La despolarización. Elías Jaua y vuelve el momento de las definiciones

Jueves, 15/12/2022 05:31 PM

¿Qué es preferible – dice Hamlet –, soportar las flechas y pedradas de la áspera fortuna o armarse contra un mar de adversidades y vencerlas con decidida resistencia? ¿Qué es preferible – decimos los chavistas –, soportar mentiras, promesas, análisis sesudos sobre la inflación, o armarse en contra de la lógica del capital, con coraje y decidida resistencia; luchar y tomar el control de nuestro destino, a que nos suban los sueldos miserables los sempiternos patronos explotadores? Tiene razón el sociólogo Iturriza, hay una polarización real, de "hecho", la de una sociedad excluida y condenada a la miseria que acumula resentimientos y coraje frente a una sociedad aventajada con todos los privilegios y oportunidades. La revolución de Chávez quiso cambiar eso, avanzar en términos prácticos para voltear esa sociedad injusta por otra justa, incluyente, humanista, hacer una revolución socialista verdadera, practicada… Y así fue, hasta que lo mataron.

Ahora, diez años después de su muerte, para lograr que sea posible recuperar esa conciencia política dentro de la masa hay que arrancar el velo del engaño tejido por el madurismo en estos 9 años, haciendo pasar una traición, cocinada a fuego lento, por socialismo, desmovilizando la masa chavista con la excusa de la paz, de la "despolarización" del país, como si eso fuera fácil o posible sin cambiar todo el orden social, económico y espiritual de la sociedad; sin justicia, sin democracia verdadera, sin salud y educación. ¡Nos ha costado "un mundo" hacer entender a los lectores que hemos vivido 9 años bajo un régimen de engaños y confusión, de falsedades!; falsa paz, falso socialismo, falso desarrollo, falsa justicia y falsa democracia. Más allá de las sanciones y bloqueo, luego de la muerte de Chávez, todo ha sido confundir y capitular.

En un escrito de Elías Jaua del mes de abril de este año, titulado "Esta va por Chávez", escribe lo que sigue, "Hay algarabía en las elites empresariales y financieras, "estamos saliendo del fracasado modelo colectivista de Hugo Chávez" decretan en todos sus medios y en conferencias nacionales e internacionales; se están "corrigiendo las loqueras de Chávez" escribe un incorregible palangrista. "En el pasado se aplicaron subsidios exagerados, se cometieron errores, ahora hay que pagar" declara un novel diputado del PSUV, nuestro partido. Como él, algunos funcionarios han descubierto el discurso neoliberal de los años 90 del siglo pasado y lo repiten como que si la historia se hubiera congelado en los últimos 30 años"… No obstante hasta hace dos años Elías decía que "No por decisión del gobierno, en Venezuela hay hoy un capitalismo salvaje", es decir, todavía hace dos años se mostraba discreto, "confuso", pero ahora siente que debe decir más.

Todavía tiene que "redondear", afinar su lógica. Cuando Jaua reafirma su lealtad a Chávez se ve obligado a denunciar el desparpajo de los restauradores del pasado; periodistas, empresarios, diputados que están con el gobierno y otros que no, pero que sí. Dice Jaua, que ahora abjuran de Chávez como un tipo que fue obsesivo ("excesivo", dijo un ex ministro de comunas en abril de 2021), muy comunista, controlador, ensalzando al liberalismo como una "caída del muro de Berlín" pero en Venezuela, celebrando en Las Mercedes –dice Jaua – como el "destape español" de cuando muere Franco en 1976.

En este artículo de hace 7 meses Jaua, defendiendo a Chávez, termina – con o sin intensión– contrariando al gobierno de Maduro, el cual ahora impulsa el capitalismo como la solución de todos nuestros males, sin ningún tipo de pudor; ¡se quitaron la máscara de socialistas! no precisamente por "pagar los subsidios exagerados de Chávez", sino por convicción… Y ahora Jaua se encuentra en la disyuntiva de "si defiendo a Chávez, no se puede hacer mismo con el gobierno" porque esa denuncia que hace Jaua es la reláfica oficial del gobierno: la "despolarización" y la restauración del pasado, a nombre de la democracia, de una polarización "sana", "sin violencia". Aparentemente este año Jaua ha descubierto que la "lealtad de caballeros" va más allá, a una persona o un gobierno, que la lealtad es con las ideas, y las ideas de Chávez chocan de frente con las políticas de Maduro.

