La oposición política a la revolución, siempre ha banalizado la lucha que desde los movimientos afro se han venido gestando. Hacer creer que es una lucha de resentidos, de unos negritos que buscan poder o peor aún, hacer crítica desde el Endoracismo es la postura de estos opositores desclasados.
Negar las luchas de Luther King, de Rosa Park en Alabama, de El Hajj El Shabazz mejor conocido como Malcon X, los atletas Tommie Smith y John Carlos quienes ganaron oro en las olimpiadas del 68 y mientras recibían su medalla levantaron su puño en señal de protesta ante el racismo y la discriminación, Nelson Mandela quien luchó contra el apartheid, Argelia Laya en Miranda, Aristóbulo Isturiz, el cimarrón mayor, Juan de Dios Martínez en el Zulia, Casimira Monasterios, Norma Romero y Chucho García en Caracas y así una cantidad de afrohermanos y afrohermanas que insisten en esta lucha, desconocer eso, es egoísta.
Con la llegada del comandante Chávez, la lucha afro fue tomada en cuenta, fue reivindicado, aquel sueño de Guillermo Rivas en el cumbe de Ocoyta, nosotros seguimos en mora con el cumbe de Aripao, pero hasta hoy se ha avanzado mucho en estas luchas y las mujeres afro han sido determinantes para ello.
La revolución de Hugo Chávez que hoy dirige Nicolás Maduro, ha hecho grandes esfuerzos en combatir el racismo, con iniciativas como: La creación del consejo para el desarrollo de las comunidades afro, la aprobación de la ley contra la discriminación racial, la inclusión de afrodescendientes en el censo nacional, la aprobación de la ley de educación que reconoce la afrodescendencia y hasta la adopción de una nueva constitución que establece que Venezuela es multicultural y multiétnica, aunque aquí, también hay mora dado que en al preámbulo, falta ese aparte referido a los afro.
Dominicana, Haití, Trinidad, Colombia, hoy Venezuela, entre otros, han sido países en permanente batalla contra los prejuicios, la discriminación y las injusticias sociales, más de 500 años, negras y negros esclavizados, guerreando contra la violencia, el sexismo y la exclusión racial. Hoy vemos una luz al final del túnel con los logros antes mencionados y los que están por venir. Tiene que llegar el Ministerio para los pueblos afrodescendientes y la vicepresidencia afro en el psuv, que permita incorporar, planificar y gerenciar políticamente la lucha del cimarronaje originario.
Aún persisten aquello de aguas negras, o negro solo para rodapié, o forro de urna, una negramentazon dicen algunos y hasta un negro del whatsapp, insisten en los descalificativos raciales, los derechos de admisión en locales y comederos, pero solo para negros, aunque la oposición sigue en su tesis de que no existe racismo, solo por negarse a reconocer las luchas que se han venido dando.
Nosotros seguiremos esta lucha, enarbolando banderas de aquella mujer que ha parido negras y negros y por ello ha sufrido grandemente. Que viva la África mujer.
A LO INTERNO: Quítenle el champú a la guabina, que se resbala sola.