¿Indolente yo?

Lunes, 01/08/2022 12:31 PM

En un momento de Ira el individuo siempre pierde el control. Es sabio manejar el momento de dicha situación y eso llama a la reflexión, porque debido a un desagravio se puede cometer un error hasta irrecuperable, ojo si ése error se vuelve costumbre ya ahí es un problema irreversible en el campo político como es costumbre en la selva oposicionista.

Cuando se ha cometido un error viene el arrepentimiento y se tiene que castigar, pero pocos se arrepienten y lo vuelven cometen varias veces que se convierten en una costumbre y a ese individuo le importa nada en absoluto, ese tipo de personas le podemos llamar Indolentes, dónde abundan en el sector oposicionista.

Podemos definir como indolente a la persona que posee un carácter poco sensible a las cosas que acostumbran interesar o conmover a los demás individuos.

El individuo indolente se caracteriza por su negligencia, falta de actividad y de aplicación en el cumplimiento de las obligaciones, por ejemplo: "el candidato oposicionista es de una indolencia desesperante". A lo anterior, se le puede añadir que es un ser apático, perezoso, insensible a cualquier conmoción.

El indolente, es visto en el área de la psicología, como una persona que no se conmueve ante el dolor de otros individuos e inclusive de aquellos que forman su propio seno familiar. En este sentido, para una mejor comprensión se puede identificar a los delincuentes con respecto a sus víctimas, por su falta de consideración ante ellas.

Tomando en cuenta lo anterior, se puede deducir que la indolencia es opuesta a los valores de solidaridad, empatía, apoyo, que permite la unión de los individuos que forman una sociedad o familia, siendo estos últimos junto a otros valores los que permiten luchar por una causa.

No obstante, en el ámbito del catolicismo, la indolencia permite caer al individuo en la pereza, tal como se indicó anteriormente, por lo que lleva al individuo en caer en uno de los 7 pecados capitales, y alejarlo del amor de Dios, ya que todo perezoso no tiene la capacidad de amar, ni de ser generoso, y sin estas características no puede existir una relación de entrega al Señor, bueno para una persona creyente no como una casta eclesiástica que utilizan la creencia religiosa para estar más lejos de los feligreses.

Por último, la palabra indolente es usada como sinónimo de apático, perezoso, flojo, indiferente, insensible, entre otros. Por el contrario, los antónimos de indolente son dinámico, vivo, interesado, entusiasta. Etimológicamente, la palabra indolente es de origen latín "indolens" o "indolentis" que significa "el que no sufre". Está comparación se hace con el objetivo de ver cómo individuos se lanzan o los colocan en el ruedo político para lograr sus intereses o los intereses de otra persona para su beneficio personal o la táctica del Tío Sam en la apuesta de unos Bates Quebrados.

No importa la calidad del personaje, es más si el personaje es de bajo perfil es útil, porque se le puede manejar y que cumpla con lo encomendado. Por ello tenemos a un ser sin personalidad que dice llamarse Autoproclamado y es aplaudido es ese mundo hamponil y cada declaración deja mucho que desear y dónde el error es habitual y constantemente entre ellos. En ese cónclave opositor se espera todo dónde la inteligencia y la seriedad brilla por su ausencia o se fueron de viaje, como dice Don Pacho, Dios le da pan al que no tiene dientes, amanecerá y veremos.

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