Liberalismo y “Democracia”
Bolivarianismo-Revolucionario IV
Por: Francisco Sierra Corrales
Domingo, 21/11/2021 02:28 PM
Al caer la Monarquía Absolutista, sobre todo en Francia, en el siglo XVIII, aquí tomamos el ejemplo del modelo de la revolución francesa, (Aun sigue siendo la revolución por antonomasia); el mundo ha debido irse hacia una sociedad más justa socialmente hablando, hacia una participación más colectiva en la toma de decisiones y hacia el desarrollo integral de la personalidad en los individuos para de esta forma crecer y perfeccionarse toda la comunidad en general e ir avanzando hacia un mundo más igualitario y de amplias libertades y más que todo solidario; pasó todo lo contrario; se “coleo” un no invitado indeseable e hizo como “el barbarazo” que “arrasó con todo”, todo se lo apropió, empezó a controlarlo todo y prácticamente lo único que hizo fue “ampliar” (No mucho), la toma de decisiones en las cosas públicas, mal llamadas gobierno que era de una sola cabeza, representada en el Rey, a 749 personas, los miembros de la asamblea nacional . Con razón decía Pierre Joseph Proudhon, el Precursor y padre del Anarquismo o socialismo libertario, sin estado, que la revolución francesa creó un estado o gobierno de 749 cabezas, en vez de una, el Monarca. En otras palabras “La Democracia”, el régimen que verdaderamente surgió a raíz de la revolución francesa es una aristocracia, gobierno de una elite, gobierno de pocos.
Son falsas y no comprobables por la historia, las tesis del materialismo histórico del marxismo, quien su verdadero creador o inventor es Federico Engels, aupado soterradamente por el Imperialismo Británico, el Imperialismo capitalista del siglo XIX, hechos que iremos desarrollando y describiendo, en el transcurso de esta serie denominada “El Bolivarianismo Revolucionario” que es el método que yo le propongo no solo a mi país, Venezuela, sino al continente entero a Nuestramérica, al Abya Yala, al América del Sur que incluye México, California, Texas y Centro-América, el sur aquí es un símbolo en contraposición a América del norte de los gringos y Canadienses; repito, y al ser falsa la tesis del materialismo histórico marxista, son mentiras dos ideas que se tienen por cierta desde esta óptica, una que la revolución francesa fue una revolución burguesa, la mal llamada burguesía que no es una clase, igual sucede con el proletariado como “clase elegida” y contrapartida de aquella; no es una clase propiamente tal, sino un grupo de personas muy listas y con muchas agallas y ambición de riquezas y poder que se asocian para dominar al 99%-91% de la sociedad a quien someten y subyugan, en asociación con el estado, que es otro instrumento de dominación, que en muchos casos resultan ser las mismas personas ricos o capitalistas y burócratas del gobierno; este es “el indeseable no invitado” que se coleo, hace ya casi 250 años, y como lo dijo Alí Primera, aquí lo tenemos hoy.
La otra idea falsa derivada del materialismo histórico, es que después del feudalismo inexorablemente y como algo mecánico o metafísico, viene el capitalismo, y de paso el surgimiento del capitalismo es condición indispensable para que surja a su vez el socialismo; y resulta que el feudalismo, no fue un sistema propiamente, la dinámica que describe Engels, que dijo Marx pero bajo el asesoramiento de la contrainteligencia Británica, del señor feudal y el siervo de la gleba, como clases antagónicas, no se universalizó para decir que fue un sistema o etapa de la humanidad, previa (Fatalmente), al capitalismo y que el capitalismo lo debe ser, también inexorablemente con al socialismo.
Al desplome del imperio romano, el mundo existente derivado de este, que era lo más avanzado tecnológicamente que existía en el plano tierra la tendencia fue a la balcanización y/o atomización de aquellos pueblos sometidos por Roma y la manifestación más común fue la ciudad o comuna, en donde se dieron ejemplo de socialización, igualdad y justicia social, en donde sus pueblos no conocieron el hambre o la miseria y se producía y se gobernaba para todos y si había algún monarca este escuchaba, o al menos tomaba en cuenta, al pueblo, sus súbditos; otras ciudades si conservaron la dominación romana, influenciadas por la iglesia católica surgieron verdaderos tiranuelos y déspotas, hasta que nacieron los monarcas absolutistas, quienes serian los verdaderos padres del capitalismo, cuando empieza a desarrollarse el comercio con Oriente o las Indias y el incorrectamente denominado “descubrimiento de América”, y empieza a circular el el oro tanto de las indias orientales como occidentales, este es el verdadero “motor” del mal llamado capitalismo que despertó la avaricia; y se van creando los nuevos ricos que cada día adquieren más poder y empiezan a dominar las ciudades rompiendo la armonía de estas, y así el poder de un gamonal o cacique local va destruyendo la armonía de las comunas o ciudades y va conquistando otras o se van aliando varios de estos nacientes poderosos y empieza a surgir la nación; con un “Príncipe”, como dijo Maquiavelo o rey absolutista elegido “por la gracia de Dios”. Por cierto este “Príncipe” proveniente y protegido “por la providencia divina” es el verdadero “padre” o “madre” del capitalismo cuando crea las corporaciones, verdaderas sociedades mercantiles, a quienes se les reparte no solo el monopolio del comercio sino grandes extensiones de tierras tanto en América como en las indias orientales y el resto de Asia.
Este capitalismo, que por cierto el capital no existe, es una ficción lo que existe es dinero acumulado e invertido; el dinero que es el único motivo del mal llamado capitalista y el fin último de “las riquezas de las naciones”, elucubraciones de Adam Smith, en su “economía política”, reforzada por Carlos Marx y los marxistas; el capitalismo no existe ni como sistema ni los capitalistas son una clase propiamente tal sino un grupo de diversos pelajes muy ambiciosos tanto de riquezas como de poder que se han asociado para establecer las naciones, dominarlas y luego al mundo, hoy su máxima expresión es el Imperialismo Yanqui o nor-atlántico, este es el producto más acabado de aquel “indeseable no invitado” que se coleo en la revolución francesa con Robespierre, luego se fortalece con el Directorio, después del 9 thermidor pero quien lo siembra con raíces profundas es Napoleón Bonaparte, el padre del fascismo o del estado al máximo; y el guía espiritual de toda esta involución o retrogradación es Jean Jacob Rousseau y su voluntad general contenida en su contrato social, cuya máxima expresión es la noción de “patria”, como veremos más abajo y con razón Miguel Bakunin, uno de los históricos del anarquismo dijo que era “El Padre de la Reacción Moderna”.
