La derecha y la izquierda, el péndulo nefasto

Lunes, 07/11/2022 01:21 PM

El capitalismo, ese viejo sabio, ha inventado un espectáculo que le permite perpetuarse. Concibió una lucha que no pone en riesgo su existencia, es una especie de novela de Delia Fiallo, con todos sus ingredientes: galán, villano, trama que cautiva, intrigas que dejan dudas y despiertan interés, tiene hasta payasos, víctimas a montón. Todos los ingredientes para distraer.

Se trata de la democracia burguesa, y sus principales protagonistas son la izquierda, que hace el papel del galán de la novela, y la derecha en el papel de la mala Casandra. Estos dos actores de la novela burguesa se necesitan mutuamente, sus tensiones le dan vida a la historia, el uno no puede existir sin el otro. Esa pelea de mentirita tiene como objetivo distraer con sus episodios diarios.

Los espectadores, las masas, se alegran cuando el bueno, lula, se impone en unas elecciones al villano, bolsonaro. Y festejan la victoria. Se contentan cuando el malvado duque sale de escena y entra petro, como un galán nuevo, las masas, cual dulcinea se sienten cortejadas y se ruborizan. Los medios de comunicación modernos, que no solo comunican, sino al contrario, crean y deforman realidades, hacen creer a la masa que ese cambio de personajes es un cambio real, en los fundamentos de la vida, y no solo un matiz en el sistema que los subyuga.

Con estos triunfos de la izquierda propagan la especie de que el continente se mueve hacia la izquierda, que ya no hay "grupo de Lima"; cuando estos gobiernos, estos galanes nuevos se agoten y pierdan la capacidad de engañar vendrán de nuevo los villanos, y los medios dirán que el continente se mueve hacia la derecha. Entonces, la lucha será por volver a los gobiernos de izquierda, todas las fuerzas se unirán con esta meta.

Y así, con ese movimiento del péndulo nefasto, unos años para allá, otros para acá, con esa lucha de las masas al ritmo que marca el vaivén perpetuo se pasarán los días y el sistema capitalista gozará de buena salud.

La conclusión es clara, la izquierda y la derecha son las dos caras de la misma explotación, del mismo sistema creador de miseria. Se trata de una treta destinada a desviar la fuerza revolucionaria de las masas. De llevar las condiciones objetivas de penuria que el capitalismo produce hacia metas inofensivas. Y la conclusión más dramática, es que la llamada izquierda es una válvula de seguridad para el sistema capitalista, una manera de obstaculizar a la Revolución. Si revisamos la historia de las luchas populares encontraremos la cantidad de oportunidades revolucionarias que se perdieron por el trabajo de la izquierda, la cantidad de oportunidades revolucionarias que cuando ya la derecha había fracasado fueron frustradas por la llamada izquierda.

Existen en la disputa del poder dos bandos fundamentales: uno, el bando capitalista constituido por la izquierda y la derecha, en sus variadas versiones; y otro bando, constituido por la Revolución, con su meta de ir contra la lógica del capital. En resumen, la lucha política en estos tiempos es entre capitalistas y Socialistas. La lucha entre izquierda y derecha es una bufonada.

¡CHÁVEZ, SOCIALISTA, REVOLUCIONARIO!

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