Sumar y sumar...

Miércoles, 22/09/2021 12:55 PM

La mayor fortaleza del bolivarianismo o chavismo, como ustedes lo quieran llamar, es precisamente que la esencia de su planteamiento es la inclusión. Plantear la democracia participativa y protagónica supone llevar a la práctica la mayor inclusión posible, echar a un lado el sectarismo, tan propio de la vieja escuela de la izquierda que termina por aislar a estas fuerzas hasta que llegó Chávez y con su estrategia de inclusión logró romper las fuerzas de contención de l burguesía y derrotarlas. De eso se trata la política, y más aún si es revolucionaria. Cuando leemos las siguientes declaraciones de Diosdado Cabello deducimos que esta será la gran tarea del PSUV en lo adelante: https://mazo4f.com/cabello-debemos-lograr-que-quienes-simpatizaron-con-la-oposicion-entiendan-que-este-fuerza-revolucionaria-tambien-es-de-ellos más claro no canta un gallo, allí, en esas pocas palabras hay un gran reto para la revolución y para el PSUV. No es sencillo echar a un lado tantas agresiones de la derecha contra el pueblo chavista fundamentalmente, que es complejo solicitarle al militante que abra las puertas de la participación a todo el mundo. La misma dinámica nos ha llevado al añejo plan imperialista: dividirnos para golpearnos. Las torpezas de la derecha nos coloca en bandeja de plata todo su capital popular, si actuamos con inteligencia, ecuanimidad y mucha altura. Y esta tarea no es solo de los altos dirigentes, lo fundamental está en la base, en la estructura que llega de forma directa a la opositora u opositor, tan sufrido por las acciones de la derecha como el chavista. Las herramientas están allí, está a la vista, está en la gestión diaria del gobierno, la pregunta entonces es: ¡¿Qué ha pasado, por qué no hemos incorporado a esa gente a la dinámica política revolucionaria?! Esto hay que estudiarlo y analizarlo sin pasiones ni mezquindades.

La derecha tiene los mecanismos de participación popular totalmente obstruidos, son incapaces de recomponerlos, se mueven solo en los medios y las redes, actúan con la mentira como principio político, la manipulación, el engaño. El odio es su única arma para mover a sectores de la base, los temores inoculados en algunos de sus miembros solo le sirven para lograr algunas reacciones aisladas. Las decepciones y desencantos son parte del orden del día de los sectores que le apoyaban, entonces ¿Qué hacer? En principio un trabajo de conciencia en las estructuras del PSUV, los ensayos en las primarias es un buen ejemplo, las elecciones abiertas, pero estas decisiones políticas deben ir sintonizadas con el comportamiento coordinado de todas las estructuras del partido. Si un opositor de la base está desencantado con la actuación de sus partidos, pero también le cierran las puertas en el PSUV o cualquier partido del polo patriótico, lo más probable es que este se marche a la reserva, no participe, no vote, no opine, no se haga partícipe de nada... ¿Qué pasaría si creamos una instancia para este tipo de activista proveniente de los partidos de la derecha? No necesariamente tienen que declararse marxistas leninistas bolivarianos y chavistas, no, solo con declararse amante de este país, de sus costumbres, de su valentía, sólo con mostrar ese orgullo nacional venezolano basta para que apoye este proceso nacional participativo y protagónico.

Quienes tengan la tarea de coordinar estas instancias deben tener la misión muy clara e incorporar a grupos de profesionales, obreros, pequeños comerciantes, empresarios medios, jóvenes, deportistas, trabajadores independientes,, etcétera, etcétera. Estos grupos actuando en un plan nacional: Plan Nacional de Recuperación y adecentamiento de la actividad política, entendida ésta como algo vital para la esencia nacional, para la vida misma, necesitan abrirse espacios, requieren de un conjunto de condiciones que les permitan expresarse, articularse, difundirse y desarrollarse. El evento electoral es propicio para iniciar, pero la mirada de este tipo de organización tiene que ir mucho más lejos de un proceso eleccionario, tiene que además ser autosustentable, apoyado en lo concreto, con líneas claras y definidas y articuladas en el ámbito nacional. El aporte cuantitativo quizás no sea de tanta magnitud al comienzo, sin embargo, cada compatriota que se le arranque a la derecha es como ganar una batalla. La derecha ha manipulado y sigue manipulando a su propia gente, la engaña, le crea falsas expectativas, le miente descaradamente. El trabajo de esa instancia que crearía el PSUV, lo coordinaría y sostendría políticamente debe tener claridad del objetivo de abordaje, mucha movilidad en todos los sectores, mucho respaldo político en cuanto a la apertura de las estructuras de base para que éstas asuman a esos compatriotas, con sus características, con sus críticas incluso, pero entendiendo que los mismos estarán en una etapa de re-aprendizaje en valores de lo nacional, lo nuestro, lo propio. El chavismo es riqueza en la medida que se entienda a Chávez y su capacidad para incorporar, sumar y sumar. ¿Cuantas críticas recibió Chávez cuando decidió incorporar a partidos algo desprestigiados a nivel de sus dirigencias, por ejemplo el MAS? Muchas!!! ¿Se detuvo? Nunca, porque tenía claro el objetivo. Ahora preguntemos ¿Donde están las bases de esos partidos? La inmensa mayoría en la revolución, de eso no hay duda. Ahora, la dirigencia se marchó, terminó entrampada en la incoherencia de la derecha, ese es problema de ellos, pero lo real es que la base que es lo que nos importa, la base opositora que es nuestro pueblo, igual que nosotros se incorpore con amor y pasión a esta batalla por la patria bonita... Ellos no pueden ni deben ser excluídos, la tarea es incorporarlas e incorporarlos... ¡Juntos todo es posible! ¡Venceremos!

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