Ya volveremos, mas adelante hablar sobre el indeseable que se “coleo” y terminó acaparándolo y monopolizándolo todo, el especulador, el agiotista; todavía andamos por el siglo XVVIII, no se preocupen que llegaremos hasta Maduro, en el año 2022, cuando definitivamente el y su corte anti-socialista salgan del poder, por las buenas o por las malas, a través de un referéndum revocatorio como está establecido en la constitución. Ahora; nos corresponde opinar sobre la diferencia entre liberalismo y “democracia”, precisamente, el régimen que surge de la revolución francesa, el que terminó imponiéndose gracias a Rousseau y a Napoleón Bonaparte y hasta hoy vigente, con algunas reformas, desde 1971, en peor, pero es el mismo del siglo XVIII.
EL LIBERALISMO
La primera gran advertencia que nos hace el gran anarquista Alemán Rudolf Rocker en su célebre escrito “Nacionalismo y Cultura” que sigue siendo la gran fuente de inspiración, en esta parte del libro que aquí presento, correspondiente a los inicio de “La Democracia” (Entiéndase el mal llamado capitalismo), mas algunos tomos de Pedro Kropotkin y Miguel Bakunin, mas algunos agregados míos y otros actualizados. Rocker nos alerta que no debemos confundir al liberalismo político, con el liberalismo económico o Manchesterianismo, aparte de algunos principios de la economía política de Adam Smith sobre la oferta y la demanda; es un “cuento Ingles” que nos dice que el capitalismo, nace en Inglaterra (No es del todo cierto), desde abajo, sin poder político y en contra de los políticos, montado en “La mula Yenny”, una desmotadora de algodón, hilandera y telar que fue la primera máquina a vapor y que a punto de sacrificio, austeridad y ahorro, fueron acumulando riquezas y son los grandes capitalistas de hoy, este es el mismo “cuento” que narran los mal llamados burgueses de siempre que sus riquezas se deben al trabajo y sacrificio y no al latrocinio.
También agrega este relato, de los manchesterianos ingleses que el capitalismo nace liberal, creyendo en el libre juego de la oferta y la demanda, en lo económico, cuestión que es falsa; el mal denominado capitalismo o grupos de nuevos ricos, especuladores, agiotistas, que luego conformarían “la democracia”, aquí en análisis nacen privilegiados, monopolistas, estatistas, en las corporaciones de la Indias Orientales creadas por su majestad la Reina Isabel I de Inglaterra en 1600 o en la “Hudson's Bay Company” (HBC), empresa privilegiada fundada por otro rey ingles, Carlos II, en 1670, estas empresas, al igual ocurrió en Francia y Holanda, eran privilegiadas, le dieron grandes cantidades de territorio y el monopolio del comercio, ese es el verdadero origen del mal llamado capitalismo, el cual nunca fue liberal; este “cuento ingles”, es reforzado por Marx y los marxistas como veremos más adelante.
El grupo de ambiciosos, nuevos ricos, especuladores y agiotistas muy domingueramente llamados “Burgueses” por Carlos Marx y el liberalismo llegan juntos hasta el derrocamiento del monarca absolutista y su degollamiento, de ahí se separan para siempre, puesto que la burguesía empieza a construir “la democracia”, que es algo totalmente contrario a las tesis liberales; y se fundamenta en “la voluntad general” teorizada por Jean Jacob Rousseau en su Contrato Social, que es la continuidad del estado del absolutismo real elegido “por la gracia de Dios” pero laica o sustituyendo a la “Providencia Divina” por la “Providencia Política”, expresado en la palabra “Nación” o “Patria”, que Rocker, en su tomo ya mencionado, dice que es la nueva religión de tipo político, la nueva forma cercenar la libertad, la igualdad económica, la justicia social y la confraternidad humana, en resumen, de oprimir al hombre que simplemente cambio de mano de un Rey Absoluto, por un grupo más amplio de unas 749 personas, encerradas o en un parlamento o un gabinete ejecutivo pero que es la misma dominación y explotación del hombre y la mujer por el hombre y la mujer misma.
El Liberalismo, es una tendencia del pensamiento que surge del humanismo y del derecho natural que ya lo vimos en El Renacimiento, parte del principio que el hombre es la medida de todas las cosas, es su tesis matriz y lo vimos insurgir contra el oscurantismo del teologismo medieval que decía que “Dios lo era todo y El Hombre no era Nada”; dice Rocker sobre el liberalismo que: “…juzga el ambiente social según sea beneficioso para el desarrollo natural del individuo o que obstruya el camino de su libertad e independencia personal…Su noción de la sociedad es la de un proceso orgánico que resulta de las necesidades naturales de los hombres y conduce a asociaciones voluntarias que existen mientras cumplen su cometido, y se disuelven cuando ese cometido se ha vuelto innecesario. Cuanto menos sea obstaculizado ese curso natural de las cosas por intervenciones violentas y regulaciones mecánicas de fuera, tanto más fácilmente, y con tanto menor rozamiento, tendrán lugar los acontecimientos sociales, y en tanta mayor medida podrá el hombre disfrutar de la dicha de su libertad personal y de su independencia.”. En otras palabras que las sociedades, teniendo al hombre como individuo en el centro de las cosas (No al estado o algún dios o divinidad), deben desarrollarse sin influencias externas ya sean violentas o producto de regulaciones impuestas; en esa medida el ser humano tanto como individuo como sociedad podrá disfrutar de la libertad, la igualdad y la solidaridad y así marchar hacia sociedades más perfectibles, integrales, de bienestar común que puede resumirse en el socialismo libertario o anarquía.
