Cuanta importancia tiene darles una nueva mirada a los documentos primigenios de la Revolución Bolivariana. Y es que, sin caer en afirmaciones exageradas, nunca había existido en estos 211 años de vida republicana, un proceso político que estuviera enmarcado en definiciones y propuestas tan completo como el que, a lo largo de estos veintidós años, han sido elaboradas para la construcción del Socialismo Venezolano.
En el marco del proceso electoral de 1998, la candidatura Presidencial del Comandante Hugo Chávez estuvo acompañada de un documento titulado: La propuesta de Hugo Chávez para transformar a Venezuela: Una Revolución Democrática; en el que, como dijimos en el artículo anterior, se definían las líneas estratégicas que guiarían la Revolución Bolivariana. Obtenida la victoria electoral, éste documento fue revisado, corregido y mejorado, y en mayo de 2000, el Comandante Presidente le presentó a los venezolanos una nueva versión titulada: La Propuesta de Hugo Chávez para continuar la revolución.
Como se recordará, en diciembre de 1999 mediante referéndum, se aprobó la Constitución Bolivariana. Carta Magna, a partir de la cual se iniciaría el proceso de transformación de la formación social venezolana, la edificación del nuevo Proyecto Nacional.
Constitución que es el ordenamiento jurídico a través del cual, los gobiernos de la Revolución Bolivariana, se han propuesto dar respuesta al sin fin de interrogantes que, como parte del estado de incertidumbre vivido en nuestro país a finales de la centuria pasada, el venezolano se había formulado: ¿Cómo vamos a salir de la crisis? ¿Cómo vamos a construir una sociedad más democrática? ¿Cómo vamos a construir un Estado más eficiente y más eficaz? Pero, sobre todo, ¿Cómo vamos a superar la pobreza y la inequidad? En definitiva, ¿Cómo vamos a construir una sociedad más justa, más humana; una sociedad en dónde reine la justicia social?
Gruesas interrogantes, las cuales requerían de novedosas respuestas. Sobre todo, si tenemos presente que el objetivo fundamental de la Revolución Bolivariana es alcanzar la justicia social, la felicidad y la igualdad de nuestros compatriotas. Para lograrlo, en el TITULO VI, DEL SISTEMA SOCIOECONÓMICO, CAPITULO I, Del Régimen Socioeconómico y de la Función del Estado en la Economía, de la Constitución Bolivariana, de manera precisa, en el art. 299, se establece que: "…el Estado conjuntamente con la iniciativa privada promoverá el desarrollo armónico de la economía nacional con el fin de generar fuentes de trabajo, alto valor agregado nacional, elevar el nivel de vida de la población y fortalecer la soberanía económica del país, …". Mandato constitucional a partir del cual ha sido definida y diseñada la política económica de la Revolución Bolivariana.
Y que, como bien lo dejó plasmado el Comandante Presidente Hugo Chávez, en las Líneas Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2001-2007: "El modelo constitucional nos indica que debemos conducir el país hacia la maximización del bienestar colectivo, que se expresa en la ampliación de la democracia, mayor seguridad social, crecientes fuentes de trabajo, alto valor agregado nacional, mejor nivel de vida para la población y mayor soberanía del país. Tales resultados deben garantizar la solidez, dinamismo, sustentabilidad, permanencia y equidad del crecimiento económico, que se traducirá en una justa distribución de la riqueza nacional, generada por una planificación de carácter estratégico, que democráticamente incorpore la participación colectiva, mediante la consulta abierta".
Se señala, asimismo, en el referido documento, que: "El modelo planteado está vinculado con un sistema productivo diversificado, competitivo, abierto hacia los mercados internacionales, basado en la iniciativa privada y con presencia del Estado en industrias estratégicas, pero con apertura a la iniciativa privada en el desarrollo aguas abajo del tejido industrial; donde la productividad y eficiencia deben ser la base de la rentabilidad empresarial. Se reserva el Estado la potestad de proteger la industria y la agricultura nacional cuando se enfrentan a una competencia desleal".
Por lo que: "uno de los aspectos más novedosos de la Constitución Nacional es la disposición sobre la protección y fomento de la economía social, como una estrategia para la democratización del mercado y del capital…".
Pues bien, estas serán, entre otras, las directrices económicas que guiaron la elaboración de La Propuesta de Hugo Chávez para continuar la revolución y Líneas Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2001-2007.