Es falso de toda falsedad, que los militares son apolíticos

Jueves, 28/07/2022 04:36 PM

Por qué los políticos siempre han vociferados a total jactancia, que los oficiales militares, son puros eunucos, de mente cerradas, sin percepción futurista, que no sirven para políticos, porque no saben hacer política.

Los actuales oficiales generales, coroneles y tenientes coroneles, ya no son prusianistas como antes, que eran severos en extremo, no sabían jugar con la palabra, no tenían humor, no eran felices consigo mismo, eran los propios ogros, disfrutaban ejecutando tratos crueles y criminales a la tropa en formación. Mientras más, rangos jerárquicos tenían, más severos eran.

Los oficiales militares, todos son políticos por excelencia. Llevan esa condición innata anexa a la condición de autodidacta que por obligación profesional, estan dados al triunfo. Por eso, ese decir castrense: "El soldado ni se niega ni se ofrece. Solo cumple cuando se le ordena. Y debe cumplir a cabalidad. Si no sabe, pregunta y sobre la marcha, aprende y ejecuta."

Pérez Jiménez, sobre la marcha al lado del Maestro Gallegos a quien todos pedían la Bendición todas las mañanas, aprendió a ser más que político, comprendió la unión entre Militarismo y Política, que por sí sola son repulsivas pero que con Estrategia de lado y lado, ambas se atraerían entre sí, como un imán se adhiere a otro imán por el campo magnético de atracción y mantener la distancia del otro campo repulsivo que al voltearse producirá debilitamiento y repulsión magnética.

Los oficiales actuales, son felices, no les interesa la política en lo militar. Viven lo militar a sus anchas, bien cómodos, lo malo que yo veo, es que hay extensibilidad de Generales, Mayores Generales y Generales en Jefe, como decía Pajarito que seguro se lo oyó mucho a Japajapa: "Muchos caciques y pocos indios" quien por cierto, todos los días se paraba en la entrada del Cuartel Páez, con su menaje y cantimplora de campaña, para que le dieran su ración de comida, jugo y fruta. Y se iba al Kiosko de Pajarito a comer y ahí decía: "La pechuga para los generales, los muslos para los coroneles, las alas para los capitanes, los pescuezos para los sargentos y las patas para los soldados." Y había quienes le preguntaban a Japajapa: "Aja y a ti por qué te dan pechuga. Y él respondía: Porque yo soy General."

A propósito traigo a colación la reseña histórica del 24 de noviembre de 1948: Auge y caída de Rómulo Gallegos.

Cuyo contenido leyéndolo entrelineas, ha puesto de manifiesto desde ese episodio, lo grande que fue Marcos Pérez Jiménez. Y debe quedar claro, que ningún civil tumba gobierno menos a dictadores militares, así que no fue Rómulo Betancourt el héroe que tumbo a Pérez Jiménez, ni tampoco fue el Contralmirante Wolfang Larrazábal, a quien encontraron en el baño cagando y era el oficial de mayor rango en ese momento.

Estados Unidos fue quien ordenó la caída de Pérez Jiménez, para evitar que el Agalludo Fidel Castro invadiera a Venezuela y atacara el poder por sorpresa produciendo el derramamiento de sangre nunca antes visto en la historia de Venezuela, obvio que luego irían contra Cuba, porque Pérez Jiménez le tenía muchas ganas a Fidel, solo que Estados Unidos lo tenía frenado.

Los que saben leer entrelineas, contemplen el enrroque corto de Perez Jimenez a Gallegos y después de enrroque en enrroque se fue apoderando del poder. ¿Eso que es? tiranía o política. No lo vean con odio. Véanlo como progresista.