Por eso es que Rocker dice que la diferencia entre liberalismo y “democracia” roussoiana o burguesa está en la relación individuo-sociedad; mientras el liberalismo quiere una sociedad que le permita a la persona desarrollarse en toda su capacidad, mientras menos obstaculizado por agentes externos sea el individuo y las asociaciones que libremente vayan surgiendo, estos crecerán más y mejor y con ellos al igual la sociedad lo hará también; en cambio en “la democracia” el individuo es una cifra, una estadística y priva y prevalece el todopoderoso estado, la “nueva providencia”; una providencia laica o política. El socialismo autoritario que es de estado, cuya máxima expresión es el marxista y sus derivados, se parece mucho a “la democracia” porque ambos tienen el mismo origen; son resabios o remanentes no superados del absolutismo monárquico, el de “por la gracia de Dios”; en uno el sustituto de Dios es “la Nación”, “la patria” y en el otro “el socialismo”, “la clase”, pero en ambos el fin es la apropiación del trabajo ajeno de las mayorías y el acaparamiento de las riquezas sociales y el vicio del poder, de someter a otros por una elite o partido, secta o mafia.
El verdadero liberalismo, denominado “Liberalismo Político” que lo llaman así para diferenciarlo del liberalismo económico de la escuela manchesteriana, planteaba como valor primero, la libertad y luchaba en contra de la monarquía absolutista, la nobleza, los señores feudales y el clero, en el estaba concentrado no solo la incipiente y naciente burguesía o nuevos ricos, como se les decía en “la gran revolución”, y el proletariado sino los artesanos y gremios que todavía dominaban parte de la economía existente, los pobres de la ciudad potenciales obreros o artesanos, los campesinos, en parte lo que Sieyes llamó el “tercer estado”; a ese sector que los historiadores burgueses y marxistas han querido uniformar, diciendo que era sola la burguesía (El pueblo de Paris participo en la revolución francesa independientemente y muchas veces en contra de la burguesía que formo ejércitos privados para impedir saqueos en los motines en contra del monarca), este “tercer estado” en donde el sector más organizado por su capacidad económica y su naturaleza de avaricia y poder era la burguesía, lo vemos en las calles enfrentando a la monarquía, la nobleza y el clero, una vez derribados estos, los nuevos ricos especuladores o burguesía pasa a ser “poder constituido” e inmediatamente se convierte en conservadora y si el pueblo insiste en profundizar la revolución, se convierte en reaccionaria volcándose en contra de ellos y aliándose con sus antiguos enemigos para masacrarlo, así paso con la revolución inglesa en los años 1640-1680 y en la revolución francesa en 1789, después del 9 termidor, el 26 de julio de 1794.
Otra de las características de la mal llamada burguesía, es que es muy dada a conformar ejércitos privados de mercenarios, lo que se conoce como bandas armadas, antes cuerpos de choque (“Checas”), hoy grupos paramilitares, por eso el pueblo jamás debe de dejar de construir guerrillas y ejercitarse para la guerra, sin que esto se convierta en una obsesión porque el militarismo conduce al vicio del poder y del apoderarse de lo ajeno; que contrarresten tanto las bandas armadas de la burguesía como al ejercito formal, que los jefes de gobierno en funciones, los convierten en cuerpos armados de represión y asesinatos del pueblo como forma principal de control social, sobre todo del pueblo ávido y solicitante de justicia social e igualdad. De no tener la presión revolucionaria del pueblo en forma inminente, la burguesía (Y el socialismo autoritario también), convierten al gobierno en una democracia representativa, que es una aristocracia, un gobierno de elites. No queremos una aristocracia o gobiernos de pocos, ya sea de una clase de ricos o de un partido político, queremos un gobierno de todos, un autogobierno, una anarquía que es el gobierno de todo el pueblo, por el pueblo y para el pueblo, asamblea de ciudadanos, en la dirección política y la autogestión en la economía.
Vamos a dejar hasta aquí el análisis de liberalismo, más abajo diremos porque se quedó “varado en la historia” y despareció como tendencia política vigente, aunque los marxistas, siguen erróneamente, llamando a la burguesía “liberales”, eso es una confusión inducida, no tan inocente que esta entrega se propone en aclarar y denunciar; pero el liberalismo como tendencia política y social vigente y de actualidad, ya es historia.
“LA DEMOCRACIA” O DEMOCRACIA ROUSSOIANA O BURGUESA
En oposición a “El Liberalismo”, surge “La Democracia”; en pleno siglo XVIII, ya vimos que tomamos por referencia a la gran revolución francesa que, hoy sigue siendo la revolución por antonomasia; todavía no hemos salido del siglo XVIII, que hasta la década de los 70 del siglo XIX, aun marcan los hechos de hoy.
Mientras el liberalismo abogaba por la libertad del individuo para que pudiese desarrollar su personalidad integral, como lo establece la constitución (En el caso de Venezuela), lo que implicaba menos estado y más protagonismo popular, es decir, decisiones en asambleas de ciudadanos y ciudadanas, referéndums consultivos, libertad de crítica que implica aparte de no tomar venganza en contra del opinante, medios al servicio de la participación popular y no para el enriquecimiento de unos burócratas o testaferros de estos, sondeos de opinión, etc.
Por el contrario “La Democracia” partía de un concepto colectivo como “La Comunidad”, “El Pueblo”, pero este pueblo no era pueblo sino “pueblo”, porque no era la participación democrática y protagónica; el pueblo para Jean Jacob Rousseau era lo que él llamaba “La Voluntad General” y esta voluntad general, era un concepto muy arbitrario, no era un consenso colectivo sino que venía siendo lo que dijera la cúpula gubernamental, las “749 cabezas” de la asamblea nacional, como lo dijo Proudhon, que sustituyó a la cabeza única del monarca absolutista “electo por la gracia de dios”; y la mayoría de las veces esas 749 cabezas se reducían a 10 personas en “la convención” o “el directorio” y hasta 3 cabezas en el “comité de salud pública” de Robespierre, con razón Rocker dijo que Rousseau fue un alquimista, un oficio conocido por sus contemporáneos que consistía en producir oro en laboratorio.
