Diario de una Cuarentena: Capítulo Doscientos Cincuenta y Siete

Los espantadores de la comarca pretenden robarnos un buen fin de año 2021

Sábado, 11/09/2021 12:31 PM

Para el momento en que escribo estas líneas, es sábado 11 de septiembre del año 2.021, y como muchos saben la fecha es emblemática por ambas razones: La primera, por la conmemoración de los 48 años del Golpe Militar liderado por Augusto Pinochet en contra del asesinado presidente de Chile, Salvador Allende. Consecuencias de este zarpazo, que todavía paga el hermano pueblo chileno.

Sin embargo, y en el marco de la reunión de la Convención Constitucional que en estos momentos se celebra en este país (una suerte de Asamblea Nacional Constituyente) hacemos votos porque en medio de ese proceso que allá viven, puedan terminar de enterrar el modelo pinochetista impuesto en ese país durante más de 48 años y que sobrevivió a su creador.

De igual manera, un día como hoy, pero de hace 20 años, se dio lo que ya algunos sin prurito catalogamos como un auto atentado del Wolrd Trade Center en la ciudad de Nueva York, dentro de EEUU. Este evento, fue el detonante para el despliegue de la denominada "Guerra contra el Terror" que ha encabezado EEUU contra el mundo, y no se trata sino del denominado Nuevo Orden Mundial, del dominio del espectro global por parte de la corporatocracia mundial y de las familias más poderosas del planeta con el fin de establecer una esclavitud de nuevo cuño en nuestro mundo.

Ambos eventos que he destacado en la presente edición de esta columna tienen un actor en común: Detrás de ambos estuvieron metidas las manos fétidas y nauseabundas de la CIA como expresión del imperialismo estadounidense dentro de sus planes de dominación y sojuszgamiento hasta de su propio pueblo que dicen defender.

Estos comentarios introductorios, además de hacer de manera apretada un homenaje a los caídos en ambos eventos, es un esfuerzo por el necesario rescate de la memoria histórica. A eso le teme el imperialismo.

Y en estos momentos, ante los escenarios de dificultades que ha vivido la República Bolivariana de Venezuela, y ante las cada vez más reales posibilidades de que podamos entre todas y todos avizorar la luz al final del túnel, pues algunos y algunas pretenden darle un palo a la lámpara y descarrilar la carreta.

Vaya que en este duro camino transitado podíamos pensar que Nicolás Maduro, hoy Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, hombre con virtudes y defectos, aciertos y errores, lograra sentar en una mesa de negociaciones a los sectores más extremistas de la derecha venezolana, a fin de tratar de solucionar la terrible situación venezolana. La tarea no es nada sencilla, más bien es sumamente compleja, tomando en cuenta que estos como se diría en la expresión coloquial venezolana "son los payasos, no son los dueños del circo". Y eso ya lo advertía en una entrega anterior a esta columna.

No obstante, la firma de los primeros acuerdos parciales en México, en la que están de acuerdo ambos sectores, tanto el de gobierno que encabeza Nicolás Maduro como el de la oposición representada por Juan Guaidó, Capriles y López de la defensa del territorio Esequibo y de armar una mesa social para la recuperación de activos que permitan la compra de vacunas y de ir solventando los problemas de salud de sectores vulnerables de nuestro pueblo, no pueden ser catalogados sino como primeros triunfos de esta estrategia compleja y larga que debe seguir el Gobierno Bolivariano en medio de las medidas coercitivas unilaterales impuestas por las administraciones Obama-Trump.

Sin embargo, a nivel internacional hay sectores muy interesados en descarrilar los avances de estos diálogos que vienen celebrándose en México. Esto lo advirtió el propio Presidente Nicolás Maduro y debemos estar con los ojos bien abiertos todas y todos.

El primero, por el asalto ocurrido el lunes 6 de septiembre, casualmente a 206 años de la Conmemoración de la Carta de Jamaica escrita por el padre de la patria grande, por parte del gobierno colombiano de la empresa Monómoros, cuyas oficinas se encuentran en territorio neogranadino. Este fue un primer elemento para tirotear los diálogos y hacer que la vocería del Gobierno Bolivariano tuviera los suficientes motivos para levantarse de la Mesa en México, y responsabilizar así dentro de una campaña internacional, de que el gobierno de Maduro no tiene la voluntad política para resolver los problemas que afectan a miles de venezolanas y venezolanos.

Pero, afortunadamente, el Gobierno Bolivariano tomó eso como una evidente provocación del gobierno de Iván Duque y no cayó en la trampa montada. Evidentemente se hicieron los correspondientes llamados de atención, pero no nos levantamos de la Mesa.

Y el segundo evento, por lo menos en cuanto a la importancia de los ataques, tienen que ver con las declaraciones del diplomático estadounidense James Story, en las que señala que el gobierno de su país estaría considerando junto a Canadá y la UE la activación de nuevas rondas de medidas coercitivas unilaterales en caso de que no haya resultados en las negociaciones en México. ¿Qué tal?

Las respuestas por parte del Presidente de la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, Dr. Jorge Rodríguez Gómez no se hizo esperar. Quiero expresar en estas líneas que comparto en todas y en cada una de sus partes las declaraciones de respuesta del compañero diputado y presidente de nuestro parlamento, Jorge Rodríguez ante las insolentes declaraciones de Story.

Recuerdo que el Comandante Chávez, hombre sencillo, a personas como éstas o a aquellos y aquellas que trataban de dar un realce a las noticias negativas para afectar el estado emocional de nuestro pueblo, el los comparó con aquellos amigos y amigas de su infancia que, en su pueblo natal, Sabaneta de Barinas, se colocaban unas sábanas a la medianoche para simular unos fantasmas y recorrer todo el pueblo y asustar a los transeúntes que por las pocas calles de aquel entonces se encontrarán merodeando a esas horas. Chávez los catalogo como "los espantadores de la comarca".

Como lo señalé al comienzo de esta edición de esta columna, hay algunas señales de mejoría de la situación venezolana, que en próximas columnas podríamos irlas comentando. No es para cantar victoria, pero ciertamente avizoran un fin de año mucho mejor que el del año pasado y un año 2022 donde puede haber una aceleración en el alivio de las situaciones que afectan a nuestro pueblo. En lo personal no sólo soy optimista, sino que lo ansío como la mayoría de mis compatriotas.

Pero este camino de recuperación, pero sobre todo de restitución de la calidad de vida y del estado de bienestar del modelo económico y político promovido por el Comandante Chávez, no estará exento de amenazas, por ello, debemos extremar las precauciones y mantenernos todas y todos con los ojos bien abiertos.

En expresiones del Comandante Chávez: Hay espantadores de la comarca que pretenden robarnos un buen fin de año 2021, pero los que y las que sentimos la Patria desde las vísceras no se lo vamos a permitir.

Así que ya saben.

¡Bolívar y Chávez viven! ¡Y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!

¡Independencia y Patria Socialista!

¡Viviremos y Venceremos!

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