Los escritores y sus estilos. Luis Britto y Pascualina, dos maneras distintas de decir lo mismo ante el diálogo

Miércoles, 11/08/2021 03:39 PM

Los analistas de segunda, como quien esto escribe, por su escuela y determinación a hacer honor a la verdad, pese esta pudiera contradecir nuestros deseos, somos lo que somos, en buena medida, por no poder acercarse a las buenas fuentes "vivas" y vivir como en un cautiverio, ese que impone la lejanía del poder, los centros de información y, para más vainas, cuando los amigos sufren de las mismas carencias y ausencias. Y es más notorio y grave el asunto en tiempos de pandemia, cuando se tiene mayores dificultades para concurrir a espacios a escuchar cosas que no se escriben ni publican, ni menos se las van a decir a uno de manera particular, pero pudieran decirlas a otros y uno allí coleado, por un motivo u otro, las escucha.

Por todo lo anterior, uno tiene que hacer maromas, búsquedas más arduas, duras, lentas e incesantes para poder hilvanar un discurso coherente sobre circunstancias y expectativas que la generalidad de la gente no se las plantea o tiene una idea prefabricada, motivada por la buena o mala fe, el pesimismo o los buenos deseos.

Sobre el diálogo, gobierno y oposición, desde que están en eso, si en algo están de acuerdo, de eso no cabe duda, pues sobran las pruebas, es no decir nada, soltar prenda, sobre lo que han acordado, discrepan y lo que tienen en la mesa por discutir. Es decir, uno y otro, como suelen decir los anticomunistas genéticos, parecieran ser igualmente "comunistas", autoritarios, partidarios de la idea "que la gente no tiene por qué saber nada de lo que ellos discuten, pues eso es vaina de su sola competencia y nadie tiene porque entrometerse en vainas que les son ajenas". Eso perfectamente se le pudiera llamar fascismo.

Uno mismo, hasta había venido creyendo hasta hace poco, que en esos diálogos se discutía exclusivamente la materia electoral, pues sólo de eso hablan unos y otros al resaltar sus discrepancias; como que, si aquí hay una dictadura, ventajismo oficial, control del CNE, que es "por demás mentiroso y chanchullero", según la eterna prédica de la oposición. y, como decía Joselo, parodiando a Luis Herrera, "y por allí te vas".

Es decir, por falta de alguien o algo que a uno advierta, en esta cárcel en que ha vuelto la pandemia al país y particularmente a uno, viejo presidiario, sin medios de movilización y, con unos amigos que, además de viejos anacoretas, ahora lo son peor, no tenía idea exacta de otras cosas que en esas reuniones se pudieran estar discutiendo, pues el gobierno y la oposición informan lo que les conviene y lo mismo hacen la UE y EEUU, como para vestirse de honores y vender la idea que participan en un debate por el bienestar de Venezuela y de cosas de principios y virtudes. ¡Sólo les mueve el altruismo, la democracia y los principios!

Pero la vida, como las viejas represas, pese su solidez, suelen ceder, formársele grietas y por allí se escapa el agua, aunque sea por gotas.

Desde cuando se aprobó la Ley de ZEE, factores de la derecha, unos más indiscretos que otros, se han manifestado a favor. Unos lo han dicho como solíamos decir los cumaneses a quienes hablaban enredado e incompleto para que no todo el mundo se enterase y menos de los detalles, "con media boca". Otros, menos comedidos, casi lo están aplaudiendo.

Los del gobierno han hablado de las virtudes de la Ley y como ella nos abre el camino para el crecimiento, desarrollo económico, ruptura del bloqueo y hasta para continuar construyendo el socialismo que ellos juran y perjuran que construyen, pero sin dar más detalles. Salvo lo que la misma ley dice.

Pero para uno, como ya dije, desinformado, los nudos comienzan a desatarse, pese las fuentes a las que uno acude y saben los detalles, parecieran ser poco generosas, decididas a abrirse o a enfrentar el chaparrón que eso pudiera desatar sobre ellos.