Lo de alquimista en la persona de Rousseau es porque mezcló muy arbitraria y religiosamente (Algo dogmatico sin fundamento real o científico), el contrato social del liberalismo que tenía su base en el humanismo, en el derecho natural que pregonaba la libertad individual del hombre y la mujer en relación con el desarrollo espontaneo y natural de la sociedad con una idea de estado sustentado en el absolutismo real, pero en vez de ser de origen divino, es laico, político previsto en su “voluntad general” cuya máxima expresión fue la idea de Nación o Patria que implico una nueva religión, esa ha sido la causante de las dos guerras mundiales o interimperialista, en el siglo XX y la nación es el espacio natural del mal denominado capitalismo; USA con todo que es un Imperio Mundial, nunca deja de colocar de primero su USA, para ellos USA es primero siempre. Por eso Rousseau es tan mal interpretado, muchos creen que es liberal y no saben que es el creador del estado absolutista (Considero que así debe decirse y no “totalitario” que es otra cosa), que implica “la democracia”; esta es “el oro” que pretendió hacer Rousseau.
Veamos lo que dice Rudolf Rocker sobre “La voluntad general” o “colectiva” de Jean Jacob Rousseau y lo que arrojó su investigación sobre “la democracia” que fue él su arquitecto y Napoleón Bonaparte su ingeniero.
Todos los comentarios sobre Rousseau, hechos aquí por Rocker, son de su obra cumbre “El Contrato Social”, Libros Primero, Capítulo VII y Libro Segundo, capítulos III y VII, en donde habla del soberano, de la voluntad general y la legislación; y dice así: “La idea de Rousseau nace de una imaginación religiosa que tiene su raíz en la noción de una providencia política, y como tal está provista del don de la omnisapiencia y de la omniperfección, y por eso no puede apartarse nunca del verdadero camino. Toda objeción personal contra la intromisión de semejante providencia equivale a una blasfemia política. Pueden engañarse los individuos en la interpretación de la voluntad general, pues el pueblo no se deja nunca sobornar -como decía Rousseau-, pero a menudo se deja extraviar. Sin embargo, la voluntad general queda intacta ante toda falsa interpretación, y flota, como el espíritu divino, sobre la superficie de las aguas de la opinión pública. Sólo ésta puede, de tanto en tanto, incurrir en desviaciones; pero retornará de nuevo al centro de todo equilibrio social como los judíos extraviados a Jehová. Partiendo de ese ángulo visual imaginario, rechaza Rousseau toda asociación particular dentro del Estado, ya que mediante ella es obscurecido el claro reconocimiento de la voluntad general.”.
De la “Omnisapiencia” y “Omniperfección” que son dos cualidades de “La Providencia Divina” transmutada por Rousseau a “su” Providencia Laica o Política, traducen, la primera en saberlo todo, “el sabelotodo”, el funcionario o burócrata y el nuevo rico o burgués, ambos complotados dirigen “la democracia”, quiere saber “de todo” y “de todos”, en su afán de riqueza y poder es un “policía represivo nato” por eso vive fisgoneando y averiguando de todo y a todo el mundo, esa mala facultad que es un vicio y debe ser criminalizado, se va perfeccionando y se convierte en un policía agresor de verdad que busca el control social absoluto y empieza a averiguarle la vida a todo el mundo, ese modelo casi perfecto lo tenemos hoy en día en la GAFAM-Google-Apple, Facebook, Amazon-Microsoft, que tienen chequeados a miles de millones de personas en sus vidas intimas, antes lo hizo la CIA y mas anteriormente, los servicios secretos de Su Majestad. Y la segunda, la Omniperfección, es tan pésimo como el “el sapismo burgués”, anterior, ya que es algo religioso del cristianismo romano o “pablista” que es una tergiversación intencionada de las enseñanzas de Jesús de Nazaret, quien busca la perfección individual, obviamente apartándose del mundo, y en contra del mundo, que convierte a la persona en un supremático, en la búsqueda de esa “perfección” que es imposible, ha surgido las más grandes ideas de intolerancia y discriminación como el “racismo”, el “clasismo” y otras muchas acepciones de personas; la Omniperfección parte que solo “Dios es Perfecto” y si lo queremos alcanzar debemos ser como él que como ya dijimos es un acto individualista y de separatismo social; la búsqueda de la perfección o “Complementariedad” (Ese debe ser el nombre correcto), solo existe en términos relativos y debe ser adquirida y emulada socialmente en la búsqueda del bien común, la socialización, la anarquía.
La perfección, y solo relativa, se alcanza socialmente, en acción social y socializante hacia la anarquía o socialismo libertario; la individualista o de separatismo social, como lo hace el cristianismo y el capitalismo, solo conduce al egoísmo, el fanatismo y el supremacismo, induce a la acepción de personas, al racismo, al clasismo, a la discriminación a ver al otro como un ser inferior como una “criatura” que no es hijo de Dios.
Con la voluntad general, como base del sistema político que crea “la democracia”, Rousseau sustituye a la “Providencia Divina” del cristianismo que era “la gracia de Dios” que designaba al monarca; por una “Providencia Divina” pero laica que el anarquista alemán denomina acertadamente “Providencia Política”, la cual no puede sobrevivir y cabalgar sino sobre el lomo del estado; el estado es la institución que sobrevive al absolutismo monárquico eso si cambiando de propietario y ampliando los dueños de una persona, el Rey y 4 o 5 adulantes o asesores a uno o varios centenares de individuos que caben en un parlamento y en un gabinete ejecutivo o gobierno, que en “democracia” ese gobierno en funciones viene siendo el mismo estado; es allí en donde se hizo necesario la existencia de los partidos políticos y la figura o categoría de “la representatividad”, es decir, se “abrieron las compuertas pero no tanto” de forma que varios centenares de personas no nobles y provenientes de distintas partes (A veces se cuela un pobre), ocuparen un curul tanto en el parlamento como en el gobierno y siguió la misma subyugación política, esta vez por una elite, una verdadera aristocracia y en lo económico los mismo nobles y accionistas de las corporaciones privilegiadas como la de las indias orientales y la de la bahía de Hudson, en Canadá, verdaderos padres del capitalismo junto con las corporaciones privilegiadas también holandesas y francesas, sus accionistas que eran nobles o personas “asignadas”, muy poco o ninguno era trabajador, llámese ingeniero o navegante o simplemente comerciante y mucho menos obrero, pasan a ser los nuevos ricos, una vez caída la corona o perdido fuerza esta, conjuntamente con otros ambiciosos y especuladores muchos de ellos aventureros que traían oro de américa o de las indias orientales y pasan a ser los caciques de las ciudades y forman un monopolio económico que los hace cada día más ricos y por ende más poderosos y se apoderan del poder político y se van asociando con otras ciudades o burgos y así va naciendo el estado nación, que es el ámbito territorial de estos nuevos ricos alias burgueses y burócratas del gobierno de los anteriores o asociados con estos alias el capitalismo. Les presento aquí a “La Democracia”.
