La cultura occidental, fue colocada en un yunque jurídico por los portadores de la izquierda travesti a nivel mundial que añoran con el sueño del neoliberalismo bajo una plataforma socialista para conformar un sistema capitalista a su antojo, y basta revisar a Hegel para recordar la siempre rica y estimulante historia entre el rico y el esclavo. Sin duda, se están oscureciendo los conflictos, donde hombres que tienen que tienen el derecho de hacer respetar la constitución, la violentan para hacer desde una metrópolis principal. El centro de sus negociaciones. Entonces, estamos en un continuo camino de trámite mintiéndole a la vida social, con la energía de él derivada. De modo que tenemos un ingrediente gestionarlo, administrativo y ejecutivo, que oculta con dificultad su propósito de suprimir las leyes.
El mundo de hoy, ya no es bipolar de los años de posguerra, en los cuales, la doctrina sobre los derechos humanos pesa a su reiteradamente declamada universalidad, quedaba aprisionada por las exigencias de los bloques y sus defensores, de ninguna manera nos encontramos en un mundo libre, constituye un paradigma de negación, porque existen las leyes. El mundo globalizado es un paraíso de los traficantes de armas y guerras, como el lugar propio del racismo y de la explotación negadora de los derechos humanos.
Lo que es importante entender es que el jurisdimo occidental se nutre hoy como antes de creyentes subyugados, cuya actitud razonadora frente a la ley y a los ideales difusos de justicia estén teñidas con automatismos y de repeticiones prerriflexivas.
Hay muchas teorías morales en boga, ante un liberalismo que no admite ser ridículo a ninguna de las formulaciones sustantivas que lo han caracterizado como una de las ideologías protagónicas desde las grandes revoluciones burguesas hasta nuestros días. En particular el pluralismo valoratin que la subyace la pone en el antípoda de las formas conservadoras a que nos habituaron el reagnomics y el thatcherismo. Estos, aunque designados como liberalismo, en realidad encubren al incorporar como una necesidad de su dinámica una dimensión neotradicionalismo moral en lo privado y un riguroso fundamentalismo de mercado, un estilo y contenido autoritario que mal se compadecen, ni siquiera con el sentido clásico de liberal.
María Alejandra Díaz fue muy clara en su artículo de Aporrea publicada el 16 de noviembre de este año: "¿Y esta decisión política incomprensible que perjudicó al país y nos dejó en esta situación acaso no tiene que ver con esas determinantes del largo plazo que hoy nos agobian? Porque si son ciertos los ciclos de Kondratief, tú cómo buen padre de familia y buen gobierno debiste hacer como José "guardar para las vacas flacas" es simple. ¿Por qué no lo hicieron? ¿Y generaron entonces las condiciones para poder -con cierta justificación- aplicar medidas inconstitucionales y medidas económicas neoliberales vendiéndonos de paso el dogma del "no hay alternativas?"
En medio de este drama nacional y comprendiendo el tamaño de la crisis, pero también pensando en las oportunidades, creemos que, sí hay alternativas y un destino común puede lograrse siempre que sea con el esfuerzo colectivo y sabiendo que no hay milagros, ni hay Mesías que valgan.
Debemos asumir en colectivo, un nuevo propósito que nos permita trascender. Y ésa es una labor de todo un pueblo que se eleva, cómo héroes colectivos de una generación futura. Sobre todo, en las vísperas de un nuevo mundo multipolar que se está dibujando ante nosotros, con las definiciones geopolíticas que determinarán nuestro papel: peones, siervos o actores.
A todos nos toca luchar, sí queremos:
Soberanía y sostenibilidad propia, un sistema económico moderno fundamentado en una autarquía que nos permita construir prosperidad común, un pueblo sano, desarrollo industrial y científico - tecnológico de vanguardia mundial, educación para todos y en todos los ámbitos, enfocada en un desarrollo productivo de cobertura nacional, industrialización, desarrollo urbano, desarrollo comunicacional e informático y desarrollo rural integral de alto desempeño, sistemas de gobierno sistemáticos de alta participación social y compromiso común, transparencia contable, soberanía cultural, el disfrute común de una vida feliz y hermosa, mayor ingreso per cápita, basado en el desarrollo creador y productivo de cobertura nacional, servicios públicos de calidad para todo el pueblo, en fin, Patria para nuestras futuras generaciones.".
Hay un santuario al sistema capitalista en los países socialistas del progres fetichista y travesti. Margaret Thatcher y Angela Merkel firmaron lo que jamás debieron firmar., por ambas hay un desinterés por las cosas públicas y la política en sí. Entonces, los acuerdos que firmaron en una intentiva de crear espacios de seguridad ambiental, y urbana se han convertido en un caos totalitario, una ominosa historia de la estructura comunista- totalitaria llevada a efecto por la oligarquía y burguesía que, nos hace recordar a los germanos con sus muros, en el interior de esas murallas la falsedad más grande de la historia. Hay una situación compleja en Chile, México y Argentina.
Lima, ya destabilizada por falta de hombría de Castillo y dejado solo por los socialistas neoliberales del Sur, no se refugió en los campesinos de la serranía y en el partido que lo llevó al poder. Es un largo proceso de desilusión y desencanto. Es un pasado no remoto, cuando Chávez habló con Toni Blair en Reino Unido, trato de evitar esto, ahora el neoliberalismo imperial abraza a los países ganados por el voto del pueblo hacia el socialismo, los gobernantes revertieron esta realidad.