“El paquetazo de Maduro”, Ley de Grandes Transacciones Financieras o una oposición que no aprende

Sábado, 02/04/2022 02:23 PM

Al gobierno de Biden, sin que quepa la menor duda, dado el conflicto alrededor de Ucrania y las consecuencias que eso ha traído y de las otras que del mismo habrán de derivarse, en virtud que, pese la norma siga sobre la mesa, "por ahora", no están en condiciones de sacar a Maduro, por ninguna vía, porque la fruta no está madura y a quienes han utilizado para ese fin no pueden levantar la vara con el gancho en la punta por falta de fuerzas y capacidad para atinar el punto exacto, no le quedaría otra opción que recomponer sus relaciones con Caracas, aprovechando que de este lado hay muy buena disposición para ello.

Los grupos económicos a nivel interno, empezando por Fedecámras, y de ella, empresarios que antes aparecían en medio del debate, unos más discretos que otros, opinando y hasta accionando, están en un estado de mansedumbre, como el agua dentro de un vaso, sin olas ni aspavientos, porque no encuentran motivos para mostrarse en actitud contraria.

Entonces, por lo anterior, pensar que esa oposición que, como dije arriba, no da muestras de entender nada, represente la visión de país o de la coyuntura que ahorita tiene el empresariado, es más que un disparate y por ende, un enorme error que pudiera llevar a nuevas derrotas y fracasos. Y no es sensato pensar que, en EEUU, su gobierno y la gente inteligente que allá tiene peso, estén dispuestos a seguir en la misma comparsa.

Si no fuese por lo trágico que hay de por medio, uno se estaría riendo a "mandíbula batiente", por unas declaraciones recientemente dadas por "el genial" dirigente opositor y presidente interino, en las cuales protesta por la muerte, de manera todavía no aclarada por la Fiscalía, de un dirigente del Partido Comunista de Venezuela.

Estas declaraciones, al margen del hecho en sí, revelan lo que llamaría un "cinismo infantil", pues uno bien sabe que Guaidó y los suyos, lo primero en su programa no escrito, pero sí bajo la manga, es lo de hacerle la vida imposible y hasta acabar a toda la gente de la izquierda, progresista, nacionalistas, democráticos, esos que ellos engloban y llaman con extrema facilidad comunistas. Si, en verdad, intentara hacer una rectificación debería empezar por condenar a los suyos que ordenaron y ejecutaron la quema de seres humanos vivos que, por su apariencia, parecían "chavistas", lo que para ellos es sinónimo de comunista. Pero estos tipos no aprenden, porque la gran tragedia de la derecha, es que los conflictos tumultuarios, violentos, producen efectos inesperados, como que de repente, al frente de las multitudes pueden aparecer no precisamente los más aptos.

Esos locos, que ya no andan tirando piedras y quemando cuanto se le ponga al alcance en las calles, porque no tiene cabida, fracasaron y terminaron siendo rechazados, hacen los mismos disparates, pero de otra manera. Su objetivo es el terrorismo real o virtual para ocasionar una explosión. No se sientan a elaborar un programa de luchas que asuma los problemas de la gente común, la más afectada, porque por lo que dije arriba, el gobierno y los grupos económicos han encontrado puntos en los que ponerse de acuerdo y han limado sus asperezas.

¡No! Nada inteligente se les ocurre, salvo lanzar rumores, generar falsas noticias, con el mismo fin de antes, el terrorismo.

Ahora, la cogieron con la Ley de Impuesto sobre las Grandes Transacciones Financieras. Como su nombre lo indica, está referida a "las Grandes Transacciones Financieras", que lo único que habría que determinar es a partir de dónde una transacción adquiere ese rango. No obstante, los terroristas de la información, los comerciantes dispuestos a aprovecharse de cualquier cosa, sin importar de qué lado estén, si del gobierno o de la oposición, porque lo importante es la ganancia, empezaron a hacer correr el rumor y hasta inventar la forma de aplicar la medida, que toda operación cambiaria, así fuese de un caramelo, pagado en bolívares, debía pagar tal impuesto. Y hasta llegaron a la osadía que siendo de un 3 % sobre el pago en divisas, a aplicarle al equivalente del 50 y hasta 50% al caramelo. Con lo que lograron lo mismo que cuando hacían guarimbas, dañar a la gente más débil.