¡Es tiempo de las definiciones! Es ahora cuando hay que tomar partido por la revolución o volverse al capitalismo; se `cayeron las máscaras" como dice el Arado y el Mar. Aquellos que no hace poco confundían a todos con sus discursos ambiguos sobre el socialismo, hablando de "capitalismo amoroso" o "burguesía revolucionaria", hoy declaran sin ambages que había que salir de Chávez, superar a Chávez, y del otro lado, lo mismo, admitiendo que las políticas económicas del gobierno son una "rectificación" de las loqueras de Chávez. Es decir, que se diluyen las ambigüedades. Hoy los neoliberales son "uno solo", hoy "Venezuela es una en el capitalismo", maduristas y oposición de derecha representan los mismos símbolos y signos restauradores del pasado: del pasado colonial gomero.

La defensa que hace Jaua a la gestión de gobierno de Chávez en su escrito es huérfana de lo fundamental. Jaua justifica el éxito de esos años con frías estadísticas, sin embargo todos esos esfuerzos tuvieron una dirección, un sentido vectorial, una estrategia fundamental que no nombra: el socialismo, más la voluntad de Chávez de ir por él.

Sin embargo hay que reconocerle que dentro de esa generación de líderes es de los pocos que acierta y se atreve a decir que hoy dentro del PSUV hay diputados neoliberales y funcionarios que reniegan de Chávez, y lo hace sin tanta "sociología", porque resulta inevitable denunciar lo que es un descaro, y no ser refutado por los hechos. Solo le faltó admitir la responsabilidad del "alto gobierno" en este franco proceso de restauración del pasado, en las prácticas políticas maduristas, con su reláfica y todo.

Sin la anuencia de Maduro no es posible que Reinaldo Iturriza, un ex ministro de comunas dijera en otro momento, que había que corregir los "excesos de Chávez", si el gobierno quería "despolarizar" (o sea, "despolitizar") al país, …"Pero una sociedad "despolarizada" significaría también la existencia de un chavismo gobernante dispuesto a comprender que ya no puede permitirse los excesos del pasado, en particular los económicos, y mucho menos cuando atravesamos una crisis económica prácticamente sin precedentes en la historia, a la cual habríamos llegado, en buena medida, como consecuencia de tales excesos. Y en este punto es donde el asunto se complica." (Reinaldo Iturriza y "los excesos de Chávez") Iturriza juega a hacer de "sociólogo marxista" frente a una realidad incontrovertible: Maduro vira hacia el liberalismo con la excusa de la Paz, a nombre de la "despolarización" desmoviliza la revolución de Chávez, de la Venezuela "donde cabemos todos", mareando a la gente con promesas, pacificando a la masa chavista para que trabaje por la Venezuela POTENCIA CAPITALISTA y en favor de una "polarización sana" dentro de la democracia burguesa que adormece a los pobres y trabajadores, "sin violencia" (olvidando que el hambre, la indolencia, la ignorancia y la muerte, que eso también es violencia).

Dice Jaua en su escrito de abril de este año, "Declaraciones como las anteriores inundan las redes, las radios y las televisoras celebrando la restauración de la dinámica capitalista desregularizada, mientras el pueblo se lamenta de su inevitable secuela, la desigualdad social." Es tiempo de las definiciones; EL AÑO PRÓXIMO ES EL AÑO DE LAS DEFINICIONES, los socialistas debemos desmarcarnos de Maduro y del madurismo y de sus promesas liberales, de su "paz boba" donde todos somos Venezuela (unos más venezolanos que otros) y conformar el polo socialista, verdaderamente patriótico porque Patria es Socialismo, que va de frente en contra de la "lógica del capital", paso a paso pero sin pausa por el socialismo. ¡Si Chávez pudo, nosotros podemos! ¡Vamos Jaua por la revolución!, sin sentir vergüenza.

¡VOLVAMOS A CHÁVEZ!

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