Continua Rudolf Rocker, comentando a Rousseau y su voluntad general padre de “la democracia”, en la obra citada de la siguiente manera: “Así nació de la idea de la voluntad general una nueva tiranía, cuyas cadenas son tanto más consistentes cuanto que se han adornado con los oropeles de una libertad imaginaria, la libertad roussoiana, tan inerte y esquemática como su famosa concepción de la voluntad general. Rousseau se convirtió en creador de un nuevo ídolo, al que el hombre sacrificó libertad y vida con el mismo fervor que lo había hecho a los ídolos caídos del pasado. Frente a la soberanía ilimitada de una voluntad general imaginaria, toda independencia del pensamiento se convirtió en crimen, toda razón, como para Lutero, en prostituta del diablo. También para Rousseau se convirtió el Estado en creador y conservador de toda moralidad, frente a la cual no podía existir ninguna otra concepción moral. Era sólo una repetición de la misma antiquísima y sangrienta tragedia: ¡Dios es todo, el hombre nada!”,
Y luego agrega el anarquista alemán que: “Los jacobinos, siguiendo esas huellas, amenazaron con la pena de muerte ante los primeros ensayos de los obreros franceses para agruparse en asociaciones profesionales, y declararon que la representación nacional no podía soportar un Estado dentro del Estado, pues, con esas alianzas, sería perturbada la expresión pura de la voluntad general. Hoy se apropian el bolchevismo en Rusia y el fascismo en Alemania y en Italia de la misma doctrina, y suprimen todas las asociaciones particulares incómodas y hacen, de las que dejan en pie, órganos del Estado.”.
Cualquier asociación que surgiera espontáneamente era rechazada porque podía desnaturalizar la voluntad general y esta terminaba siendo la opinión mayoritaria de una cúpula; toda objeción a la idea etérea o religiosa de la voluntad general era una blasfemia política y como tal debía ser sancionada porque en el capítulo del soberano, en el libro primero, ya había dicho que la ofensa de uno era la ofensa de todos y la ofensa a uno también era la ofensa a todos; y como ya hemos mencionado, la voluntad general, base de “la democracia” es la idea o el pensar de una elite, en base a sus intereses.
Aquí vemos en lo dicho, anteriormente, por Rocker, el origen del denominado “Estado Moderno” que lo tenemos en Robespierre, quien es su ejecutor, aunque su ideólogo es Rousseau, porque el Jacobino era un fiel y fanático seguidor del Ginebrino, y ese acto de terror llevado a cabo por “La Convección” (Desde el 31 de agosto de 1793 hasta el 9 termidor, el 26 de julio de 1794) y después reforzado y ampliado por “El Directorio” y por ultimo superado por Napoleón Bonaparte, en el 18 brumario, el 9 de noviembre de 1799; el fin de “la gran revolución” o lo que quedaba de ella; es la matriz de “La Democracia” o democracia burguesa actual; el reciente pacto denominado “Nueva Carta del Atlántico”, emulando a la carta del mismo nombre de 1941, firmada entre Biden por USA y Johnson por Inglaterra, en la población de Carbis, en suelo ingles, el pasado viernes, 11 de junio de este año 21, antes y al margen de la reunión del G-7.
Ese acuerdo “Atlántico II”, entre Biden y Johnson, del pasado 11 de junio, es como dijera el politólogo ruso Dmitri Drobonitski, aparecido en la sección internacional de Sputnik-web, el pasado 12 de junio; así: "Sin embargo, el documento firmado por Johnson y Biden es una loca trivialización de la memoria histórica de la Carta del Atlántico de 1941. En aquel entonces hubo un mal absoluto en el mundo, y todos entendieron que tenían que luchar contra él. La carta estaba relacionada con la lucha humana universal contra el nazismo"; ahora ese acuerdo en defensa de la democracia, de un imperio en decadencia; se refiere a “La Democracia Roussoiana” o democracia burguesa, arriba descrita, la de la voluntad general, de hace más de 200 años y que no es un consenso del pueblo ni producto de una asamblea o referéndum o encuesta universal; esa voluntad general o idea de nación, hoy ampliada al imperio, pero siempre bajo el mezquino dominio de lo nacional y sobre todo de raza y religión (La raza anglosajona y la religión del cristianismo, en su versión protestante y católica), lo define una elite, una cúpula, “los representantes”; por eso no queda ningún lugar a dudas que la democracia burguesa o roussoiana, es una aristocracia, un gobierno de una elite, de una cúpula, en contra de una mayoría a la cual subyuga, explota y hambrea.
Pero lo recién transcrito de Rocker, no solo encierra el pensamiento absolutista de Jean Jacobo Rousseau, en su “voluntad general”, cuando es llevada a la práctica, como en el caso del ejemplo, lo hizo Robespierre al prohibir a lo que iba a ser el primer sindicato organizado y legalizado del mundo con varias décadas de anticipación a los formados por la pionera, heroica y mártir Asociación Internacional del Trabajo-AIT, casi 100 años después; porque podría influir negativamente o desnaturalizar en la voluntad general, lo que evidencia que la “voluntad general” de Rousseau, en la práctica, como ya hemos señalado es lo que diga una cúpula, una elite, con razón Miguel Bakunin, uno de los históricos del anarquismo, dijo que “Rousseau era el padre de la reacción moderna”; y no estaba pelado el ácrata ruso.