Fue tan grande el terror que causaron que, los comerciantes informales sobre todo aquellos que venden harina de maíz precocida, comenzaron a esconder su mercancía para cambiarle el precio de "acuerdo" a la nueva ley. ¡Cuánto sería ese cálculo!

Y en esto hubo dos cosas. Por ejemplo, "Sudeban ha suspendido la aplicación de la medida derivada de la Ley gravamen de 3% a los pagos con divisas y criptomonedas distintas al Petro, para resolver los inconvenientes derivados de la aplicación de la reforma de la Ley de Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF), que establece un gravamen de 3% a los pagos con divisas y criptomonedas distintas al Petro." Y agrega la información que "Aparentemente, indican las fuentes, hay problemas con la interpretación de la reforma legal, por lo que no hay uniformidad de criterios sobre si el tributo aplica o no, en los casos de transferencias y pagos. "https://www.aporrea.org/economia/n372677.html

Por las redes, corrió un largo escrito, en el cual se habló del "paquetazo de Maduro", en el cual entre otras cosas se dijo, que cada cosa que uno comprase, como el refresco que intentó comprar María Alejandra Díaz, sería pechada con un tres por ciento derivada de esa Ley, llamada de "Grandes Transacciones Financieras". Y lo que es más, ese supuesto "3%", era vendido en una narrativa que no era poca cosa, sino como más allá de la mitad del valor de lo que gente comprase. Como si el refresco, costaba 10 bolívares, aunque pagase en esta moneda y no en dólares o euros, le cobrarían 15. Es decir, ya no 3% sino 50%.

Llegué a leer en ciertos medios, hasta supuestos abogados, "expertos en temas financieros", según se identificaron, que dijeron, palabras más o menos, que hasta un "palo de ron" u otra cosa insignificante, pagada en dólares o bolívares serían pechados con ese impuesto. Pero el terrorismo puesto en práctica llegó más lejos, hubo negocios, según abundantes informaciones, como ya dije María Alejandra Díaz, es testigo de eso, donde de una vez comenzaron a aplicar la medida. No se sabe, aunque uno lo supone, el destino que dieron a esa particular recaudación.

La medida de Sudeban ya referida, revela que en el asunto hay cierta confusión, pero está claro en la propia Ley que ella está referida a determinados agentes u operaciones financieras que nada tienen que ver con las habituales y discretas transacciones que el común de la gente ejecuta, como la de comprar en el abasto sus alimentos o medicinas en la farmacia.

Sólo fue que la oposición, esa de Guaidó que, antes hasta quemó muchachos por parecer comunistas, como tener cierto aspecto físico o vestir humildemente, la misma que ahora aparece protestando por la muerte de un joven militante del PCV, el segundo en Apure en lo que va de año, lo que hay que clarificar y donde uno puede manejar varias hipótesis al rompe, partiendo de la coyuntura política y el espacio, no teniendo seso ni idea alguna para engarzar con las mayorías y viendo como las clases dominantes, incluyendo EEUU y el gobierno se acercan, se pega de lo que sea necesario, sobre todo que cause terror, para mandar señales de existencia, de puro humo. Todavía no se enteran que ya no hay cabida para más disparates y maldades.

Uno sabe, no sólo porque ellos lo digan, sino que lo han demostrado, que en la Casa Blanca, se juegan con distintas cartas, todas ellas están sobre la mesa y una de ellas, no es nada raro pensarlo, podría ser poner a esa extrema derecha de López y Guaidó, definitivamente al margen, por incompetente y por demás cara. La nueva carta ya está rodando, se abre demasiado espacio para el juego, la mesa está servida. López y Guaidó, pudieran salir muy bien si el destino no les depara el mismo fin del panameño Noriega.

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