Ante los resultados de las elecciones de noviembre que anuncian una derrota estratégica del madurismo, el presidente maduro no encontró mejor respuesta que escurrir el bulto y culpar del desastre a miembros de su gobierno, a ministros y alcaldes. La conducta no es nueva, se trata de endilgar las culpas a terceros, unas veces el imperio, otras a los colombianos, y a veces a la iguana. Ahora, ante la gravedad del augurio, enfila contra su propia gente.
Es una excusa que evita ir al fondo del asunto: el problema que padecemos, la crisis tiene su origen principalmente en Miraflores, es allí donde se diseñan las grandes líneas políticas, y son esas grandes líneas las que han fallado: falló el madurismo al desmantelar a PDVSA, que venía funcionando bien, con tres millones de barriles diarios, y era un vigoroso músculo económico; el madurismo cometió el crimen de lesa patria, la tontería de, por razones menores, arremeter contra PDVSA, su directiva, acusarlos de cuanto se les ocurrió, no poder demostrar nada, y de esa manera desmoralizaron la empresa. Lo demás es historia: Venezuela, un potente país petrolero, quedó sin petróleo, sin recursos y allí comenzó todo. Falló el madurismo en desmantelar la organización política, cambiar al PSUV por un rebaño con carnet, así fragmentó y liquidó el espíritu de cuerpo. Falló con el "dakazo", educando a la gente en la rebatiña, en el "Black Friday" perpetuo, rompiendo la relación esfuerzo-logro. Falló en destruir la imparcialidad, la credibilidad de la justicia, convirtiendo a la nación en un verdadero pranato: lo que diga Miraflores sustituye a leyes y jueces.
El problema que padecemos se origina en Miraflores, el Chavismo fue sorprendido en su duelo, mientras estaba sumido en su dolor, herido con el magnicidio, se apoderó del gobierno una pandilla que torció el camino de Chávez, el rumbo hacia el Socialismo. Y resolver ese problema compete y es un reto pendiente del Chavismo. Las últimas elecciones abren para mucha gente una posibilidad en sana paz, sobre la mesa está la propuesta de un referéndum revocatorio. Es necesario precisar bien, estamos tratando con gente experta en triquiñuelas, lo que pasa en Barinas es un ejemplo vivo de lo que son capaces; lo que hicieron con el PCV y Samán ilustra la calaña de los gobernantes. Entonces es posible que el revocatorio sea burlado de mil formas, eso lo percibe la gente, por eso es necesario precisar.
El referéndum tiene dos características principales: una, es la última oportunidad pacífica, de resolver el problema de Miraflores, salir de maduro; si esta solución es saboteada, sólo quedará la partera de la historia, la violencia, para salir del generador de la crisis, aplicar con toda la fuerza el artículo 350 de la Constitución de Chávez. Otra, no se trata de salir del madurismo, para quedar entrampado en el guaidosismo, en la derecha gringa, para retornar a la cuarta, ya sabemos lo que pasa en estos países cuando el desespero de salir de una dictadura nubla la estrategia, sabemos lo que pasó en Chile, salieron de pinochet y siguió por muchos años su Constitución, la dominación capitalista aún vive allá; vivimos en carne propia lo que pasó con la caída de la dictadura de pérez jiménez, que en palabras de Fabricio, sólo fue un cambio de nombres, de hombres. La consigna del revocatorio debe ser precisada con las tres R:
¡Revocatorio para volver a Chávez, Revocar al engaño, Revocar a la traición a Chávez!