroes son aquellos que construyen y trabajan por la paz."

NELSON MANDELA

"¡Cónchale, camarita!… Seguimos con problemas que mantienen al pueblo agobiado. Por un lado, la angustia que producen eventos como los acontecidos en la capital con eso de las «bacrims», que mantienen azotados sectores populares como la Cota 905, y que el Estado ha comenzado a combatir como siempre debió haberlo hecho, y por otro, el proceso interno de selección de candidatos para el proceso electoral del 21 de noviembre, a ser las autoridades en las alcaldías y gobernaciones del país, cosa nada fácil. Aquello de que la militancia escogiera a sus candidatos a las legislaciones regionales y concejalías quedó fuera del juego; era demasiado «riesgoso»; había que eliminarla del todo. Quizá la intención de Nico era que en verdad se aplicara aquello impulsado por el Gigante Hugo Rafael de «democracia participativa y protagónica», pero la «candidaturitis», la «portulacionitis» y la «electoralitis», se han convertido en males peores que el COVID-19, haciendo olvidar las verdaderas penurias del asalariado común por la grave pérdida del poder adquisitivo de su salario, convertido en sal y agua por las guerras a las cuales hemos estado y seguimos sometidos y causantes de hiperinflación y especulación. Hasta ahora no vemos propuestas de las y los «candidat@s» al respecto. Nico y Diosdado aseguraron estar investigando procederes no acordes a los «estrictos lineamientos conductuales» de este proceso, y que caigan, sin importar quienes sean, los que resulten culpables. Ojalá, o como dicen los musulmanes: «inshallah», se vean los resultados, porque para crecer como una nación, mundial en importancia, tiene que existir no sólo la unidad monolítica, sino la credibilidad interna de su gobierno. Si se pretende alcanzar un sueño hay que tener en cuenta que nadie golpea más fuerte que la vida… no importa lo fuerte que golpe usted, camarita… sino lo fuerte que pueden golpearle y lo aguante mientras avanza. Hay que soportar sin dejar de avanzar… así es como se gana. Si el pueblo sabe lo que puede ganar, que vaya y consiga lo que se merece, pero que recuerde que tendrá que soportar los golpes. Ah… y que no ande diciendo que no está donde quería por culpa de otro, ni de nadie; eso lo hacen los cobardes. Que siga viviendo con auténtica inspiración y no se rebaje ante las dificultades; tenemos que intentarlo todas las veces que sea necesario… en busca de esa unión fuerte, sin rendirnos. Y ¿por qué tomarse tan siquiera la molestia? Porque sólo los que tienen grandes sueños pasan por tal esfuerzo; sólo los que tienen grandes sueños lo logran. Decía Nelson Mandela que «derribar y destruir es muy fácil. Los héroes son aquellos que trabajan por la paz», a lo que yo le agrego, camarita, «los héroes son los que logran la unión». Nunca olvidemos que el respeto al derecho de otros es la única garantía de paz."

Si algo no debemos olvidar es la intención del eterno comandante Hugo Rafael al crear los Concejos Comunales, como herramienta para que el «pueblo organizado» tuviera acceso al poder transformador de su hábitat. Hoy vemos con tristeza como parte de ellos fueron infiltrados para convertirlos en armas de corrupción y destrucción del proceso revolucionario. Y es allí donde se encuentra la raíz de muchos de nuestros males, porque no lo detectamos antes; es que estábamos tan ocupados con tantos procesos electorales, que estos no nos permitían atacar ese mal de raíz. Nunca era "conveniente" tocar ese punto porque teníamos encima unas "lecciones". Siempre lo dejábamos para después… un después que no llegaba, causado por la electoralitis. Sin duda era importante ganar cualquier elección que se hiciera, pero tan importante o más era hacerle seguimiento al funcionamiento de las herramientas que teníamos y los Concejos Comunales era la más importante.

