Los nuevos símbolos y propuestas salariales de la burguesía revolucionaria

Jueves, 19/05/2022 04:46 PM

En la teoría del Marxismo, Karl Marx señala que el socialismo establece que los medios de producción deben pertenecer a los trabajadores, para que puedan repartir los beneficios por igual el socialismo; pero el autor va mucho más allá y reivindica la lucha de clases; pues para Marx el proletariado (clase social que vende su trabajo a cambio de un salario), está limitado por el capitalismo y no por la capacidad de trabajo y esfuerzo; es decir, por más que trabajen los obreros, al final quien se enriquece es el propietario. Por esta razón Marx defiende la revolución de los trabajadores que cambien el sistema, para dar pie a la "Dictadura del proletariado", para instaurar un sistema en el que la clase trabajadora tuviera el poder. Marx y Engels sustentaron que toda la historia de la sociedad humana —hasta la actualidad—, ha sido y es una historia de lucha de clases. Esta gran diferencia de clase fue lo que se desarrolló aquel 01 de Mayo de 1886 en Estados Unidos, debido a la explotación laboral de que era víctima el proletariado por parte de quienes acumulaban capital y se enriquecían a costa de los más débiles. Su principal exigencia fue la reducción de la jornada laboral a ocho horas, ocho de reposo y ocho de recreación. Todo lo que el obrero asalariado adquiere con su trabajo es lo que estrictamente necesita para seguir viviendo y trabajando. Más de 12.000 fábricas pararon en Chicago junto a más de 30.000 empleados. Este día se le reconoce también como los "Mártires de Chicago", el más importante triunfo de la clase obrera frente a los capitalistas de ese momento.

Los tiempos han cambiado, a pesar de que los trabajadores hoy siguen luchando por cambiar el sistema y los gobiernos capitalistas siguen explotándolos, algunos recuerdan aquel 01 Mayo festejando aquel fatídico evento. Así es como por ejemplo, los nuevos símbolos y propuestas laborales de la burguesía revolucionaria en Venezuela le dan un revés a aquella lucha histórica. Por allí se va la patria: en un degradé de colores, con sangre roja e ideología blanca; haciendo actos obreristas con el símbolo de la mano derecha alzada en color azul, cuando estos símbolos han sido propios de lo que representa la lucha trabajadora, la lucha del proletariado, de los más débiles contra los más fuertes. La mano izquierda de color rojo alzada con el puño, representa la justicia, solidaridad, apoyo, fuerza y desafío; es símbolo de resistencia, usado por activistas de izquierda con consciencia revolucionaria. La mano derecha con el puño cerrado, de color azul, es el símbolo de los que oprimen, de la derecha, de los que se consideran superiores, de sangre azul, de los ricos, lejana de las inclinaciones políticas expresadas por la izquierda y por la lucha de la clase obrera. Este símbolo en un gobierno que se dice ser revolucionario es una ofensa a los mártires de Chicago, a las mujeres que se declararon en huelga con permanencia en su lugar de trabajo, en 1908, que murieron incendiadas porque el dueño de la fábrica Cotton les ordenó cerrar las puertas, reclamando condiciones de igualdad; es un insulto a todos los trabajadores asalariados que votaron por Chávez y luego por Maduro buscando mejores condiciones de vida y que ahora se desvanecen, optando por otras alternativas de sobrevivencia para garantizarle mínimas condiciones de salud a los suyos; que han resistido desde el año 2013 en este gobierno de Maduro las más duras condiciones de pobreza y de desigualdad; las violaciones humanas del imperio contra el país y que ahora se rindan de manera fácil; que vergonzosamente han tenido que mirar el crecimiento de la nueva casta política azul boliburguesa a costilla de los trabajadores, quienes no tienen problemas de agua, luz, de gasolina, internet, ni de esperar cajas CLAP dos meses (si acaso usan estos productos), ni de conseguir dólares tan fácilmente, ni de ir a conciertos porque los precios son inaccesibles para la clase obrera que gana un salario de 126 bolívares, equivalente a 25 dólares por la devaluación del bolívar y aumento de la inflación, y que aún sigue optando por buscar otros medios de sobrevivencia para paliar la crisis. A esto se suma, el incremento en los productos de primera necesidad que inmediatamente efectuó la oligarquía empresarial sin el control del gobierno porque hay que tenderle la alfombra, que ayudó a mermar el ingreso del salario mínimo.