Pero Rocker, en este párrafo en análisis no solo cuestiona al padre moderno de la reacción, el ginebrino Rousseau, sino que lo hace por igual al bolchevismo de Lenin y al fascismo tanto el hitleriano como el italiano; ya que los tres tipos de gobierno en funciones son estatistas al extremo, hijos de un estado absolutistas herederos del pensamiento del ginebrino referido. Por eso que hablar de fascismo de izquierda no es un término impreciso sino que todo estado o gobierno en funciones, tiene dos caras de una misma moneda, la faz dulce, pacifica, en las épocas de bonanzas y la amarga y fea, en las épocas de crisis o ingobernabilidad; asimismo pasa con el “capitalismo de estado” alias socialismo marxista, también.
Estudiando a Rousseau, nos topamos con la abuela de la “Responsabilidad de Proteger”-R2P- del Imperialismo Yanqui actual, cohonestada por la ONU, su apéndice que traduce “caerle a bombazos a los pueblos”, matándolos y cometiendo genocidio para que sus gobernantes respeten los DDHH; así lo hizo en la Ex-Yugoslavia, en los 90 del siglo pasado y más recientemente lo ha hecho en Afganistán, Iraq, Libia y Siria, con tan nefastos y conocidos resultados. Veamos como desarrolla Rousseau la idea de la voluntad general y cómo y por que esta se debe cumplir: “A fin, pues, de que el contrato social no sea una fórmula vacía, encierra tácitamente la siguiente obligación que es la única que puede dar fuerza a las demás; consiste en que el que rehúse obedecer a la voluntad general, debe ser obligado a ello por toda la corporación; lo que no significa nada más sino que se le obligará a ser libre.”. Es decir “eres libre” por las buenas o por las malas; esto se evidencia en “El Contrato Social”, Libro Primero, Capítulo VII, la obra cumbre del Ginebrino Jean Jacob Rousseau y verdadero padre de la reacción o conservadurismo, retrogradación social moderna, quien no tiene nada de liberal y a quien a él y sus seguidores, o sea la burguesía y sus cómplices, las consignas de Igualdad, Libertad y Fraternidad, le quedan grande, en su boca es pura demagogia y no tenía nada de liberal que es otra cosa.
¿Cuál es la libertad de Rousseau? Dice Rocker y eso se deduce de su contrato social y de la práctica de la revolución francesa que ha servido de modelo al también mal denominado “mundo occidental”, en donde nos meten a los americanos del sur en ese saco; cuando se refiere al Atlántico Norte, es decir, a Europa y la norte américa anglosajona; nosotros los habitantes del Abya Yala debemos reivindicar siempre que somos del sur y no occidentales; rectifico; la concepción de libertad del área del Atlántico Norte que recibe la influencia determinante de Rousseau y la revolución francesa, dice Rocker: “Lo que Rousseau llamó libertad, es la libertad de hacer aquello que el Estado, como guardián de la voluntad general, ordena hacer al ciudadano; es la afinación de todo sentimiento humano de acuerdo con un solo tono, la supresión de la rica diversidad de la vida, la fijación mecánica de toda aspiración en una norma determinada. Alcanzar ésta es la tarea suprema del legislador, que en Rousseau juega el papel de un supremo sacerdote político, investido con la santidad de su ministerio. Su deber consiste en corregir la naturaleza y en transformar al hombre en una criatura política tan singular que no tenga nada de común con su esencia originaria.”
Rousseau, hace del ser humano unos borregos. Continúa Rudolf Rocker, opinando del nuevo leviatán de Rousseau, la voluntad general, así: “Aquel que se atreve a dar instituciones a un pueblo, debe sentirse con fuerzas para transformar, por decirlo así, la naturaleza humana; para convertir cada individuo, que por sí mismo es un todo perfecto y solidario, en parte de un todo mayor, del cual dicho individuo recibe entonces en cierto modo la vida y el ser; para alterar la constitución del hombre a fin de vigorizarla; y para substituir por una existencia parcial y moral la existencia física e independiente que todos hemos recibido de la naturaleza. En una palabra, debe quitar al hombre sus propias fuerzas para darle otras que le son ajenas, y de las cuales no sabe hacer uso sin el auxilio de los demás. Cuanto más muertas y anonadadas están las fuerzas naturales, tanto mayores y más duraderas son las adquiridas, y tanto más sólida y perfecta es la constitución.”, este párrafo lo transcribe Rocker del contrato social, libro segundo, capítulo VII.
MAS SOBRE LA DIFERENCIA ENTRE LIBERALISMO Y “DEMOCRACIA”.
En la definición sobre la voluntad general, comentadas anteriormente, vemos a las claras la diferencia entre liberalismo y “la democracia”, que es el sistema verdadero y real que surgió a raíz de la revolución francesa, el sistema de los mal llamados burguesía y el capitalismo, que es muy diferente al liberalismo, aunque en la búsqueda de oro en laboratorio por parte del alquimista Rousseau, aleó el pacto social que es del liberalismo, surgido del humanismo, del derecho natural con la voluntad general que es de la naturaleza del absolutismo cristiano, pero descristianizándolo, por el desprestigio que tenia esta institución para la ciencia y el progreso y le dio credenciales laicas, civiles, políticas; por supuesto el bodrio que surgió allí fue toda la antítesis del oro; eso es la democracia burguesa, que tiene su asiento o espacio territorial en la nación o patria que ha dividido al hombre mucho más de cómo lo hizo el cristianismo; este comentario no es una reivindicación de alguien que ha causado mucho daño a la humanidad y retrasó el progreso por 1.000 años sino que es verdad, solamente con las dos guerras mundiales, es suficiente, aunque antes y después de ambas guerras hubo muertos y bastante sangre derramada y la sigue habiendo.
