Al diplomático Saab, extraño diplomático Saab, se lo acusa de ser testaferro de Maduro. Eso puede que se tenga que demostrar, pero para los efectos, no importa; serán "juzgados" y condenados ambos, por parte de quien tiene todo el interés del mundo en que así sea; sacarle al primero, con fuerza o maña, una confesión, para luego decirle al otro y a los otros que se vayan por la buenas (que lo más probable que eso de "por las buenas" sea un engaño). No hay nada que Maduro pueda hacer cuando Saab esté bajo jurisdicción gringa, con Saab en EEUU Maduro pierde las esperanzas de ser escuchado, el madurismo de ser indultado; el extraño diplomático será, cuando menos, como la computadora de Reyes, la fuente de toda suerte de evidencias delictivas.
Un dicho dice que "el que no la debe no la teme", y cuando el gobierno llama a incorporar, a su lado, en la mesa de diálogo, al "diplomático de carreras" Alex Saab, simplemente queda en evidencia. ¿Por qué tantos cuidados por ese personaje tan oscuro, ligado a negocios oscuros, que no es político ni diplomático, con un mercachifle colombiano advenedizo en el gobierno, para no decir "en la revolución" – porque decir esto sería una calumnia –…? Con esta decisión semi pomposa se la ponen fácil a la oposición, dentro de la mesa y fuera de ella; Toby Valderrama y Antonio Aponte tienen razón, están pateando la mesa, porque resulta difícil que Saab sea una "condición" para seguir adelante en sus acuerdos secretos; nadie allí va mover un dedo por ese señor, nadie le va a quitar la presa al águila de sus garras, ¡con lo cagones que son todos!, ¡con lo mandados que son!
Solamente ver el rostro contrariado de Rodríguez, sin poder ocultarlo detrás del tapabocas, uno recela del futuro de la mesa de diálogo, ya Maduro venía diciendo desde hace días que EEUU pretende sabotearla, pero nadie sabía por dónde venían los tiros, sólo él, sólo ellos lo sabían. ¡Ahora, los que no quieren diálogo son ellos, ¿para qué diálogo?, no tiene sentido! El gobierno se repliega y espera, "que sea lo que Dios quiera"…, que sea lo que el imperio quiera.
El final se acerca, ¡y de qué forma!, sin apoyo, sin vergüenza política; ahora, que todo dependa de un extraño, extraño a la política y a la revolución, de un mercachifle… ¿Cómo se le puede dar una apariencia digna a esto? ¿Unidad en torno al destino de un mercader ambicioso, que nadie lo obligó a nada, sino su propia codicia, ahora acusado de testaferro? ¡Hasta dónde ha llegado la impudicia! Si es por los derechos humanos, ¡hasta Rockefeller tiene derechos humanos!, pero no por eso deja de ser responsable por sus actos, deja de ser un pícaro, y deja de correr riesgos políticos por sus decisiones y acciones. El asunto con Saab es otro.
Si el madurismo no ha tenido la misma atención y diligencia, la misma que tiene ahora tiene con Saab, con sus antiguos aliados, ahora presos o fuera del país, perseguidos y acusados sin derechos y sin juicios, no vamos a creer que sean sinceros con el empresario colombiano, por un aparecido, por un socio circunstancial al cual bautizaron de embajador con astucia. En realidad, lo que hacen ahora por Saab lo están haciendo por ellos mismos, para salvar sus propios pellejos.
Desvergüenza es usar a jóvenes incautos e incultos políticos, ¡al partido!, para defender una causa que es personal. Saab no es un símbolo de nada, a menos que sea del oportunismo, y la causa, las razones que defienden estos jóvenes, o quienes sean los que llenaron de "pintas" las paredes de la ciudad pidiendo su libertad, es impedir su extradición a EEUU, para que ella NO sirva de excusa, a los gringos y a sus lacayos, vistas a acusaciones y condenas en contra de Maduro y su círculo más cercano. Ahora está más claro que nunca. Ridículo es que éste sea el final del madurismo, un final sin sorpresas.
Ahora nos toca a los chavistas honestos – perplejos y no tanto – ver cómo hacemos para que el país no se convierta en tierra de nadie, coto de caza para los capitalistas y oportunistas, para que no seamos de nuevo domeñados por una dictadura gomera o vuelva la dictadura, esa que alterna cada tanto tiempo a un monigote, en la raída la democracia burguesa, clientelar, el mercado público del engaño y del voto. ¡Volver al pasado después del asesinato de Chávez sería absurdo!
¡Volver a Chávez es la consigna!, resucitar su espíritu, volver al Plan de la Patria original y denunciar su usurpación y falsificación por el madurismo. Chávez es la salida, Chávez es socialismo.
¡PATRIA SOCIALISTA O MUERTE!