Digo esto porque, en el artículo de Luis Britto García, "Venezuela no está quebrada", hay demasiadas pistas para uno entender que esas reuniones entre el gobierno y la oposición, donde factores como la UE y EEUU, de alguna manera participan, no sólo se discute de asuntos electorales, temas que en buena medida ya están resueltos, como la conformación del CNE y la incorporación de los partidos que lo soliciten y otros asuntos atinentes a este organismo, sino también de otros de mayor envergadura y trascendencia con respecto a los intereses nacionales. Quizás por eso, él ha dicho, sin ánimo de hacer críticas directas al gobierno, aparte de las que ya ha hecho sobre la Ley antibloqueo y la de Zonas Económicas Especiales, "Quien controle nuestras reservas dominará el mundo. Nos toca decidir si será Venezuela, o el capital trasnacional al cual se las regalemos". Y agregó "de nosotros depende decidir que la futura divisa mundial dependa de nuestro de nuestro oro o entregarlo a cambio de alguna limosna……". Y agrego algo verdadero y por demás sugerente. ""EEUU en lugar de pactar con Venezuela en términos razonables, sensatos y equitativos, eligió la política de confrontación".

Pero Pascualina Curcio, quien ha dado muestras de ser menos esquiva que Luis Britto, quizás hasta por razones de la edad, los viejos solemos ser más cuidadosos del daño que podría causar nuestra palabra, tanto que en la familia intentamos ser siempre el punto de unión y nunca agregar nada que pudiera provocar un rompimiento, otros dirían que nos volvemos cobardes, ha dicho casi como se dice, "por la calle del medio", en su artículo "Nueva expresión monetaria, efectos sobre la economía", publicado dos días atrás en Aporrea, "El detalle que preocupa no es el hecho de que se negocie (celebramos el diálogo) sino qué se está cediendo en esas negociaciones, las cuales se enmarcan en la confidencialidad y permisividad de la Ley Antibloqueo y que, ante una arma económica tan poderosa como lo es el ataque a la moneda, puede incluir presiones que van desde la congelación de los salarios; la no indexación de la economía; la liberación de los precios; privatizaciones en sectores estratégicos; exoneración de impuestos y aranceles; liberación del control cambiario; reformas de la ley de hidrocarburos; hasta especialísimas condiciones económicas en zonas y territorios venezolanos repletos de nuestros recursos naturales para "promover" las inversiones extranjeras privadas." https://www.aporrea.org/economia/a304920.html

Observemos, como Luis Britto, se limita a hacer observaciones de los riesgos que corremos de ceder en cuestiones de importancia suprema al interés nacional, la soberanía e inherentes a la estrategia en la lucha contra el dominio del capital foráneo, el imperialismo. al margen del origen de este, dado el enfrentamiento geopolítico que hoy caracteriza al mundo. Y es resaltante su discreción que pareciera tener el interés de salvaguardad la unidad de las fuerzas nacionalistas, progresistas y revolucionarias, lo que muy bien se aviene con la experiencia, la edad y las querencias propias de esta.

Pascualina, quien celebró mucho el trabajo de Britto, "Venezuela no está en quiebra", tanto que ayudó a difundirlo en las redes, en su artículo que hemos citado, aparte de desmontar la idea que viene difundiendo mucha gente del gobierno, acerca que las medidas de carácter monetario que entrarán en vigencia el 1º de octubre, tendrán incidencia en la fuerza del bolívar y, recuperación del salario, son falsas, lo que implica un desafío a aquellos y sus mentores, pone de bulto, pese no lo afirme, que en el dialogo ente gobierno y oposición, esa de Guaidó, la UE y particularmente EEUU, se estaría discutiendo, no la simple materia electoral y la participación de la oposición extremista, sino como también sabemos, la suspensión del bloqueo pero a cambio de concesiones sustanciales y trascendentes como esas a las que directamente alude; esas mismas que sugiere, pero de manera por demás cuidadosa, Luis Britto García.

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