En relación al principio de libertad y la relación del ser humano con la sociedad; se ve a las claras las grandes diferencias que existen entre liberalismo y “democracia”; el liberalismo nace del humanismo y del derecho natural que pone por arriba de todas las cosas al hombre y deja que la sociedad se vaya desarrollando espontáneamente sin imposiciones desde fuera (Tanto religiosas como políticas), ni violencia; pero la “democracia” con ese criterio Roussoiano tan arbitrario como “la voluntad colectiva” o “general” cuya expresión más acabada es la noción de “Patria”, criterio que no es nada natural ni espontaneo, ya que lo termina imponiendo una elite; la libertad individual y el libre desarrollo de la persona es coartado y la relación hombre sociedad se convierte en una dictadura, el hombre individualmente hablando pasa a ser una cifra, una estadística.
Rudolf Rocker, en su libro y capitulo, ya mencionado, manifestó que Rousseau ante el liberalismo había opuesto “la democracia”, así: “A ese pensamiento opuso Rousseau el principio igualitario de la democracia, que proclamó la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley. Y como preveía, con razón, en la multiplicidad y en las diversas predisposiciones de la naturaleza humana, un peligro para la marcha uniforme de su máquina política, quiso substituir la esencia natural del hombre por un sucedáneo artificioso que diera al ciudadano la capacidad de actuar con el ritmo de la máquina.”. En otras palabras, Rousseau, en vez de tender hacia la verdadera democracia contenida en las consignas máximas de igualdad, libertad y fraternidad, crea un estado absolutista, el cual se asemeja a una maquina; él decía que los legisladores, eran “las maquinas que hacían las maquinas” y como conocía la tendencia natural del hombre de oponerse a las dictaduras, a las imposiciones, quiso substituir, al ser humano, por un sucedáneo artificioso para que actuara como una maquina; ese sucedáneo fue la “voluntad general” en donde igualaba a los individuos pero a la fuerza, por intermedio de las leyes y le puso marco territorial a la nación, la patria y su nombre es “la democracia”.
Aquí vemos que al igual como lo hicieron los hombres del siglo subsiguiente a 1.789, el siglo XIX, influenciados y catequizados por el industrialismo, el maquinismo, quisieron aplicar los mismo principios de la física a la sociedad y por eso crearon las “ciencias sociales”, que no existen, existe es aplicar métodos científicos a los asuntos sociales que hay que hacerlo con mucho tino y cuidado, por ejemplo la estadística, en las encuestas, el cálculo del consumo, la producción y lo que falta para satisfacer al colectivo, la econometría, en materia penal, la estadística criminal, etc., etc., pero el hombre en sociedad no puede ser sometido a una investigación, no se puede llevar a un laboratorio; a esa tendencia la denominamos no sé si acertadamente “el positivismo”, en donde es sometida la sociedad a un “lecho de Procusto”, en donde se trata someter a los habitantes de un país, región o ciudad a un molde y por lo general le mochan los pies, las manos y a veces la cabeza; tal y como ocurría en la mitología Griega.
Y para concluir, Rocker en su libro “Nacionalismo y Cultura”, Libro Primero, Capitulo X, refiriéndose a Jean Jacob Rousseau, hizo la siguiente reflexión: “Resulta uno de los fenómenos más extraños, que el mismo individuo que aparentemente trató con menosprecio a la cultura y predicaba la vuelta a la naturaleza; el hombre que rechazó el edificio mental de los enciclopedistas por razones de sentimiento, y cuyos escritos suscitaron en sus contemporáneos un anhelo tan hondo de vida natural, sencilla; es raro que un hombre así violentase la naturaleza humana como teórico de Estado mucho peor que el déspota más cruel y apelase a todos los extremos para conformarla de acuerdo con la técnica de las leyes.”. Aquí se ve el doble discurso de los “demócratas” desde toda la vida; una cosa es cuando están en la oposición o minoría, es decir, no son gobierno en funciones, pero una vez llegado a este, toda la perorata de “libertad”, “igualdad”, “justicia”, “hermandad” de que hablaron, lo tiran por la borda y se acogen al principio de autoridad, reviven el absolutismo teológico con otros disfraces que tanto odiaron antes de ser gobierno en funciones.
INSUFICIENCIA DEL LIBERALISMO Y POR QUE SE QUEDA VARADO EN LA HISTORIA Y DESAPARECE COMO TENDENCIA POLÍTICA VIGENTE.
En su texto, aquí en mención, Rudolf Rocker, con respecto, a la limitación que tuvo en la historia el liberalismo a diferencia de “la democracia” que no las tuvo, más bien fue atropellante, atropellos que aun sufrimos hoy el 99%-91% de la humanidad, dijo: “Se podría objetar que también el liberalismo se apoyaba en una presunción ficticia, pues la doctrina de la libertad personal difícilmente se deja armonizar con el sistema económico vigente. Sin duda la actual desigualdad de las condiciones económicas y las divergencias de clase resultantes de ella en la sociedad, son un continuo peligro para la libertad del individuo y conducen ineludiblemente a una esclavización creciente de las masas trabajadoras…”.
El liberalismo y “la democracia”, aunque llegan juntos al poder, derrocando a la monarquía absolutista, pero en el ejercicio del poder se separan para siempre, ya que quienes asumen el mando de la revolución francesa, que es el modelo de revolución para la contemporaneidad (Desde hace casi 250 años), fueron inconsecuentes con los principios de Igualdad, Libertad y Fraternidad guiados por el alquimista de Jean Jacob Rousseau, quien prácticamente fue el guía espiritual de la gran revolución, con el bodrio de “la voluntad general” que es quien crea la idea de “nación” de donde parten los imperios y las guerras; desde que las tesis de Rousseau, toman el control de la revolución con Robespierre y luego mucho mas con El Directorio, después del 9 thermidor y más aun con el 18 brumario de Napoleón Bonaparte, el 9 de noviembre de 1799; el liberalismo desaparece como opción de poder, se impone “la democracia”; y esta es la que permite que los nuevos ricos, especuladores, agiotistas y monopolizadores, como los denominaban los “anarquistas”, sansculottes y enragés y luego Carlos Marx, denominó muy domingueramente “burgueses”, quienes se apropiaron de la revolución y del mundo hasta el sol de hoy. Son los que crean un sistema bien inhumano denominado incorrectamente el capitalismo (Ya vimos que lo que existe es el mero dinero, lo demás son elucubraciones de economistas), es el que crea la noción de “patria” o “nación” que ya vimos que ha dividido a la humanidad más que ningún otro sistema anterior y por ende es el que más ha derramado sangre en toda la historia del hombre. He aquí el indeseable, no invitado que hizo como “el barbarazo”, arrasó con todo; mejor dicho, se apropió y acaparó todo.
