Revolución Bolivariana y Chavista: Un revolución sui géneris

Lunes, 02/01/2023 02:00 PM

Una "Revolución" es un proceso político-social de alteraciones profundas del orden constituido, en ejercicio, con el objetivo de alcanzar cambios fundamentales en el Poder Político, primeramente, con las subsiguientes temporalidades buscando poder realizar transformaciones estructurales y superestructurales en el Estado afectado por el proceso popular revolucionario.

La Historia nos muestra a las diferentes revoluciones sucedidas en los diferentes tiempos históricos, en sus diferentes momentos, ocurridos en los diferentes países de sociologías diferentes, donde se ven afectados factores antropológicos a lo interno-nacional como aquellas en realidades externas que ejercen profundas incidencias críticas en las dignidades nacionales afectando el "status quo" históricamente establecido.

¿Es una revolución inevitable históricamente? En caso contrario, nos preguntamos: ¿sería, entonces, una reforma el cenit aspirado del desarrollo del "ser creado" como "ser social" en su permanente contradicción dialéctica? En el referente de la evolución histórica del hombre como de su organización político-vertical indispensable, en esa síntesis evolutiva y perfectible. En ese orden, es de obligación inquirirnos: ¿es un proceso evolutivo y perfectible, de cambios profundos obligantes, en su desarrollo, alcanzado pacíficamente según cada momento del proceso? Compleja su comprensión!

Simón Bolívar desarrolló una revolución que definió, en perfecta objetividad, como "Independencia" frente y contra un "estado colonial complejo" que se encontraba en contranatura a la propia evolución social, históricamente obligada, desde el pensamiento, a los desarrollos sistémicos en sus propias contradicciones, inevitables, por lo que podríamos (¿deberíamos?) definirlo como de ser un "proceso histórico" según las tesis marxistas en considerando los estadios históricos demostrados.

Truncado el proceso para el caso de Venezuela en su evolución sistémica por las propias contradicciones socio-telúricas, el país se vio en la necesidad de buscar el/los momento[s] que le permitieran dar el "salto adelante" hacia encontrarse consigo misma, el país, la sociedad y sus propias contradicciones naturales e históricas. En ese orden podríamos proponer algunos momentos-guías que colaboren en la comprensión del propio proceso revolucionario venezolano.

En ese orden, el gobierno del General Juan Vicente Gómez marcó un momento cual colaboró, inevitablemente, con la aparición de pensamientos y propuestas político-filosóficas "modernas" como las que fueron desde aquel "febrero del 28", el "grupo de México y la Internacional", la constitución del partido político Acción Democrática y, posteriormente, el Partido Comunista Venezolano y, en sintonía con las realidades europeas, el partido COPEI. Entre esos momentos y el gobierno liberal-betancourista, Venezuela se confrontó con realidades muy "americanas" que se sustentaron en los objetivos políticos estadounidenses de la "Doctrina Monroe", con la constitución de la OEA en Bogotá y aquel discurso premonitorio de clausura de Rómulo Betancourt durante aquellos dramáticos sucesos del "Bogotazo", momentos bañados por la política impuesta, globalmente, de la "Guerra Fría" que se definieron, en sus primeros pasos, por dos "hechos históricos": el golpe de estado contra el presidente democráticamente electo, Rómulo Gallegos (primer golpe de estado del proceso de la "Guerra Fría") y la Guerra de Corea.

Con el gobierno liberal presidido por Rómulo Betancourt se inició la "etapa de la democracia dependiente-liberal" en nuestra región americana como se iniciaría la "guerra anticomunista" presidida desde la OEA por Washington que tendría, con toda su carga ideológica y alienante, su inicio del fin cuando se sucedieron los acontecimientos de aquel "27 de febrero" y, posteriormente, con el triunfo democráticamente-electoral y electo de Hugo Rafael Chávez Frías.

La "Etapa Chávez Frías", bien propagada y vigente, llevó en su seno sus propias "alteraciones", de toda lógica, etapa conspirativa como golpista que se pudo capear por el liderazgo del conductor del neo-proceso revolucionario venezolano referido junto a sus propias contradicciones internas por las lógicas inexperiencias del caso. Se cerró aquella etapa revolucionaria de la "Etapa Chávez Frías" cuando asumieron las responsabilidades de la conducción de la revolución venezolana, en un "colegiado" liderado por Nicolás Maduro Moros en sus diferentes y muy graves momentos históricos hasta, podríamos precisar, enero del 2021 cuando las debilidades de las oposiciones golpistas entraron en profunda confrontación interna mientras el gobierno presidido constitucionalmente por Maduro Moros iba llevando el "buen rumbo" de la revolución bolivariana y chavista a "puerto seguro".

