Reflexiones Ingenuas

Olimpiadas Tokio 2020: De las cegueras del alma o del odio a los desalmados

Viernes, 06/08/2021 02:40 PM

"La libertad es siempre la libertad

de los que piensan de otra manera"

Rosa Luxemburgo

Parece ilógico que un evento de tanta trascendencia internacional, en el que se reúne lo más excelso de los deportistas y equipos técnicos del planeta tierra generara tanta diatriba, escarceo, reacciones viscerales y confrontación política, ética y moral, no tanto por los integrantes de las distintas delegaciones, entrenadores, equipos técnicos, atletas (salvo desafortunadas excepciones) y asistentes al evento sino por un auditorio cuyos niveles de irracionalidad trasciende a su familia, amigos, conocidos o cualquiera quien se atreva a opinar a favor de los atletas venezolanos que han logrado merecidos triunfos, incluso contra los mismos atletas que hayan expresado opiniones a favor del apoyo que le ha dado el gobierno nacional.

Nunca antes se había visto tanta miseria transmitida a través de las redes sociales, diarios nacionales e internacionales, incluso ni en la época de la llamada Guerra Fría, en la cual el enfrentamiento político entre las naciones participantes trascendía a todas las actividades del globo terráqueo.

Triste es ver como supuestos intelectuales, educadores, profesionales del deporte, educación física y recreación, locutores, comentaristas deportivos los cuales deberían tener al menos un ápice de ética y moral, incurren en dicha aberrante práctica, la cual contamina todas las esferas de la sociedad (dado la trascendencia del evento a nivel familiar, local, regional, nacional e internacional) como lo son los hijos, familiares, amigos y sociedad en general.

Lo peor es que los quienes incurren en dichos desafueros manifiestan prepotencia, altanería y autosuficiencia apoyados en una pretendida autoridad en sus afirmaciones que al final pareciera que tienen razón en dichas barbaridades y muchas de las cuales han sido refutados por los mismos atletas y personal que participan en dicho evento.

Una cosa es cierta. El evento ha servido para que salgan a flote las debilidades, contradicciones que tiene la sociedad mundial tales como el racismo, desigualdades sociales y económicas, marginalidad, expresadas por los mismos atletas y personal técnico y que involucra a las empresas financistas de publicidad, mercadeo, transmisión.

En tal sentido, las contradicciones sociales se han hecho sentir, pero dichas discordancias trascienden la vida profesional de los deportistas olímpicos y abarcan a la sociedad en general en todas sus manifestaciones (culturales, educativas, políticas, sociales, económicas, etc.) y desnudan la hipocresía de los altaneros ignorantes que reducen su diatriba al campo político sin ver hacia los lados, es decir, los tapa ojos les impiden ver más allá de su minúsculo mundo disociado.

Es decir, la ceguera del alma y los ha convertido en unos desalmados llenos de odio y rencor, sin presente ni futuro, es decir, simple "cosas" envidiosas, rencorosas, petulantes, aborrecibles.

"Ave Oh Olimpiadas Tokio2021 rerum novarum cupidi te salutant"

Hasta la victoria siempre, venceremos

#LealesSiempreTraidoresNunca

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