Continúa Rocker, en el tomo mencionado, diciendo porque el liberalismo, “no cuajó” o se quedó varado en la historia y desaparece; y dice: “Si el liberalismo fracasó prácticamente en un sistema económico basado en el monopolismo y en la división de clases, no fue porque se había equivocado en la exactitud de su punto de partida, sino porque es imposible un desenvolvimiento natural y espontáneo de la personalidad humana en un sistema que tiene su raíz en la explotación desvergonzada de la gran masa de miembros de la sociedad. No se puede ser libre política ni personalmente en tanto que se está económicamente a merced de un tercero, y no puede substraerse uno a esa condición. Eso lo reconocieron hace mucho tiempo hombres como Godwin, Warren, Proudhon, Bakunin y muchos otros; por lo cual llegaron a la convicción de que la dominación del hombre por el hombre no desaparecerá mientras no se ponga fin a la explotación del hombre por el hombre.”.
Ya hemos visto que en “la democracia”, se impuso la explotación del hombre y la mujer por el hombre y la mujer misma, descripción aunque más larga es más exacta y adaptada a la realidad que “capitalismo”, en plena revolución francesa que luego es extendida a todo el resto de Europa y al mundo anglosajón, aunque ya existía pero la refuerza, ese sistema de explotación es contradictorio y si se quiere decir una palabra más fuerte, “traidora” de los que fueron los principios del “humanismo”, del “derecho natural”, el “pacto social” y el liberalismo que condensa todos esos principios, pero se atravesó la “voluntad general” de Rousseau y hecho hacia abajo o para atrás todo es andamiaje que había nacido en el renacimiento con el humanismo; los partidarios del liberalismo, han debido reaccionar ante el curso que llevaba la revolución, y no lo hizo; es más su silencio, contribuyó mas a que siguiera la confusión de llamar a “la democracia” que nacía que era, un estado continuidad del absolutismo real de la Providencia Divina, y en vez era una Providencia Política, el despotismo cambio de cara, de fachada y de consignas pero siguió siendo, en esencia el mismo; el silencio del liberalismo, insisto, contribuyó a que se denominara incorrectamente “liberal” al régimen absolutista, de verdad de “la democracia” que nacía.
Esa confusión producto de la inacción del liberalismo o de los activistas del liberalismo, no solo en Francia sino en todas partes, ayudó bastante que esta desapareciera como tendencia política actual o vigente; ya que no marcó la diferencia que existía entre su doctrina y la y “el oro de laboratorio social” que inventó el alquimista Jean Jacob Rousseau “la democracia” porque si existían diferencias entre uno y otro y grande; y debemos aclarar y reconocer porque si de algo debemos estar claro, la burguesía en gobierno y como factor económico relevante socialmente, nunca fue liberal, desde su nacimiento con el monarca absolutista en las empresas privilegiadas, hasta en la revolución francesa con los “nuevos ricos”, como los llamó el pueblo de Paris, jamás fue liberal, siempre fue atropellante, especuladora, agiotista, acaparadora y monopolizadora y peor aun cuando se alía con el clero, los restos de la monarquía, los nobles y la contra-revolución aupada y financiada desde Inglaterra, España, Austria, Alemania, para frenar, reprimir y guillotinar al pueblo que pedía profundización de la revolución; lo del liberalismo-burgués es un “cuento ingles”, avalado luego por los marxistas.
Desde que nace el capitalismo, con los monarcas absolutistas de Europa dentro de las empresas privilegiadas de las indias orientales y accidentales o de américa, nació estatista, monopolizador, especulador, agiotista, usurero cuando asume el poder que se lo arrebata al Rey, en donde “la tarea del indio” la hizo el pueblo de Paris, la comuna, se vuelve reaccionario y represor del pueblo.
El liberalismo, aparte que no confrontó a la desviación Roussoiana expresada en “la democracia” porque independientemente que no lo hizo, una vez consolidada aquella, en un sistema de explotación y sobre todo y más que todo al degenerar en un régimen que coartaba tanto la libertad de los individuos como del pueblo, dos factores estos que hacían imposible el desarrollo integral de la personalidad y con ello, al mismo tiempo de la sociedad, ha debido, repito chocar con ella y desmarcarse y no lo hizo; como si lo hizo el socialismo y por eso el liberalismo pierde vigencia y el socialismo pasa a ser el contradictorio del capitalismo o nuevo esclavismo.
El gran error del liberalismo fue no denunciar y confrontar al nuevo régimen de opresión y absolutista que nacía, mucho más cuando se disfrazaba de “liberal” y seguía usurpando las consignas de la gran revolución: Igualdad, Libertad y Fraternidad. Su oferta, bajo el régimen de la democracia que ya nacía con Robespierre en el Directorio, se consolida o mejor dicho se expresa con el golpe de estado del 9 thermidor pero más aun se consolida y se expande por toda Europa con Napoleón Bonaparte, el verdadero padre del fascismo, del militarismo y del imperialismo “democrático”.
Por lo muy largo, vamos a dejar esta entrega hasta aquí, en las próximas estaremos disertando sobre, el bonapartismo, en donde volveremos hablar de
(1) J. J. Rousseau: El contrato social; libro primero, capítulo VII.
(2) El contrato social; libro segundo, capitulo V.
(3) El contrato social; libro segundo, capítulo VII.
(4) Rousseau: Emilio, libro primero.
(5) El contrato social; libro segundo, capítulo IV.