El año 2023 es el comienzo de una nueva etapa de la Revolución Venezolana cívico-militar teniendo como preámbulo el año 2022 en cada momento de sus meses transcurridos. Esta nueva etapa, consideramos, tiene y contiene dos frentes inevitables y obligantes a confrontar: el frente interno sobre el cual Maduro Moros ha venido comentando sin alcanzar una extensión informativa-completa y suficiente del proceso todo para su mayor comprensión, en el marco de las prudencias necesarias en considerando el otro frente: "frente externo".

El "frente externo" es extremadamente complejo porque está "adobado" por realidades geopolíticas internacionales ante las cuales Venezuela se encuentra, directa e indirectamente, involucrada, obligatoriamente, por diferentes realidades paradigmáticas objetivas y confrontacionales. Conversemos en algunas líneas sobre esos escenarios.

¿Cómo afectan sobre el gobierno de Nicolás Maduro Moros los enfrentamientos relativamente "pacíficos" entre Washington y Beijing? ¿Cómo afectan en las relaciones de Venezuela con la Federación de Rusia? Ello no obsta las importantes y hermanadas relaciones de Venezuela con los diferentes países-hermanos de América Latina y el Caribe como con países de no-agrado para Washington allende nuestras fronteras.

La regionalización que se viene desarrollando e imponiendo en los escenarios mundiales afectan, directamente, a la política de Estado de los Estados Unidos de Norteamérica como, de alguna manera, a la globalización en lo que viene denominando como el "decoupling" ("…separate, disengage, or dissociate (something) from something else…").

En ese orden de ideas, nos atrevemos a definir con respecto a los intereses de Venezuela como la base fundamental de la evolución perfectible de la revolución venezolana, las "relaciones bilaterales venezolano-estadounidenses" con respecto a las inquietudes en preguntas más arriba expuestas como propuestas.

Cabe la pregunta: ¿cuál es la contradicción principal que tienen los Estados Unidos de Norteamérica en el presente "cara a su futuro como imperio"? Es posible y, aún, probable que "los pensadores" pudieran responder ante el escenario actual en "pleno desarrollo": Ucrania. Nos consideramos que esa realidad es un medio hacia la consecución de un fin que es, inevitablemente, la República Popular de China.

¿Por qué consideramos que es ese el objetivo de la Política de Estado de Washington cual se viene aplicando e imponiendo desde Barack Husseim Obama sin tregua ni descanso? La respuesta a esta inquietud se encuentra en la comprensión de la significación del contenido de la política que se encierra en la denominada "Región Indo-Pacífico".

En ese orden, la debilidad fundamental de ese diseño de Estado de la política estadounidense es la "energía" (léase: petróleo y gas natural) cuando de "regionalización" del mundo global se considera en su praxis.

Ante esa realidad, Beijing bajo las decisiones aprobadas por el XX Congreso del Partido Comunista Chino, las futuras decisiones que se aprueben en el mes de marzo por la "Asamblea Popular Nacional de China", por las decisiones que se aprueben por la "Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino" que se realizará inmediatamente posterior a la anterior en mención, ha comenzado a tomar decisiones en sintonía con la Federación de Rusia en diferentes escenarios que van desde ejercicios militares conjuntos, petróleo y gas natural, alcanzando decisiones geopolíticas globales y regionales, BRICS, etc., cuales tienen un impacto directo con graves afectaciones en la geopolítica imperial de Washington en su etapa actual de reingeniería sistémica.

Es en ese orden que los escenarios que se vienen expresando en el "patio trasero" son agresivos e irrespetuosos por parte de Washington. Es, en ese orden, que en el marco de la actual etapa de la Revolución Bolivariana y Chavista, revolución cívico-militar, presidida por el Presidente constitucional, Nicolás Maduro Moros, la dialéctica más arriba propuesta de la "etapa interna" y la "etapa externa", ambas deben encontrarse en perfecta sintonía en sus desarrollos "aguas abajo".

UNIDAD, LUCHA, BATALLA, VICTORIA.

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