El Arado y el Mar

¿Qué hay detrás de la renuncia de Érika a la alcaldía más importante del país?

Viernes, 27/08/2021 02:47 PM

Érika renunció a la alcaldía de Caracas, de inmediato se desataron los ataques rastreros de las redes, esa conducta del anonimato nubla la esencia de los hechos, sólo sirve para dar sosiego a sus carencias personales. Es necesaria la discusión rigurosa de los sucesos que señalan el rumbo del país. Érika renunció y debemos analizar qué significa esa renuncia.

Lo primero es determinar a quién representaba Erika en ese puesto. Por supuesto que personificaba a la clase marginal ascendente, era el correspondiente local, metropolitano, de la clase marginal en funciones de gobierno nacional. Entonces, la renuncia significa el fracaso, la derrota, de la ideología marginal, o más preciso, es la derrota de la falta de proyecto nacional, del pragmatismo, es el mismo fracaso nacional y por las mismas causas. Este fracaso adquiere miles de formas.

Es así, lo de la alcaldía de Caracas es un síntoma del desmoronamiento del madurismo en el poder. Su carencia de ideas, de proyecto propio le vaticinaba el fracaso, lo condena. El madurismo agoniza, intenta salvarse pidiendo prestada la ideología, los proyectos de las otras clases, pidiendo ayuda a los rusos, chinos, hasta a los gringos, a fedecámaras, pero su gran tragedia es que no sirve de operador de esas clases, los dominantes tienen sus propios gerentes, más fieles, más eficaces que el consorcio madurista.

El fracaso de Érika es también el fracaso de un ensayo de organizar a los marginales y ponerlos al servicio de la Revolución. No consiguieron derrotar allí adentro al individualismo, confundieron metas personales con éxitos revolucionarios. En resumen, la Revolución se les fue entre los dedos, fue derrotada y ellos no pudieron hacer nada, la conducta servil, la disciplina boba, inconsciente, los esterilizó. Ya la historia se encargará de juzgarlos.

Queda la experiencia, se reafirma lo que dijo el clásico: "No puede haber Revolución sin ideas Revolucionarias", y no puede haber revolución sin modificar drásticamente los pilares éticos de los dirigentes revolucionarios y de las masas, no se puede ser revolucionario con los mismos valores de lo que se quiere derrotar, son necesarios los valores del mundo del futuro, esa es la esencia de la organización revolucionaria.

Lamentable el tiempo perdido, el mundo espera por un ejemplo de grandeza humana, una demostración práctica que devuelva la esperanza a la humanidad, una señal de la posibilidad de un nuevo mundo. La tarea que planteó el Comandante Chávez era gloriosa, les dio está posibilidad, pero estos, sus operadores no estuvieron a la altura, no entendieron la convocatoria a la grandeza, vendieron su progenitura revolucionaria por un plato de las lentejas de la inmediatez, del logro mezquino.

Queda demostrado que no hay improvisación revolucionaria, la lucha es frontal y tiene sus leyes inviolables, acumuladas y probadas en siglos de lucha, queda demostrada la verdad inmensa que nos dejó Fidel: "El deber de los revolucionarios es hacer la Revolución." No es vivir de la Revolución añadimos nosotros…

¡CHÁVEZ REVOLUCIONARIO!

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