Un aviso del poder hegemónico de los medios oligárquicos de empresas privadas dirigidas por vasallos del imperio yanky, sucedió en Chile donde 61 de cada 100 votantes se negaron el domingo 4 de septiembre 2022 a derogar la Carta Magna, constitución que viene del dictador asesino Augusto Pinochet. En Venezuela por todo lo que ello implica les da vergüenza apoyar abiertamente actitudes pinochetistas en la prensa privada, han adoptado a partir de 1999 e imponen lo que les ordene la estrategia dirigida por Washington luciéndola como "correcta".
He oído en emisoras de radio de Caracas, Barinas, Mérida y Aragua temas de Alí Primera incluidos para confundir, canciones que en la era social demócrata y social cristiana, gobiernos adecos y copeyanos las prohibían, hoy utilizan sus temas como si los contenidos sean protestas a la situación económica y social nuestra, obviando que es público, notorio y comunicacional pero disimulado ex profeso, que nos acumulan sanciones para contribuir a un desastre simulado o provocado por la derecha mundial en la tierra de Bolívar, supuestamente por tener gobierno antiimperialista, y no las ideas venezolanas bolivarianas para evitar el capitalismo salvaje.
Por supuesto no explican esos detestables cultores del lacayismo malinche, que por la situación mundial nos tocan y no tangencialmente sino cada día en aumento, problemas de la inflación a los que hacen aparecer cual responsabilidad exclusiva del modelo bolivariano, sin analizar que en donde no hay gobiernos de tinte ideológico de izquierda, padecen situaciones similares a la establecida en Venezuela por la oposición, con ayuda de la contrainteligencia del FBI gringo y el Mossad israelí, culpables de intervenciones a gobiernos electos por el mundo si no se someten a intereses esclavistas y raciales de los USA.
No descarto la posibilidad de trampas electorales en Chile, emulaciones a las adecas y copeyanas venezolanas llamadas acta mata votos, el pinochetismo chileno es fuerte y los grupos anticomunistas que asesinaron a Allende en 1973 pululan aun en el gobierno de la nación austral. Hay el defecto de cierta tolerancia allendista y bolivariana a no apartar de los cargos públicos a quienes allá y acá su mentalidad de derecha los lleva a la tortura y muerte de enemigos políticos, trabajan en gavilla o aliándose con la delincuencia en conducta peligrosa, que se ha comprobado en comportamiento fanatizado y fascista en el que se inmiscuyen sacerdotes españoles y latinoamericanos, junto a dirigentes politiqueros violentos, perfectamente conocidos.
El panorama noticioso de Argentina con el intento de magnicidio a la vicepresidenta Cristina Fernández, lo de Brasil intentando inhabilitar a LULA porque el pueblo mayoritario desea que este vuelva a la presidencia, presunta corrupción de una cuñada del presidente peruano Pedro Castillo, o acusaciones en Colombia contra el guerrillero hoy Presidente Gustavo Petro. Basta recordar lo que le inventaron al cura Fernando Lugo en Paraguay al colocarse al lado de los desasistidos, o al empresario de Honduras, José Manuel Zelaya, debido a su amistad con Chávez y Maduro.
Son simplemente enemigos del venezolano Simón Bolívar y del cubano José Martí, adversarios del argentino San Martín y de Augusto César Sandino insigne nicaragüense, opositores a Lázaro Cárdenas y su revolución azteca más la reforma agraria mejicana a comienzos del siglo XX; menciono pocos personajes y no traigo la actualidad cubana, nicaragüense, hondureña o boliviana, para que no se les alborote a los timoratos o ignaros admiradores de EE UU, ese pitiyanquismo que los atrae con falsedades diversas, así al final los veje, maltrate, separe familias en la frontera azteca-gringa, encarcele niños, use policías de Colombia y Chile para disparar y dejar ciegos metras a manifestantes chilenos y colombianos, antiejemplos que le ganaron la elección en Chile al joven Gabriel Boric, aun sin cuajar en consulta si se derogaba la constitución de Pinochet.