24 de noviembre de 1948: Auge y caída de Rómulo Gallegos

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Marcos Pérez Jiménez, Germán Suárez Flamerich
y Luis Felipe Lovera

El 24 de noviembre de 1948 se conoce en la historia contemporánea de Venezuela como la fecha del golpe militar que las Fuerzas Armadas Nacionales perpetraron contra el gobierno constitucional presidido por Rómulo Gallegos, quien el 15 de febrero de 1948 había asumido la presidencia de la República, luego de triunfar en los comicios de diciembre de 1947 con un 74.4% de los votos escrutados, siendo además la primera vez en el siglo XX que el pueblo elegía por vía universal, directa y secreta a sus representantes. Múltiples fueron los factores que incidieron en la crisis política e institucional que derivó en la caída de Gallegos. Por un lado, el partido de Gobierno (AD), quien se estableció en el poder luego del derrocamiento de Isais Medina Angarita (18.10.1945) y en el que se sustentaba Gallegos, comenzó a ser tildado de sectario al ocupar los principales cargos de la administración pública con sus partidarios. En tal sentido, en poco tiempo AD creció rápidamente como organización, creando un grupo monopolista del poder, denunciado por la oposición. Asimismo, los niveles de intolerancia de la militancia llegaron a extremos tales de sabotear los mítines de los partidos de la oposición-en especial de COPEI-y de asambleas sindicales, que en muchos casos llegaron a las agresiones físicas.

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Medina Angarita

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Rómulo Gallegos

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Marcos Pérez Jiménez

Por otra parte, la unión cívico-militar instalada el 18 de octubre de 1945 se empezó a debilitar, una vez que los miembros de las Fuerzas Armadas comenzaron a verse como los socios minoritarios de un proceso político que ellos mismos habían iniciado. Esta situación empeoró con las acusaciones de los jefes militares de que AD estaba organizando milicias partidistas armadas e intentaba conquistar adeptos en las filas del ejército, además de querer penetrarlas, al hacer que jóvenes de su confianza se inscribieran en las academias militares. El descontento provocado por la penetración de los adecos en la institución castrense, produjo por tanto diversos intentos localizados de alzamientos cuartelarios, que los mandos militares debieron sofocar para mantener la unidad y la disciplina de dicha institución; sin embargo, las presiones castrenses por el derrocamiento del gobierno continuaron. Por tal motivo, los principales jefes militares (Carlos Delgado Chalbaud, Marcos Pérez Jiménez y Luis Llovera Páez) se erigieron en negociadores para tratar de aliviar las tensiones. Con esta finalidad elaboraron tres puntos que propusieron al Gobierno de Gallegos:

  1. Que Rómulo Betancourt - el gran estratega y organizador del partido AD, a quien se responsabilizaba del estado al que había llegado - saliera del país por tiempo indefinido.

  1. Que las milicias de AD fueran desarmadas.

  1. Que se reorganizara el gabinete, sustituyendo a los ministros militantes de AD por personas sin disciplina partidista.

Según testimonios de personas que participaron en las negociaciones, Betancourt se mostró dispuesto a viajar al exterior e intervenir en lo que fuera necesario para llegar a un arreglo conciliatorio; pero Gallegos se mantuvo en posiciones principistas, secundado por el CEN del partido. Debido a la intransigencia de Gallegos, desde mediados de noviembre de 1948 corrían rumores acerca de un golpe de Estado; motivo por el cual el 23 de ese mes, el Gabinete Ejecutivo renunció en pleno para facilitarle a Gallegos las decisiones que debía tomar, pero éste lo ratificó íntegramente, cerrando cualquier posibilidad de entendimiento con los militares, quienes en una actitud conciliatoria, ya no exigían la sustitución de todos los ministros adecos, sino de una parte. Finalmente, ante la presunción de que la dirigencia de AD y la CTV convocarían a una huelga general para hacer una demostración de fuerza, los militares decidieron actuar y el 24 de noviembre de 1948 derrocaron al gobierno, poniendo fin a la alianza concertada con AD para la obtención del poder en octubre de 1945. Formando luego una Junta Militar de gobierno integrada por los Carlos Delgado Chalbaud, Marcos Pérez Jiménez y Luis Felipe Llovera Páez…" Hasta la próxima entrega

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