Todavía está en espera el ingreso salarial con base a un Petro y no a medio Petro; la indexación del salario es preferible no discutirla porque Farías tiene su fijación con Pascualina. Se ofreció un bono de Bs. 10.000, solo para jubilados desde el año 2018 ¿los jubilados de años anteriores, no tienen este derecho?; también un fondo de 100MM para financiar proyectos de los trabajadores, pero el Ministerio del Trabajo no ha emitido información al respecto; se discutirán las contrataciones colectivas, las cuales se violentaron primero y ahora es que las van a discutir, vulnerándose conquistas laborales logradas por los trabajadores; se prometió un plan de vivienda para los trabajadores, la cual se espera que no sea solo para el entorno de los alcaldes y gobernadores; así mismo, se prometió la creación de un sistema Nacional de Recreación y Turismo para los trabajadores, lo cual es contradictorio, ya que este recurso debería ir su salario. Si no hubo un aumento salarial en Mayo porque el Estado no soporta otro incremento ¿Cómo se explica que haya recursos para este tipo de plan? Volveremos otra vez a los dólares CADIVI, pero en una nueva versión, para devaluar más la moneda y repetir la corrupción que se generó con este tipo de planes donde los dueños de bancos se hicieron más ricos. Además, este programa que de muy buena voluntad creó el comandante Chávez, fue el inicio para que Venezuela se encaminara a una economía dolarizada disfrazada.

Una de las grandes señales de alarma de la fragilidad de la economía de un país, como en Venezuela, es el salario mínimo, porque es insuficiente e insostenible, a pesar de su riqueza petrolera. Es el país con la menor ganancia para los trabajadores con salario base. Las dádivas que promete el gobierno no son suficientes, no son para todos en condiciones de igualdad. Los jubilados y pensionados de 60 hasta más de 80 años son los más necesitados por razones de edad y de salud. Los centros de salud no les garantizan en su totalidad los medicamentos a este sector. Lo más lamentable de esta crisis que vive la clase obrera es que los sindicatos que representan al sector chavista se pusieron a merced del gobierno; algunos ya no caben por la puerta por el sobrepeso que tienen, gracias a la buena vida que ostentan a costa de los obreros que se están comiendo un cable. La economía del país es bastante compleja, no se podrá dar su crecimiento con las amenazas y sanciones del imperio, por un lado, aunque ya se avizoran nuevos vientos de color azul, gracias a las concesiones que el gobierno ha hecho. Pero, por otro lado, estos desajustes han ido acompañados del debilitamiento de la organización autónoma de la clase obrera que se fortaleció con Chávez. La repartición de los beneficios en condiciones de igualdad está cada día más lejos. Por más que trabajen los obreros se enriquece el patrón, la "burguesía revolucionaria" y el Estado se empodera más para instaurar un sistema representado por el capitalismo, organizado por una nueva casta azul que aspira remediar la crisis económica con los mismos capitalistas que colocaron al país contra la pared, que en su peor crisis les prohibió a los venezolanos hasta usar papel higiénico. Lénin señaló que "la pequeña explotación dispersa y aislada ata a los trabajadores al lugar en que residen, los desliga, no les permite adquirir consciencia de su solidaridad de clase, no les permite unirse después de haber comprendido que la causa de su opresión no es esto o la otra persona, sino todo el sistema económico". Este sistema económico es dañino, perverso y antihumano. ¡No cambiemos a Chávez, cambiemos el sistema!

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