Marchamos hacia un "proceso interno" el próximo 8A, ya signado por la desconfianza en el proceso de postulación de candidatas y candidatos. Digan lo que digan, en muchos casos no son los mejores los que van a la contienda electoral. Digan lo que digan Nico y Diosdado, en el Zulia, por ejemplo, no fueron de lo más transparente. El que diga que la "militancia" fue la que presentó las postulaciones, sin grupalismo ni presiones, o que no hubo problemas a la hora de postular, debe vivir en Narnia. Y no me vengan con eso de "¿presentaste la denuncia por escrito ante las autoridades del partido?" porque han sido, en algunos casos, las mismas autoridades del partido las que han "inducido" a ello. Visité varios centros de votación, no muchos pues la pandemia no permite tanta movilidad, y pude apreciar muchas "conductas" discutibles. No puedo hablar de lo que no presencié, por eso no digo "todos". Pero de que vuelan, vuelan.

Repito lo dicho en otros artículos: En días pasados, y por enésima vez, Nico resaltó la crítica hecha por el pueblo acerca de los infiltrados en los organismos del gobierno y habló de su depuración. Lo mismo ha dicho Diosdado. Sin embargo, llevan más de una década diciendo lo mismo y nada ocurre; seguimos viendo como la majunchería ocupa cargos de dirección en instituciones importantes y no hay manera de que los cambien. ¡La palanca debe ser enorme! El pueblo tiene temor que en estos comicios internos, para seleccionar los candidatos a las elecciones de noviembre, se nos cuelen un bojote de majunches, de esos con las uñas largotas. Y no es culpa del proceso de elección porque más democrático y participativo no puede ser. Es precisamente por sus características que se presta a todo tipo de jugarretas. Hoy en día tenemos diputados grises "y que" chavistas que nunca debieron ser propuestos para esos cargos por su amor a los negocios y al tráfico de influencias. ¿Quién los seleccionó? ¿El pueblo? No. ¿Su trabajo? Hacer lobby en Caracas buscando apoyos.

Hasta en un grupo de WhatsApp de "comunicadores sociales" al que pertenezco, se la pasan discutiendo, en el mal sentido de la palabra, por sus simpatías electorales y en defensas indefendibles. Todos los días tengo que borrar de la galería de imágenes de mi celular, unas 150 propagandas, muchas de ellas repetidas, como si con eso fuesen a convencer a los demás, pero con el irrespeto al derecho de sus compatriotas de grupo de proteger sus "megas". Las ambiciones de unos y la protección de sus cargos, de otros, muestran las diferentes caras de las personas, porque los ávidos de poder individual se quitaron sus caretas. Es legítimo aspirar cuando uno se ha preparado para algo. Lo denigrante es "ambicionar" un cargo, porque normalmente no es para servir sino para lucrarse. Es loable que cada quién tenga afectos y simpatías, pero es denigrante querer pasar sobre ellos. Sobre todo, sólo cada uno conoce lo que alberga en su corazón. No olviden que en política, dos más dos no siempre es cuatro.

Decía Isaac Newton que los hombres construimos demasiados muros y no suficientes puentes. Entonces, ¿cómo acercarnos entre nosotros?, ¿cómo ser tolerantes para con ideas contrarias? En el derecho constitucional, la tolerancia concierne a tres sectores: el de la conciencia, referido a las convicciones religiosas; el cultural, referido a las cuestiones étnicas, lingüísticas y de identidad regional, y, por último, el político, concerniente al pluralismo. Parece fácil… pero ¡Qué difícil es! Decía Mahatma Gandhi "No hay camino para la paz, la paz es el camino". Y Andrés Manuel López Obrador, presidente de Méjico dice: "Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz". En nuestro país vivimos una relativa paz, siempre alterada por los planes de la majunchería de crear caos para ver si logran una explosión social, y en estos momentos por la electoralitis. Hemos vivido más procesos electorales que años en revolución. Esperemos que este proceso interno no se desborde, que las aguas sigan su cauce normal, y que tengamos un final satisfactorio.

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