Dicen que el tiempo todo lo borra, pero se puede decir también que con el tiempo todo puede aclararse, sobre todo aquellas situaciones que en determinado momento se ocultan o son víctimas de confusión. En el caso a comentar, parece, por lo que observamos, que el tiempo está favoreciendo al ex presidente Lula, quien fue sometido a una serie de acusaciones que devinieron incluso, en prisión, y desfavoreciendo, a quien detrás de los vestidores urdió los hilos de esta estrategia para resultar favorecido electoralmente, me refiero al caso del señor Jair Bolsonaro.
La ultra derecha brasilera, encabezada por este personaje oscuro y medieval como lo es Jair Bolsonaro, se propuso como estrategia electoral anular a Ignacio Lula da Silva como candidato electoral en las elecciones de 2018 y lo logró con acusaciones infundadas y un Juez venal de apellidos Moros, que se prestó junto a miembros de la Fiscalía a investigar a Lula, para sacarlo de la contienda electoral.
Sobornos, adquisición indebida de bienes, corrupción, entre otras fueron las acusaciones interpuestas contra Lula da Silva y lograron con enmarañados procesos judiciales hasta condenarlo y encarcelarlo, estando retenido por 580 días, tiempo en el cual manipularon al pueblo brasileño y lograron ganar las elecciones con un candidato que ha demostrado tener tendencias racistas, sexistas y de franco retroceso desde el punto de vista cultural y científico, con un costo de miles de muertos para el pueblo brasilero, como fue su oposición y subestimación de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y otros especialistas frente a la Covid-19.
Tal fue su terquedad e imprudencia en la gestión de la pandemia de la Covid 19, que una Comisión del Senado, ha investigado todas sus actuaciones y concluyen que más de 600.000 muertes fueron productos de su gestión errática, lo que ha llevado a los investigadores del caso a catalogar su conducta como lesiva al derecho a la vida, a los Derechos Humanos y lo responsabiliza por delitos de Lesa Humanidad.
Pero el voluminoso expediente elaborado por la Comisión Parlamentaria y hecho público no se refiere exclusivamente a la deliberada actuación gubernamental que produjo la matanza susodicha sino, que igualmente, hace referencia a la actuación en general gubernamental. La investigación realizada aporta datos relevantes de otro conjunto de delitos relacionados con la prevaricación, malversación de fondos, corrupción, negación de vacunas para combatir la pandemia y atentados contra la dignidad del cargo para el cual fue electo como Presidente de Brasil.
Los escándalos de corrupción se extienden a varios de sus Ministros, Ex ministros y familiares del mandatario, incluyendo a sus hijos. Verbigracia, su hijo mayor, ha sido acusado por la Fiscalía de Rio de Janeiro, de lid erizar una organización criminal desde 2018, cuando era parlamentario, involucrado en delitos de malversación de fondos públicos, lavado de dinero sucio y apropiación indebida. Toda una trama de corrupción que se amplió y consolido bajo la cobija de su padre como Presidente de la República.
Paralelo a este declive que ha tenido la gris gestión presidencial de Jair Bolsonaro, las acusaciones por el fomentada entre bastidores, por el contrario, desataron olas y olas de solidaridad hacia José Ignacio Lula da Silva, que se mostró firme durante todo el tiempo que duro el proceso en su contra, hasta que, hoy, sale la verdad a relucir, toda la trama que se forjó para sacarlo como candidato presidencial a la cual se prestaron muchos jueces y fiscales en Brasil.
Recientemente, el Tribunal Superior, acordó, y de alguna manera esto confirma, lo que afirmamos en el título de este artículo, que Lula Da Silva, debe ser indemnizado, por el Fiscal del Caso Lava jato, debido a los graves daños morales que su actuación causaron al ex presidente brasileño
Así observamos hoy, como la figura de este líder de los trabajadores brasileros, despunta hoy en las encuestas, como gran favorito para las elecciones presidenciales de Brasil en 2022, mientras que Jair Bolsonaro, cada día se empantana más por una serie de delitos, que lo llevaran a futuro a los estrados judiciales e incluso a ser posiblemente juzgado internacionalmente, por crímenes de Lesa Humanidad. La figura de Lula se afianza con el cariño de su pueblo y se crece en la medida que la verdad sale a flote, mientras que Bolsonaro, se apaga y eclipsa y su pueblo siempre lo recordará como el verdugo que por negligencia e ignorancia ocasionó la muerte de miles de brasileros. Más recientemente, Comité de la ONU, declara públicamente que el proceso contra Lula, no fue imparcial y se violaron sus derechos políticos.